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Hoseok observa con peculiar atención como las bonitas facciones del peliazul se contraen a causa del placer. Tuvo que ahogar una maldición cuando las estrechas paredes palpitaron deliciosamente alrededor suyo en el preciso momento en que el delicado cuerpo adverso se convulcionaba violentamente.

Mordió su labio inferior para acallar sus propios gemidos ante la intensa oleada de calor que lo embarga y sus manos se aferraron más a la cintura de un Taehyung cuyo cuerpo -totalmente laxo- se encontraba recargado sobre él. Sus embestidas se tornaron cada vez más frenéticas hasta que la dulce liberación finalmente llegó, acompañada del nombre del menor escapando de sus labios con ferocidad tras el orgasmo más devastador de su vida. Mas exhausto de lo que ha estado alguna vez, se dejó caer hacia atrás, llevándose al adverso consigo. Taehyung apenas se movió, quedándose profundamente dormido casi al instante mientras Hoseok intentaba recuperar el aliento.

Tras largos minutos, el mayor se obligó a moverse para acomodar al peliazul sobre la cama, quien se abrazó a una almohada, siendo esta lo primero que sus manos palparon y viéndose tan adorable que el pelioscuro no pudo evitar sonreír enternecido.

Después de un rato contemplando la imagen de su joven esposo, Hoseok se sorprende ante la ausencia de la familiar sensación de culpabilidad que tanto lo había acompañado en antaño, siendo precisamente los momentos post-orgásmicos cuando más hostigante se volvía.

Pero no estaba presente. En su cabeza no existía ninguna sensación más allá de una satisfactoria plenitud.

No sabe en qué momento se quedó dormido, pero lo hizo, despertándose de repente sin un motivo aparente. Miró a su izquierda, donde Taehyung dormía profundamente aún abrazado a la almohada.

Sonrió de lado.

Durante su matrimonio había descubierto esta peculiar costumbre del menor, para quien era indispensable tener algo entre sus brazos para conciliar el sueño.

Él mismo había sido su almohada favorita durante meses.

Si bien casi siempre resultó una tortura tener el juvenil y tentador cuerpo pegado al suyo, jamás fue capaz de privarse de su cercanía a pesar del trabajo que le costaba contenerse de tocarlo cómo su instinto le exigía.

Solo Dios sabe de donde sacaba fuerzas la mayor parte del tiempo, ya que la concepción de Horin era la prueba irrefutable de su flaqueza.

Dejando escapar un suspiro, se dispuso a levantarse y se dirigió hacia la cómoda, donde había dejado su ropa interior secándose hace unas horas. Tras colocársela se dispuso a salir de la recámara de Seokjin y se dirigió hacia la de Taehyung. Una vez allí, vio a su pequeña desparramada sobre el colchón mientras que una especie de fuerte hecho de almohadas la rodeaba.

Se encaminó hacia Horin para tomarla con sumo cuidado entre sus brazos y llevarla consigo de regreso. Al entrar nuevamente a la recámara de Jin, notó que Taehyung entreabría apenas los ojos. Acostó a Horin al lado del peliazul y este de inmediato pasó un brazo por sobre el diminuto cuerpo. El pecho de Hoseok se calentó ante la enternecedora escena y no dudó en ocupar su lugar en la cama, imitando la acción de extender su brazo para envolver protectoramente a ambos.

***

Hoseok hace una mueca de disgusto al ver su sueño interrumpido por unos débiles pinchazos alrededor de su rostro. Gruñe bajito antes de cubrirse con su antebrazo, pero entonces unos gorgojeos infantiles le hacen recordar de golpe donde está. Abre los ojos lentamente solo para toparse con las pequeñas orbes de su hija, quién le sonríe feliz tras al fin lograr tener su atención. Antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, ya tenía la excesivamente húmeda boca de Horin sobre su rostro, babeándolo y haciéndole cosquillas en el proceso.

Mi Inocente Doncel 《HopeV》Where stories live. Discover now