CAPÍTULO 3

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Para entender la historia no necesitan releer el capítulo, solo basta con la nota final. Sin embargo, hay cambios sutiles en los diálogos para una lectura más amena.  Gracias por votar.

Reino de Albuquerque 1762

A los 16 años, ahora el rey Hugo VI, asumió el trono de su padre debido a la trágica muerte de este. El descenso del Rey Garrick fue tan repentino para el pueblo, sin embargo, para sus dos hijos no lo fue. Su padre sufría de una enfermedad pulmonar bastante crónica, consecuencia para muchos, a su constante habito de fumar pipa.

El príncipe Axel, hoy en día, duque de Albuquerque, rehusó a tomar el trono, así que el deber y la responsabilidad recayeron en Hugo; un joven inexperto , pero con el coraje y valentía suficiente como para enfrentar el reto que le deparaba su destino. Su propósito siempre fue no decepcionar a su pueblo y así, desde aquel día, ha cumplido.

Después de 4 años de reinado, Albuquerque se ha convertido en uno de los reinos más prolíficos. Sus avances en el ámbito económico  y militar son reconocidos por todos los reinos vecinos y lejanos. El concejo real, formado por hombres de poco cerebro y alto orgullo, ha aconsejado al joven de contraer nupcias en múltiples ocasiones, sin embargo, él se mantiene firme a su postura, rehusa cualquier compromiso, al menos hasta que cierta princesa regrese.

—Majestad, he traído los documentos que pidió— George, el mayordomo, entró a paso apresurado en el despacho principal.

—Está todo como lo pedí, espero.

— Desde luego que sí, majestad—respondió George—Se mandaron a pedir 1500 libros de todos temas y autores para que haya una mejor variedad.

El proyecto más reciente en la agenda del rey, es una escuela en los limites del reino. Comenzó solo como una idea vaga, aunque él se ha encargado en persona.

— Perfecto, los leeré y los firmaré más tarde— se levantó para acercarse al ventanal, el otoño estaba por terminar, lo que daría paso al invierno y con él, el regreso de Sofía.

— Señor, esta mañana ha llegado una invitación a un baile— comentó George. Hugo no acostumbraba a asistir a bailes, le resultaban del todo aburridos y fastidiosos, pues en ellos era constantemente acosado por las damas y sus madres en busca de matrimonios ventajosos.

—Recházala, sabes que detesto esos bailes— dijo Hugo sin girarse hacia él.

— Como usted ordene—susurró malicioso; acomodó el elegante sobre en su carpeta— Solo pensé que iría ya que se trata del reino de Encantia— el mayordomo sonrió después de hacer el comentario. Él sabia que su rey tenia especial atención por ese reino, no sabía bien la razón. Sospechó en un principio que era por los antiguos tratos de su padre con el rey Rolan, sin embargo, no le encontró mucho sentido.

Teorizó por segunda ocasión, esta vez se imaginó que el joven estaría enamorado de una de las princesas de Encantia, se decía que ambas jovencitas eran una beldad.

Eso tenía más sentido, sin duda.
Hugo se giró su rostro tan deprisa que estuvo seguro que le dolería el cuello al final del día.

—¿Encantia?—preguntó curioso, emoción extraña en él—¿Sabes el motivo del baile? —esperaba que se tratara de el recibimiento de los hijos del rey Roland, recién se habían cumplido los 5 años que estarían fuera y según sus cuentas no demorarían en regresar.

—Me parece que es una bienvenida—dijo el George, utilizando el tono más despreocupado que pudo encontrar— pero ya dijo que no iría. Sé que a mi señor no le gustan esos eventos tan tediosos, enviaré una disculpa por su inasistencia, no se preocupe.

El hombrecillo se levantó con dignidad e hizo el ademán de salir para enviar la misiva con la disculpa prometida.

—Creo que sí iré a este—George se giró al escuchar la declaración del rey— Es decir, Encantia es nuestro aliado comercial y no podemos hacerle una grosería de semejante magnitud, ¿no lo crees?—continuó con un tono calmado.

—Entonces confirmaré su asistencia cuanto antes, majestad— George había dado en el blanco, el joven rey era tan cerrado e imponente, pero seguía siendo un adolescente y le agradaba ver que su esencia no estaba perdida del todo.

— Sí, hazlo, por favor—reafirmó Hugo— Iré a montar un rato, notifica al consejo que la reunión se recorre para mañana, necesito pensar.

—Sí, señor, con su permiso— sin decir más, el mayordomo salió de la biblioteca con una sonrisa en su rostro.






Encantia

En el castillo de Encantia reinaba el caos y el pánico, pues los preparativos para el gran baile real no estaban listos y un mayordomo —algo anciano—gritaba aquí y allá alterando aún más a los sirvientes.

—Los candelabros de plata no, deben ser los de oro, ¿Qué es esto, una feria del condado? —dijo Baileywick en tono irritado— cámbialos ahora— dijo mirando a una mucama.

—Tranquilo Baileywick, todo saldrá bien— dijo el rey Roland bajando junto a la reina Miranda, quien iba tomada de su brazo.

—Nada está listo, todo es un desastre, este baile será un completo hoyo negro en mi perfecto registro de planificación— se lamentaba el hombre.

—El baile será perfecto—consoló la reina—nuestros hijos finalmente regresan. Tómatelo con calma, Baileywick, aún faltan 3 días.

— Sí, supongo que si contrato más personal y superviso todo más cuidadosamente saldrá perfecto, ahora si me disculpan sus majestades, tengo deberes que atender—tan pronto despotricó aquella explicación salió dando una reverencia y alejándose con pasos apresurados.

Los reyes se sonrieron entre sí con una expresión divertida.

—¿Me acompañas a la biblioteca? Tengo una sorpresa que mostrarte— dijo el rey.

— Por supuesto, querido— respondió Miranda.

Cuando llegaron, el rey se escabulló hasta un gabinete de roble, dejando a su esposa en medio de la estancia. La reina esperaba con ansias aquella sorpresa que había mencionado su esposo, así que decidió retomar el tema

—Entonces ¿cuál es  la sorpresa? —preguntó después de permanecer por segundos en completo silencio.

—Querida mía, que impaciente eres, ¿te lo había mencionado ya? — se burló el rey

—Estoy impaciente por saber— se defendió Miranda, dándole una sonrisa a su esposo.

El rey rió y se apresuró a tomar de uno de los estantes una caja recubierta por joyas y detalles en oro. Caminó hacia su escritorio y con sumo cuidado la colocó encima del mismo.

Miranda soltó un suspiro de admiración —Es preciosa, ¿qué es lo que contiene?— quizo saber.

—Es un regalo que he estado planeando para nuestros hijos, observa— El rey abrió la caja y sacó 3 estuches más pequeños de terciopelo— son joyas de la corona de Encantia que datan de hace siglos.

No le mencionó, por supuesto, que eran las únicas que pudo rescatar antes de vender el resto.

Miranda estaba atenta a la revelación.

Roland prosiguió a abrir los estuches bajo la mirada vivaz de su esposa. En el primero de ellos había un reloj de bolsillo, era de oro puro y tenia incrustaciones de diamantes alrededor del marco. En el segundo estuche se encontraba un delicado collar de oro blanco con diamantes colocados por toda la pieza finalizando en una esmeralda, quien se llevaba todo el protagonismo. Finalmente en el último estuche se hallaba una hermosa tiara de oro, sus bordes estaban cubiertos de diamantes y en su terminación en punta resaltaba un diamante rosa brillante.

—y bien ¿qué opinas? ¿te gustaron? —preguntó el rey— el reloj lo elegí para James, el collar para Amber y la tiara para Sofía— continuó

—Son perfectas y hermosas, Rolly, estoy segura que les encantarán—dijo Miranda—especialmente a Amber—bromeó

—Oh estoy seguro de que así será—reconoció el rey.



A la mañana siguiente todos estaban famélicos, pues ese día se esperaba la llegada de los sus altezas. Todos estaban muy emocionados, especialmente el mayordomo, quien ya era muy anciano y solo deseaba verlos una última vez.

—Atención, un carruaje acaba de arribar— anunció un guardia.

Rápidamente todos salieron a recibir a los recién llegados. El rey y la reina estaban en primera fila, su felicidad se notaba a kilómetros, tanto habían esperado este día y finalmente había llegado.




N O T A:
¡Tercer capítulo corregido! Por favor si ven alguna falta de ortografía, háganmelo saber de forma amable y la cambiaré. Gracias por leer.

Cositas de la trama:
—Cambié el nombre del mayordomo, me pareció mejor George.
—Algunas partes de los diálogos fueron cambiadas, ya que al releerlas me dieron cringe💀

DATO MÉDICO #3:
El páncreas consta de dos partes histológicas principales: una exócrina y otra endócrina, en esta última se encuentran los famosos "islotes de langerhans", quienes albergan en su interior a cúmulos de células, entre ellas las células beta (productoras de insulina)

Esas les fallan a los diabéticos😭

besos y abrazos

- Yu

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