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𝗘𝗹 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗢𝗲𝘀𝗲𝗱

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Se acercaba la Navidad.

Una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve.

Heather había despertado con una energía sobrenatural que hace tiempo que no tenía. Se levantó de su cama, sin molestarse en tenderla o en disculparse con sus compañeras de cuarto —que habían gritado asustadas por el repentino movimiento de Heather, a quien creian dormida—, fue directo a su baúl. Y, sin importarle las miradas desconsertadas de sus compañeras de dormitorio, se vistió y salió a toda prisa de su dormitorio.

No supo como llego, pero pronto se encontraba recostada boca arriba debajo de la sombra de un gran árbol que se encontraba cerca del lago.

Sus ojos estaban cerrados, sus fosas nasales ardían por la temperatura del lugar y sus oídos captaban a la perfección los pasos que se acercaban a donde ella se encontraba.

Se levantó y apoyó su espalda en el tronco del árbol, sintiendo como el frío traspasaba un poco la tela de su túnica y el suéter que se había puesto encima de su uniforme.  Era un suéter demasiado grande, con franjas rojas y azules.

Levantó la mirada justo a tiempo para atrapar a Hermes intentando ser cauteloso para acercarse y asustarla.

—¿Por qué volteaste? Estaba a punto de asustarte, no estaba tan lejos —se quejó Hermes.

—Fue inconsciente.

—Si, claro —rezongo, dejándose caer a un lado de Heather.

Al ambiente lo reino un silencio.

El lago estaba sólidamente congelado, pero aquello no le quitaba lo interesante. Porque, si prestabas la suficiente atención, podías notar los movimientos del calamar gigante en ciertas partes del lago.

El lugar estaba tan tranquilo que Heather volvió a cerrar los ojos y recargo su cabeza en la madera del tronco. Por su mente paso toda su estadía en Hogwarts y una duda inundó su mente.

—¿Por qué te enojaste conmigo la mañana antes de mi primer partido? —Soltó de repente a Hermes. Desde aquello no había preguntado el porque le habia dado a tragar una tostada de manera tan brusca, y le generaba curiosidad.

𝖧𝖾𝖺𝗍𝗁𝖾𝗋 𝖩𝗈𝗌𝖾𝗉𝗁𝗂𝗇𝖾 𝖯𝗈𝗍𝗍𝖾𝗋Where stories live. Discover now