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Taehyung dedica una rápida mirada orgullosa a su hija, quién ha hecho un verdadero desastre en mitad de la cocina.

--Será imposible controlarla si le sigues dando más. -replica en dirección a Mimi, que ha estado supliendo a la pequeña de una dosis de leche de plátano tras otra. Como era de esperarse, Horin se mostraba encantada ante la sobredosis de su bebida favorita.

--¡Ay, vamos! No seas aguafiestas. Es su cumpleaños, ¡hay que consentirla a más no poder! ¿cierto, Horin? -alega con evidente entusiasmo antes de irrumpir en aplausos que la infante no tarda en imitar.

Sin nada que decir para rebatir a su amiga, Taehyung decide regresar su atención al horno, donde un delicioso pay de manzana está en proceso de cocción.

Si bien al principio se mostró inseguro de suministrar más azúcar al sistema de su ya de por sí hiperactiva hija, la perspectiva de verla feliz y correteando había sido suficiente para convencerlo.

Y es que Horin se había mostrado mal humarada y un poco decaída en los últimos días. Por suerte, contaba con la ayuda de la fémina, quien se las arreglaba bastante bien para entretener a la pequeña y hacerla reír. No obstante, él no podía hacerse el desentendido debido a la razón de la actitud de la menor, puesto que bien sabía que era debido a que extrañaba a Hoseok, no por nada esta lo llamaba constantemente al caer la noche, regalándole una certera estocada al corazón cada vez que se quedaba dormida entre múltiples gimoteos.

Suspirando de forma ruidosa, Taehyung mira de manera fugaz el teléfono que Hoseok le había entregado días atrás y en donde un mensaje de feliz cumpleaños dirigido a Horin había llegado justo a medianoche. En este, el mayor también pedía disculpas, explicando que, al no saber la hora exacta del nacimiento de la menor, -ya que tontamente jamás se le ocurrió preguntar- había optado por enviar sus felicitaciones a esa hora. A Tae realmente le había conmovido ese detalle, teniendo en cuenta la apretada agenda de Hoseok, más la diferencia horaria entre ambos países, era bastante sorprendente lo certero que fue con respecto a la hora.

Le hubiese gustado responder a su mensaje al instante, pero lastimosamente había caído rendido en la cama varias horas antes tras lograr que Horin se quedara dormida. Sin embargo, le escribió esa misma mañana tan pronto cuando descubrió el mensaje; con un entusiasmo que resultaba vergonzoso, le había sugerido hacer una video llamada, más no había recibido respuesta alguna todavía.

Con una languidez que empezaba a volverse parte de su día a día, colocó tras su oreja un brillante mechón de su cabello, el cual había sido tintado nuevamente el día de ayer por insistencia de Mimi, quien no aceptó otro no por respuesta después de que se negara a dejarse teñir de otro color, como inicialmente esta quería.

Continuó vigilando el horno hasta que el llamado a la puerta le causó un respingo y la duda de quién estaría tocando. Después de todo, él no esperaba a nadie.

Con lentitud se giró y dedicó una mirada llena de extrañeza a su amiga, cuya atención apenas abandonó a Horin para dedicarle a él una expresión que sugería que tampoco tenía idea de quién podría tratarse.

--Vigílala, por favor. -pidió antes de abandonar la diminuta cocina en dirección a la entrada.

Llegó hasta la puerta y se dispuso a abrirla sin detenerse a observar por la mirilla. Sin duda alguna, esa es una costumbre suya en la cual debería empezar a trabajar apartir de ese día -es el primer pensamiento que cruza su cabeza cuando se topa con la intensa mirada de su esposo.

--Hola.

Hoseok sonríe sin mostrar dentadura, luciendo un tanto ansioso a opinión de Taehyung, a quien la sorpresa le había robado momentáneamente la capacidad del habla.

Mi Inocente Doncel 《HopeV》Where stories live. Discover now