La historia es +18, advertencia de contenido adulto, existe la violencia y los escenarios sexuales a medida que avanza la historia. Por favor, leer con discreción.
Todos los personajes en mi historia son
mayores de edad.
❌ QUEDA TERMINANTEMENTE P...
En tres días partían hacia Inazuma, la viajera necesitaba volver a ver a sus amigos y despejarse un poco, ella se merece tener un poco de paz mental.
Además necesita volver a ver a Gorou para saber cómo se encuentra y comprobar si se estaba recuperando bien.
Lumine termino de armar su bolso, no tenia muchas cosas. Empacó toda la ropa que le había regalado Tartaglia y además cuatro camisas de su uniforme de las que ella ya se había adueñado.
Lumine, deambulando por la residencia, también vestida como siempre con una de sus camisas, busco a Tartaglia para estar cerca de el.
Tartaglia estaba recostado sobre el sillón, descansando. Lumine se le abalanzo encima y lo abrazo. Se quedó a horcajadas encima de el. También le dió muchos besos en su mejilla. El Fatui estaba encantado de recibir tanto amor.
- Eres la mujer de mis sueños, Princesa. - Le dijo Tartaglia entre besos apasionados - Haces que mis días sean especiales solo por tenerte cerca mío.
Lumine solo le respondió con húmedos besos. Ambos jugueteaban con la lengua del otro. Tataglia acariciaba cada parte de su cuerpo.
- Ajax, me gustan mucho tus camisas, pero creo que te gusto mucho más sin ellas. - Lumine empezó a desabotonarse la camisa con sensualidad.
- Y no te das una idea de lo sexy que eres cuando gimes para mí - Tartaglia la miro a los ojos y luego dirigió sus dientes a uno de sus hombros y la mordió- Quiero comerte toda, hasta tu aroma me vuelve loco.
El clima lujurioso y apasionado se apagó por una ráfaga fría de viento. Cortando el romance como si fuese una cuchilla.
Una nube de partículas negras y verdes apareció en el medio de el salón principal.
Tartaglia al reconocer la nube de partículas ya sabía de quién se trataba.
Xiao entro en escena, cruzado de brazos, con un odio en la mirada dirigido hacia el Fatui.
- Se ve que con palabras no entiendes, alejate de Lumine y de mi padre miserable Fatui. - Le grito Xiao, mientras veía con decepción a Lumine por llevar puesto el ropaje del Onceavo.
Lumine fue corriendo hacia el Yaksha para intentar dialogar con el.
- Xiao por favor, es mi elección estar aquí con el. Y tu padre también lo aprecia mucho. ¿Es muy difícil para ti entender eso? - Le dijo Lumine en un tono muy triste.
Xiao la ignoro completamente y se dirigió al Fatui.
- Alejate de ellos - Le impuso Xiao con ira en sus ojos.
- Como me rompes las pelotas pendejo de mierda, llegaste en un momento equivocado - Dijo Tartaglia apretando los dientes mientras se ponía de pie.
Lumine se volvió a acercar al Yaksha agarrándolo de uno de los brazos.
- ¡Ya basta! Xiao por favor... Los dos son muy importantes para mí... Tartaglia es muy importante para mi...
Las palabras de la rubia no hacían efecto en el Adeptus.
Lumine era un estorbo para Xiao en este momento, el no quería que ella salga herida y solo pretendía llevársela lejos del Fatui.
Entonces, con su lanza Xiao encerró a Lumine en una prisión de viento para que no resulte lastimada y alejo con una mano y el viento de su visión esa prisión a la punta más lejana de la sala de estar en la que se encontraban.
La viajera intento gritar el nombre del Arconte para invocarlo, pero el ruido de las ráfagas de viento ahogaban su voz. No podía oír lo que sucedía, y tampoco la podían escuchar.
- ¿Encerraste a Lumine para protegerla o para que no pida el auxilio de tu padre? - exclamó desafiante el Fatui. - Escúchame Xiao, muero de ganas de hacerte mierda, me venís provocando hace mucho tiempo ya, pero mi respeto por tu padre es más grande, no puedo matarte, pero si te alejaré de mi en la que des el primer paso. Y prepárate, porque te va a doler.
- No pronuncies el nombre que me dió mi padre, Fatui asqueroso
- ¿Ahora te preocupas por tu padre? No me hagas reír.
- Es mi última advertencia, quiero que te alejes de mi padre y de Lumine.
- Eso no va a pasar, borratelo de la cabeza, pendejo molesto.
- No solo eres la billetera de mi padre, ¿Eres su putita verdad? - Pregunto Xiao con asco.
Tartaglia deja largar una pequeña risa.
- ¿Su putita? También, digamos que no me molestaría, de todas formas es un Arconte, no me negaría a arrodillarme y llenarme la boca de su semen o complacerlo con mi verga si así me lo pidiese.
Xiao frunció las cejas y apretó los puños con ira e indignación.
Tartaglia uso esas palabras para provocar al Yaksha, el Fatui se estaba conteniendo como un vampiro cuando huele el olor de la sangre, está luchando contra su instinto de guerra de destrozar a su adversario. El veía como Xiao apretaba los dientes de la cólera.
- Quiero que dejes de un lado tu arco, yo dejaré de lado mi lanza, quiero disfrutar matarte con mis propias manos. - Ordenó Xiao.
Tartaglia sonrió y dejo con suavidad su preciado arco Herrumbre en el suelo e hizo un gesto alzando las manos demostrando que están limpias.
Y después, con una de sus manos, el Fatui le hizo otro gesto al Adeptus, indicándole que se acerque.
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