La historia es +18, advertencia de contenido adulto, existe la violencia y los escenarios sexuales a medida que avanza la historia. Por favor, leer con discreción.
Todos los personajes en mi historia son
mayores de edad.
❌ QUEDA TERMINANTEMENTE P...
Tartaglia, que estaba apesadumbrado y abatido, dejó caer más de una lágrima en frente del Arconte, mostrándole lo que ahora sería una de sus mayores debilidades: Lumine.
- No deberías verme en este estado. - planteo el Fatui, poniéndose de pie y tomando un pedazo de papel higiénico para sonarse la nariz.
- Es bueno llorar cuando sentimos mucha tristeza o pesadumbre, es un mecanismo biológico necesario para regular nuestro organismo, integrar nuestras emociones, expulsar toxinas, liberar estrés y en este caso, desahogarnos con los demás. - Zhongli vio como el Onceavo largo una risa.
- Me haces reír Xiangsheng - Tartaglia le dió un golpe amistoso en el hombro. - No necesito una clase de biología.
- Me llama la atención que me llames por mi apellido. -
Una voz entrecortada se escuchó:
- T-tart... - Lumine empezó a tocer.
Lumine habia recuperado la conciencia. Tartaglia abrió los ojos como platos y salió del baño corriendo hacia ella.
Vio a Lumine sentada sobre el respaldo de la cama, mientras se tocaba las costillas.
- ¡Mi amor! ¡Que alivio! - Tartaglia no pudo evitar abrazarla y luego darle muchos besos ruidosos en las mejillas. - ¡Me tenías muy preocupado!
- Childe, no quiero parecer frío y distante, pero te aconsejo que la trates de una forma más delicada - Zhongli se acercó a la viajera, y le acaricio la cabeza - Me alegra mucho que estés bien.
- ¿Dónde está Xiao? - Pregunto Lumine mirando al rededor.
- ¡Ey! ¿Podrías preguntar primero por tu amante favorito no? - Tartaglia le dió una reprimenda amistosa y volvió a darle un beso en la mejilla más delicado está vez.
- Xiao está bien. - Le respondió Zhongli. - Yo ya me retiro así puedo hablar con él y además los dejo solos. Que se recuperen. Mañana vuelvo a ver cómo se encuentran.
Lumine lo despidió con una sonrisa mientras se reía de lo mimoso que estaba el heraldo con ella.
━━━━━━✧❂✧━━━━━━
Ya era la hora de la cena, Lumine se quiso levantar de la cama del heraldo para cocinar y Tartaglia se lo impidió.
- Cocino yo princesa, no te preocupes. - Tartaglia se dirigió a la cocina. - Vamos a comer en mi cama, tratemos de no ensuciar las sábanas.
El heraldo era muy adicto a la limpieza, pero obviamente el no era el que limpiaba. El quería que todo esté limpio e impoluto, mientras limpiaban otros,claro.
Por otro lado, Lumine estaba un poco preocupada, el Fatui no cocinaba para nada bien.
Al cabo de unos minutos, Tartaglia volvió con una bandeja con muchos sánguches de jamón y queso. Era sabido que el heraldo no podía más que eso.
Lumine al ver la cena, entro a reírse y a burlarse un poco de él.
- ¡Pero que comida más elaborada y gourmet! - Contesto Lumine con tono burlón.
Tartaglia la miro de reojo.
- Ya se, ya se, mis manos no sirven para cocinar. - Suspiró Tartaglia, cambiando el tono de voz a uno más lascivo. - Mis manos sirven para darle placer a la viajera más linda de todo Teyvat.
Tartaglia le dió un beso fuerte y ruidoso en la mejilla. Luego de eso, empezaron a comer.
Al terminar la cena, Tartaglia suspiró y decidió confesarle algo a Lumine que tenía atragantado.
- ¿Princesa, te diste cuenta que rompiste la promesa que tenías conmigo no? La de no interponerte cuando estoy atacando.
- Lo sé Ajax, perdón. Pero no sé si es una promesa que de verdad pueda cumplir. - Lumine agachó la cabeza.
Tartaglia frunció el seño, su respuesta lo había fastidiado un poco.
- ¿Y si vuelves a interponerte y después no puedo salvarte? No todo puedo solucionarlo con dinero. No es muy difícil lo que te estoy pidiendo Lumine, estoy intentando cuidarte.
Tartaglia se estaba enojando de verdad, Lumine noto como se empezó a poner un poco nervioso. Pero el solo quería cuidarla. ¿Cómo se le hace entender a una mujer que no vuelva a cometer una locura como esa? Él se conoce muy bien, y sabe que en una pelea pierde un poco el sentido común, ya que luchar es como un éxtasis para él. Por eso tuvo tan pocos reflejos está última vez con Lumine.
Tartaglia se puso de pie, mirando desde arriba a la viajera que estaba sentada en su cama.
- Si vuelves a ponerte en medio de uno de mis ataques, lo nuestro se termina. - Vociferó el heraldo.
Obviamente no iba a terminar con ella, pero quería sonar un poco severo para preocupar a Lumine, el cría que con esa amenaza piadosa, iba a lograr que Lumine no vuelva a interponerse. Todo fue con intención de protegerla.
Por otro lado, Lumine no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Quien se cree que es! Pensaba ella.
- ¡Está bien! Si tan fácil es para ti terminar. ¡Qué se termine entonces! De todas formas sigues pareciendome un demente. ¡Solo te importa el poder y la guerra!. - Grito fuertemente Lumine, mientras se levantaba de la cama del Fatui para irse de la habitación.
Esa última frase le sentó al Fatui como si le arrojaran encima un balde con el agua más fría y congelada de Snezhnaya.
Lumine no es de esas mujeres que se enojan a menudo. Pero de todas formas, su carácter es muy fuerte, nadie la puede pisar cuando está enfadada.
Tartaglia se acercó a ella, tomándola de una de sus manos.
- Tienes que hacer reposo, no te exaltes por favor. - Le rogó serio el Fatui. - Déjame cargarte hacia tu cama, supongo que hoy ya no dormiremos juntos.
- ¡Suéltame! - Le grito Lumine, estaba enrrabiada, no podía creer que Tartaglia pueda amenazarla con terminar con ella por algo como eso.
- Si sigues gritando, tu respiración se exaltara y todavía puedes hacerte daño, tus pulmones están frágiles. - El Fatui intentaba comunicarse con ella, está vez era él el que estaba siendo una persona razonable.
- ¡Te dije que me sueltes, Fatui! - La viajera lo miro de arriba a abajo, con desprecio.
Tartaglia soltó la mano de Lumine, el pudo sentir como su propio corazón se rompia en dos.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
