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Tres días ya habían transcurrido desde la reveladora conversación que tuvo con Hoseok y el peliazul simplemente no podía sacarla de su cabeza por más que lo intentara.

Recuerdos del pasado acudían a su mente sin cesar, dándole cada vez más sentido a ciertos comportamientos del mayor que en su momento pasaron desapercibidos ante sus ojos, pero que encajaban perfectamente con su historia. Se sentía tan culpable por no haber notado el dilema por el cual atravesaba. Si bien se repetía una y otra vez que no tenía manera de saberlo cuando el pelioscuro no hizo mención de ello antes, tampoco era como si pudiera obviar que fue precisamente él quien lo colocó en aquella difícil situación al haberse empecinado tanto en ser su esposo.

Para empeorar las cosas era consciente de que Hoseok estaba a la espera de que le respondiera si se quedaría para darle una nueva oportunidad o se marcharía, podía ver claramente su incertidumbre cada vez que lo tenía cerca, la forma en la que sus ojos lo interrogaban de manera silenciosa, pero a la vez temerosos de su respuesta.

Y, Dios, de verdad no sabía qué demonios hacer. Estaba dividido entre dos opciones que tiraban de él con la misma fuerza pero en sentidos opuestos. Y es que una parte de él, -aquella que aún conserva los mismos sueños e ilusiones de cuando era tan solo un chiquillo enamorado- deseaba simplemente lanzarse a los brazos del mayor y olvidarlo todo; pero la otra parte -aquella versión de sí mismo que había tenido que madurar de golpe- esa se negaba a volver a darle a Hoseok el poder de lastimarlo nuevamente. Ahora que conocía ambas caras del amor no se sentía muy dispuesto que digamos a volver a permitir que su felicidad y estabilidad emocional dependieran de otra persona.

Mucho menos teniendo en cuenta que era responsable del bienestar de su pequeña. No quería tomar riesgos.

Taehyung deja escapar un suspiro involuntario y melancólico. Estaba cansado ya de darle vueltas al asunto para al final seguir con la misma indecisión del principio. Niega lentamente como si quisiera disipar toda la incertidumbre que lo consume por dentro, afortunadamente para él este simple acto parece funcionar porque de repente pasa de estar sumergido en sus pensamientos para estar frente a la mirada escrutinadora de Seokjin.

Durante varios segundos permaneció bajo el análisis visual del doncel mayor, quien se limitaba a observarlo sin decir nada.

Incómodo, se remueve en su asiento y luego carraspea. --¿Dónde está Horin? -cuestiona al no tenerla en su campo de visión.

--Se quedó dormida mientras tú soñabas despierto. -su tono de voz denota cierto sarcasmo que no pasa desapercibido para Tae --O más bien era una pesadilla a juzgar por tu semblante.

Taehyung se relame los labios tras sentirlos resecos y se obliga a contar mentalmente hasta diez para evitar responder de mala manera. Era absurdo que se molestara por el comentario de Jin cuando ya estaba tan familiarizado con su personalidad.

--No es nada, solo me perdí un momento en mis pensamientos.

--Dirás que emprendiste un viaje en las profundidades de tu subconsciente. -replica con escepticismo --Estuviste ausente como por media hora. -toma el tarro de galletas de gengibre que tanto le ayudaban a mitigar sus náuseas --¿Vas a contarme lo que te pasa o prefieres que lo adivine?

--Ya dije que no es nada, Seokjin. -responde imitando el mismo tono de voz cortante que le ha escuchado innumerables veces al propio Jin cuando un tema no era de su agrado.

--¿Esperas que me crea eso? -eleva una ceja y le dedica a su hermano una mirada altiva, dejando en claro lo poco dispuesto que está a dejar pasar el tema --¿Es Jung Hoseok quien te tiene así? Por favor dime que no le estás dando nuevamente el poder de afectarte.

Mi Inocente Doncel 《HopeV》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora