𖧷 Capítulo 36 𖧷

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Lumine le regaló una sonrisa y una mirada que brillaba a la luz de la luna.

- En estás tres naciones conocí personas muy importantes para mí. - Lumine abrazo fuertemente al Fatui por su cintura. - Pero tu eres lo más especial que me regaló este mundo. Tartaglia, Childe, Nobile, Ajax... También te amo.

El Fatui le sonrió y la arrinconó contra el barandal de color rojo. Se acercó a sus labios y beso de ellos.

- ¿Princesa, porque no nos despedimos de esta hermosa ciudad?

El Fatui volvió a acercar sus labios hacia los de ella, la tomo de su nuca, atrayendola más hacia el.

Lumine ya sabía lo que iba a concluir. Y estaba de a cuerdo con que eso pase.

- ¿Tartaglia y si nos ven? ¿No me dijiste que seamos discretos?

- ¿Ves a alguien? Tranquila, estamos solos. Puedo sentir si alguien se acerca.

La boca del Fatui recorría el cuello de la viajera acompañado de mordidas.

Tartaglia puso su rostro frente al de ella, mirándola lascivamente. El acercó su manos (que aún tenían sus guantes de cuero puestos) a la boca de Lumine. Él con una de sus manos abrió la boca de la viajera, y con la otra mano, dirigió dos de sus dedos dentro de la boca de Lumine.

- Quiero que los chupes como si fuese mi verga. Y quiero que me mires a los ojos mientras lo haces -

Lumine se limito a obedecer.

Tomo al Fatui de la muñeca que estaba usando para ingresar en su boca y empezó a jugar con su lengua y sus labios. Embarrando de saliva esos dos dedos.

Tartaglia quitó sus dedos de la boca de la viajera y los acercó a su boca, saboreando la saliva de ella.

El Fatui se arrodilló y levantó el vestido de Lumine, pudo ver las bragas blancas que llevaba puestas. Pero poca atención le prestó, porque instantáneamente las corrió, dejando ver frente a sus ojos la intimidad de ella.

- Como me calienta verla, es tan pequeña y perfecta, podría masturbarme con solo verla. - El Onceavo acercó su nariz a su feminidad, el suave olor de la intimidad de la viajera era un afrodisíaco para él. - Siento que quiero besarla suavemente y destrozarla a la vez.

Con una mano sostenía el vestido, y con la otra abría los pliegues de Lumine, devorándolos con la mirada. Al Fatui le encantaba examinar el cuerpo de la tan famosa viajera. Sentía orgullo en el mismo al ver partes de ella que nadie más podía ver.

Al abrir los pliegues, pudo ver más de cerca toda la humedad que estaba arrojando Lumine. Le hacía feliz provocar mucha exitacion en ella.

Empezó a "juguetear" con los labios vaginales internos de ella, pellizcandolos, estirandolos, acariciandolos. Él, que seguía arrodillado, alzo la cabeza para ver a Lumine, estaba rojisima, mordiendose la mano para no gemir y no hacer mucho ruido.

- No hay nadie princesa, puedes quitarte la mano. Quiero escucharte.

Lumine no le hizo caso.

Tartaglia vio como seguía en la misma posición, mordiendo su mano.

- Entonces me vas a obligar a hacerte gritar.

Sin previo aviso, el Fatui ingreso bruscamente dos de sus dedos dentro de Lumine. (Seguía con los guantes de cuero puestos) Ella no pudo evitar pegar un grito de sorpresa.

El continuo moviendo sus dedos, se movían ágilmente de adentro hacia afuera, y también, él no aguanto más y acerco su lengua a la intimidad de ella, saboreandola por fin.

- Eres deliciosa, tu sabor es un manjar para mí.

Ambos estaban prendidos fuego.

Lumine empezó a gemir más fuerte y a hacer pequeñas contracciones. El Fatui ya conocía el cuerpo de ella, y sabía que estaba por acabar.

Ella tiró la cabeza hacia atrás y sus ojos se ponían en blanco. Su respiración se agitó.

El Fatui seguía haciendo el doble trabajo, sus dedos y su lengua. Él estaba que ardía. Sentia su virilidad tan grande y dura que creía que iba a romper su pantalón.

Lumine llegó a su orgasmo, pero esta vez surgió algo distinto, empezó a largar un poco más de fluidos, como si salieran de ella en forma de un pequeño chorro. El Fatui al darse cuenta, abrió toda su boca y la acercó a la entrepierna de ella, tragando el líquido que expulsó Lumine sin desperdiciar nada, como si estuviese sediento.

Que orgasmo más envidiable.

Lumine de a poco volvía en si, el Fatui se mojo un poco el flequillo por los líquidos de ella. Pero como si fuera poco, con las dos manos abrió la intimidad de ella, viendo bien de cerca como palpitaba su clítoris después de semejante placer.

La entrepierna de el estaba a punto de estallar, necesitaba atención.

- No puede ser que me enloquezcas tanto viajera - El Fatui la puso de espaldas a ella, empujando la espalda de ella para abajo, haciendo que ella se sostenga de la roja baranda.

Levantó su vestido, y el se quitó rápido el cinturón y abrío rápido la cremallera de su pantalón. Dejando libre su masculinidad que no aguantaba mas.

Tomo fuertemente el cabello de la viajera con una mano, y con la otra su virilidad. Apunto la punta de su miembro hacia la entrada de Lumine, pero aún no entro en ella, refrego todo su miembro en los pliegues de ella. Y después de eso, embistió su masculinidad con toda su fuerza.

Lumine pego otro grito ahogado, estaba extasiada. Su cuerpo estaba rojo del placer.

El siguió embistiendo fuertemente, con la vista de su trasero y de fondo la ciudad de Liyue..

El le daba lento pero muy duro, sin parar, llegando hasta el fondo. Parecía que la iba a romper.

El Fatui siguió hasta llegar a su límite, liberando entre duros suspiros todo lo que tenía en su interior para ella.


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Después de limpiarse como podían (después iban a tener que continuar su limpieza en el camarote del barco) se encontraron con Zhongli. Que estaba parado apoyado de espaldas hacia una de las paredes rojas del lugar. Estaba con muy mala cara.

- Es un gusto verte Lumine, gracias por dejarme acompañarte. - Zhongli si miro amablemente a ella, pero no miro de la misma forma al Fatui. - Sepa disculpar mis malos modales, pero necesito hablar con este caballero a solas un momento.

Zhongli lo tomo fuertemente del brazo, y subieron unas escaleras.

- ¿Porque tanto misterio? - Preguntó el Fatui.

- Que sea la última vez que te vea faltarle el respeto de esa forma a mis tierras. - Zhongli lo reprimió en voz baja. - Tienes dinero más que suficiente para tener relaciones sexuales en un lugar privado.

- No exageres, no había nadie. ¿Vos nos viste?

- No los ví pero pude sentirlos, las paredes de Liyue tienen oídos para mí, no vuelvas a tener esa sucia osadía en los lugares públicos de mi ciudad.

- Está bien, está bien, ya entendí. No te enojes.

NADA ES GRATIS. - FanFic adulto Chilumi / Tartaglia /Lumine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora