La historia es +18, advertencia de contenido adulto, existe la violencia y los escenarios sexuales a medida que avanza la historia. Por favor, leer con discreción.
Todos los personajes en mi historia son
mayores de edad.
❌ QUEDA TERMINANTEMENTE P...
En el universo en el cual transcurre mi historia, Shongun Raiden fue vencida. Pero sin embargo, La Signora pudo escapar y sigue con vida.
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El Fatui sentía como le ardía la cara, sentía como se le formaba una sensación muy fea e indescriptible en el pecho. También, esta sensación era nueva para él, ya que al nunca antes haberse enamorado, no sabía lo que era tener celos.
¿Porqué mierda se da el lujo de acercarse tanto a Lumine? ¡Y encima besarla! Era solo un beso en la mejilla, pero era más que suficiente. ¿Acaso es un ex amor de ella? No, no puede ser. Lumine no miente. Y ella solo había estado con Xiao.
Todas esas cosas pasaban por la cabeza del Fatui.
Mientras tanto, el Arconte, miraba la escena cariñosa entre Lumine y su amigo y a la vez miraba de reojo al Fatui. Pudo ver cómo le empezó a titilar uno de los ojos de la ira mientras disimulaba los celos acumulados con una sonrisa falsa.
Zhongli se acercó al Fatui, hablándole en el oido de forma muy disimulada para que no parezca mala educación.
— Childe, te recuerdo que el asesinato es ilegal.
— No hace falta que yo me ensucie las manos. Puedo mandar a un recluta para que se encargue de él.
— No hagas que te detenga, Childe.
Lumine, ni se percató de los celos de su amado. Es más, el gesto amoroso de Thoma le pareció de lo más normal, ya que el rubio solía ser una persona muy cariñosa y efusiva.
— Thoma, déjame que te presente a unos amigos que conocí en Liyue. — La viajera se dispuso a presentarlos. — Zhongli es asesor de una funeraria muy prestigiosa de Liyue, y Nobile es un trabajador de Snezhnaya.
Lumine sabía muy bien que no podía llamarlo por su nombre de Fatui, sino que tenía que usar su nombre clave de Liyue.
— Un gusto conocerlo jóven Thoma. — El Arconte lo saludo respetuosamente.
— Woow, están muy bien vestidos, deben ser personas muy importantes. — Thoma estaba sorprendido por las vestimentas de los dos hombres que acompañaban de Liyue.
— Soy importante ¿Acaso te es muy difícil darte cuenta? — Tartaglia le contesto de muy mala forma. Lumine se asombro por los malos modales del Fatui.
— Em... Si... Como digas. — Thoma miro al Fatui como si fuese un bicho raro, y lo ignoro completamente— ¿Lumine que te parece si vamos a ponernos al día en la Casa de Té Komore? Yo invito por supuesto.
Tartaglia se percató que Thoma llevaba consigo una visión pyro, eso le llamo mucho la atención, el rubio no era una persona cualquiera.
— Ey tú. ¿A qué te dedicas? ¿Cómo te ganas la vida? — El Onceavo intentó parecer más amable.
— Soy el amo de llaves del Clan Kamisato, su sirviente principal. — Le contesto Thoma de forma amable como es el siempre. — He servido a esta familia hace ya muchísimos años.
— Interesante. — Tartaglia se sintió superior al enterarse de que el era un "simple sirviente".
Mientras los cuatro se dirigían a la casa de té, Lumine y Thoma caminaban más adelante que Zhongli y Tartaglia, poniéndose al día.
— No entiendo porque Lumine es tan cercana a un esclavo. — Tartaglia le comentaba en voz baja al Arconte, desprestigiando a Thoma.
— No hay que avergonzarse de ningún trabajo Childe. Todos los trabajos son dignos de ser honrados.
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Al estar cerca de la Casa de Té Komore, Lumine reconoció a otro de sus amigos, estaba intentando atrapar un escaradiablo de la rama de un árbol.
Lumine se puso muy feliz de ver qué ya estaba fuera de la cárcel.
— ¡Itto! — Lo saludo la viajera.
— ¡Hellowwwww Traveler! — Itto se acercó a Lumine, y para saludarla, le dió un fuerte golpe amistoso en el hombro, pero a Lumine le dolió tanto y la tomo tan de sorpresa que ella pego un corto grito de dolor. Itto hasta le dejo los dedos marcados.
Velozmente, sin que nadie lo vea venir, Tartaglia tomo fuertemente de la muñeca de Itto, alejándola de Lumine.
Se escuchó un ruido extraño, el mismo ruido que hacen los huesos al romperse.
El Fatui lo tomo tan brutalmente de la muñeca al Onni, que únicamente con la fuerza de una de sus manos que le quebró los huesos de la muñeca. Tartaglia miro a Itto, con cólera a los ojos.
— Si la vuelves a lastimar, te prometo que voy a torturarte hasta la muerte.
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