CAPÍTULO 7

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El Reino de Sterker era sin lugar a dudas uno de los imperios más antiguos de los que se tiene certeza. Sus monarcas han sido, por el contrario a lo que se puede creer, crueles. Sin embargo, el actual príncipe heredero, Colin, o llamado Coll por sus íntimos es todo lo opuesto a ese estándar tan anticuado. Su personalidad es vanidosa, aunque por supuesto que eso le da el buen gusto en muchos ámbitos.


Reino de Sterker

Colin

Ayer se celebró el baile de recibimiento para Sofía, Amber y James; debo confesar que no estoy muy feliz de no haber asistido, si bien recibí una invitación, mi padre se rehusó a que me presentara a tal celebración, ¿la razón? Muy simple de hecho, él cree que mi interés en la princesa menor es malo para nuestra reputación, cree que Sofía es indigna de convertirse en la próxima reina de Sterker.

Sé que ella es de origen plebeyo y me confunde demasiado que no haya aceptado mis insinuaciones tan evidentes, ¿no debería sentirse halagada?

— Colin, ¿En qué tanto piensas? —la voz de mi padre me devuelve a la realidad. Enfoco mi vista y atención en él, luce molesto, lo cual no me sorprende, él siempre parece estarlo.

— En nada— respondo, restándole importancia

—No quiero distracciones, Colin. Esto es importante— dice, irritado.

— Lo sé, lo sé, tus negocios comerciales, ¿no? — solo escuché eso antes de divagar en mis pensamientos.

— ¡Maldita sea, Colin! Debes dirigir toda tu atención a este asunto, ¿has entendido? No quiero ni un solo error, tu objetivo es cerrar el trato con el Rey Hugo— finaliza contrariado.

—Te molestarás si pregunto o no de igual forma—aseguro—así que ¿Qué tiene de especial ese tal Rey Hugo?

Mi padre suspira pesadamente, mientras frota el puente de su nariz en un acto de reflejar su desesperación.

—Su reino es demasiado importante como para no intercambiar acuerdos con él—explica—Además nos abrirá paso a los reinos vecinos y por consiguiente incrementará el tesoro real.

—¿Y qué si no quiere cerrar el trato?

—Lo convences

Claro, convencerlo, ¿quiere que le haga malabares? No soy un bufón. Decido no responder nada más y solo me limito a asentir en forma de confirmación.

— Partirás mañana al reino de Albuquerque— sentencia y sin dejar que responda sale de la habitación.

Un momento, ¿Albuquerque? ¿Dónde he escuchado ese nombre? ¡Ajá! En una de las tantas conversaciones que espié entre Sofía y su detestable hermana. Recuerdo haber escuchado que nombraban ese reino y una correspondencia nunca enviada. Supongo que ese tal Hugo conoce a Sofía y su familia.

Tomaré esto a mi favor. Si su reino es cercano al de ella podría visitarla con la excusa de ver a James, después de todo, somos amigos.

Con mejor ánimo me encamino a mi habitación para preparar mis mejores trajes y pensar nuevas tácticas de conquista para por fin conseguir el favor de Sofía. 

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Reino de Albuquerque

Hugo

—¿Quién dices que es? —George me está hablando sobre una visita de la cual no era consiente, al parecer vendrá por meros tratos comerciales.

— El príncipe heredero de Sterker

—¿No es ese el reino que ha insistido por meses hacer un trato con nosotros? Que fastidio— me quejo, su Rey me ha pedido por meses una audiencia, siempre se la niego alegando que tengo demasiados compromisos reales, lo que no es una mentira, pero al parecer por fin ha conseguido una—¿Cuántos días se quedará? —interrogo

— Tres días, quiere conocer el reino y visitar a un amigo que reside cerca de aquí, según mencionó en su carta— contesta George, mientras revisa el cajón de la correspondencia buscando la misiva.

— ¿Acaso somos un hostal? Pareciera que viene de vacaciones— digo indignado. Él se encoge de hombros y no dice nada más— bien, prepara una habitación para él, lo más alejada de mí ¿entendido? No me lo quiero cruzar más de lo debido, no vaya a parecerse a su padre.

— Como ordene, majestad

—¿Cómo vas con el otro asunto que te pedí? — preguntó con un ánimo renovado

— ¿Habla de la visita de la princesa Sofía? —contesta en tono inocente, sabe que es así, solo me lo quiere recordar.

— Sí, ese—digo mirándolo serio

—La visita está programada para dentro de 2 días, claro, si es que la princesa acepta venir

— ¿Por qué no vendría?

— Tal vez haya otro pretendiente, por ende, otras invitaciones— trata de provocarme, y lo está logrando.

—Nadie se atrevería a mirarle si saben que la estoy pretendiendo—digo seguro

—Ah—sonríe—¿Entonces la está pretendiendo?

— Estoy dando pasos cautelosos en el largo camino del cortejo, es correcto—respondo en tono calmado. Viejo tramposo, ha conseguido que se lo confiese.

— Excelente, majestad. Entonces es muy grato decirle que todo está preparado, la visita de la princesa está cubierta.

Todo está saliendo como lo tenía previsto, excepto la visita del príncipe de Sterker. Necesito que no se cruce con Sofía—no porque sea inseguro—no hay nadie mejor que yo. Solo no creo que él sea buena compañía. Pero ¿qué haré para distraerlo? Tal vez he de sugerir que haga la supuesta visita a su amigo, eso lo mantendrá lejos todo el día, es perfecto.

— Quiero que siembren flores moradas por el sendero norte del jardín— digo dirigiendo mi vista a George—a ella le gusta el morado— o eso recuerdo.

—Notificaré su pedido a los jardineros, estarán listas para la visita—asegura—ahora, si me disculpa mi majestad, iré a la cocina para coordinar el menú para su tarde de cortejo.

—Aún no es un cortejo, por Dios— me quejo— solo estoy templando el terreno

Él me mira alzando una ceja como gesto de no creer mis palabras, hace una reverencia y se marcha.

No pienso más en el tema y me concentro en acabar la pila de pendientes sobre el reino, quiero dejar libre todo el día para estar con Sofía. Tal vez le proponga dejarme cortejarla y si tengo su aprobación iré con su padre para acatar las formalidades, primero debo saber su opinión y obtener su permiso.

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Reino de Encantia

Sofía

Me encuentro en la biblioteca junto a Amber. Ella decidió retomar su pasión por la astronomía y me ha pedido hacerle compañía, aunque no entienda media palabra de lo que habla.

—Oh, Sofía, este libro es fascinante—dice emocionada— describe un millar de constelaciones, mira—señala una página del libro que titula "Casiopea"— dice que fue descrita en el catálogo de Ptolomeo, el Almagesto, en el siglo II, ¿No es interesante?

—Lo es—apoyo— más aún que te encanta todo esto desde que éramos pequeñas, me alegra que lo hayas retomado—sonrío—no te veía tan emocionada desde hace tanto.

— Soy una princesa muy exigente y es difícil impresionarme, ¿sabes? — alega en tono altivo

Antes de poder contestarle un golpe en la puerta llama nuestra atención, Amber gesticula un "pase" y poco después tengo a mi vista un lacayo que trae una bandeja con un sobre reposando en ella.

Amber lo toma y le hace un indicativo para que se retire. Parece leerlo y cuando su cara cambia a una de sorpresa absoluta mi curiosidad crece.

—Amber, ¿Qué pasa?¿Quién es?—interrogo

—Es...de Hugo—responde como si no lo creyera

—Dámela— mi emoción toma control de mí y en un acto poco cortés arrebato la carta de las manos de mi hermana

Me siento para estabilizarme y abro el sobre que se dirige explícitamente a mí. Amber se acerca para posicionarse a mi espalda atenta al contenido.

—No puede ser—digo boquiabierta, aún sin creerlo— me invita a un paseo en su palacio; en dos días— finalizo

—¿Solo a ti?—pregunta Amber, me arrebata la carta y la lee detenidamente— ¡Já! Espera que vayas sola, que ridículo. Te acompañaré—musita decidida

—Pero yo—trato de negar su idea

—Pero nada, eres mi hermanita y debo protegerte de ese...insensato

Amber sale de la biblioteca sin darme oportunidad de discutir su plan de acompañamiento. Es cierto que no puedo ir sola, pero esperaba poder llevar una chaperona, no a mi hermana que al parecer odia a Hugo.

Suspiro con resignación—será interesante ese paseo, supongo.




N O T A:
¡Capítulo corregido!

DATO MÉDICO #7:
¿Sabían que el 30% de la población es fumadora?

En fin, les agradezco muchísimo sus estrellitas, no olviden comentar. Nos leemos en el próximo capítulo.

Besos y abrazos

-Yu

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