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Taehyung entre abre sus orbes a mitad de la noche, cuando la falta de calor a su lado se hace notaria. Alcanza a ver apenas la silueta de Hoseok, quien se encuentra de espaldas a él vistiendo apenas unos calzoncillos. Intenta abrir la boca para preguntarle al mayor a dónde va cuando este empieza a alejarse, pero las palabras no salen y la pereza parece dominar cada centímetro de su cuerpo cuando sus extremidades de niegan a responder.

Sus ojos se cierran lo que parece ser un instante antes de que sus oídos capten el sonido de la puerta cerrándose. Al abrirlos nuevamente, una dormida Horin en brazos de su padre entra en su campo de visión y el delicioso y familiar olor a bebé inundando sus fosas nasales no hace más que adormilado aún más de lo que ya estaba.

Instintivamente su brazo se posa sobre el diminuto cuerpo de su hija a su lado mientras que sus párpados terminan cerrándose definitivamente justo en el momento en que Hoseok vuelve a ocupar un lugar en la cama.

***

Un estruendoso ruido es el encargado de sacar al peliazul del mundo de los sueños. Sobresaltado y bastante desorientado, se reincorpora sobre la cama, percatándose de que esa no era su recámara y de que no había rastros de su hija.

--¡Horin! -llama horrorizado al caer en cuenta de que su pequeña probablemente ha estado haciendo de las suyas mientras él se dedicaba a dormir.

¿Cómo era posible que no se hubiera despertado también?

Con el corazón en un puño, salió disparado de la cama y se abalanzó a abrir la puerta. Corrió por el pasillo y paró de repente al observar objetos tirados por todas partes, un pequeño florero hecho añicos sobre el piso y -lo más desconcertante de todo- a Hoseok acuclillado mientras ayudaba a Horin a levantarse del piso.

--¿Hoseok? - cuestionó totalmente perdido, más cuando este lo miró con una expresión de júbilo y susto que lo hacía lucir como un desquiciado.

--Ya camina. -el pelioscuro dice con una sonrisa orgullosa en sus labios antes de ponerse en pie con su hija en brazos --La hubieras visto, solo salió corriendo de la nada.

Taehyung se recostó en la pared cuando la adrenalina abandonó su cuerpo. De repente sus piernas parecieron incapaces de sostener su peso, por lo que se deslizó lentamente hasta caer sentado en el frío piso. Inhaló aire profundamente y se obligó a no maldecir en voz alta ante el tremendo susto que aquel par le había dado.

--¿Estás bien? -el mayor le pregunta al peliazul tras varios segundos en lo que este permaneció inmóvil en su lugar --Lamento si te despertamos, no era nuestra intención. -se disculpa, su tono alegre contrastando con sus palabras.

--¿Qué haces aún aquí? -pide saber, su pregunta provocando que el contrario frunciera el ceño y dejara de sonreír.

--¿Esperabas que me fuera?

--La verdad es que sí. -dice con sinceridad --Creía que te marcharías tan pronto como saliera el sol.

--Lamento decepcionarte. -musita, sin rastro alguno de buen humor --Supuse que agradecerías el que me quedara el tiempo suficiente para hablar de lo que pasó anoche.

Taehyung evitar mirar a Hoseok y sus mejillas adquieren un intenso rubor al notar que apenas llevaba puesta una franela holgada, la única prenda de la cual no se había despojado horas atrás.

--Pensé que tenías algo que hacer. -argumenta mientras se afana en lograr cubrir su desnudez.

--Me puedo permitir unos minutos de charla contigo antes de irme. -sentencia agriamente. No entendía porqué Taehyung tenía esa actitud tan distante y esquiva.

Mi Inocente Doncel 《HopeV》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora