La historia es +18, advertencia de contenido adulto, existe la violencia y los escenarios sexuales a medida que avanza la historia. Por favor, leer con discreción.
Todos los personajes en mi historia son
mayores de edad.
❌ QUEDA TERMINANTEMENTE P...
Tartaglia bajo a Lumine para que apoye sus pies en el suelo. A pesar de la felicidad, estaban muy nerviosos.
- Creía que me ibas a abandonar. - Lumine se limpiaba sus lágrimas y acto seguido estiró uno de sus brazos para limpiar las lágrimas del Fatui.
- ¿Porqué haría eso? - Tartaglia se reía. - Si eres lo más importante que tengo en mi vida. Y además... siempre anhelé ser padre.
- ¿En serio? No sabía nada - Lumine vio que el Fatui se sentó en el sillón para después ella sentarse sobre sus piernas.
- Al faltarme mucho amor por parte de mi padre, siento que yo quiero y puedo ser distinto a él. Quiero darle a un hijo todo el amor y la comprensión que el no me dió.
- Sé que vas a ser el mejor padre del mundo, y el más dulce. Confío plenamente en ti como papá. - Lumine llevo una mano del Fatui a su vientre, Tartaglia intentó sentir al bebé con las manos, pero no sintió nada, a penas se estaba formando.
Tartaglia al tocar la panza de Lumine para sentir a su propio hijo volvió a lagrimear. Él abrazo de nuevo a Lumine con todas sus fuerzas.
- Te amo princesa, te amo con todo mi corazón. - Tartaglia hundía su rostro en el hombro de Lumine.
- Yo también te amo, con todo mi ser. - Lumine acariciaba la cabeza del Fatui con dulzura mientras Tartaglia no paraba de llorar.
Una puerta se escuchó abrirse, era Zhongli que necesitaba acercarse a la pareja. Aunque no estaba lejos, se mantuvo cerca escuchando toda la conversación.
- Una vida llegará de sorpresa al mundo terrenal, pero siendo totalmente deseada y amada por ambos padres, estoy plenamente feliz por ustedes. - Les exclamó Zhongli mientras se acercaba a ellos.
Tanto Tartaglia como Lumine se sorprendieron al ver los ojos rojos y llorosos del Arconte.
Zhongli primero se acercó a Lumine para felicitarla.
Y luego, con una mirada dichosa y de orgullo, se acercó a Tartaglia. El Fatui no se contuvo y también lo abrazo fuertemente.
- ¿Zhongli, quieres sentirlo? - Lumine señaló su vientre.
- Cuando yo quise sentirlo recién no sentí nada. - Bufó el Fatui.
Zhongli se quitó ambos guantes y los apoyo en el sillón. Y dirigió ambas de sus manos al vientre de Lumine.
Él, que todavía conservaba algunos dones divinos, pudo sentir una sensación cálida que desprendía Lumine de su vientre.
- Puedo sentirlo. - sonrió el Arconte.
- ¿Porque tú puedes sentirlo y yo no? A ver, apártate. - Tartaglia corrió las manos del Arconte para intentar de nuevo.
Tartaglia se deprimió un poco al no sentirlo.
A Lumine le causaba mucha gracia esta situación.
- Creo que mi hijo ya no me quiere. - Comentó Tartaglia en tono triste.
Tanto Lumine como Zhongli se empezaron a reír de él, no con él.
- Yo puedo sentirlo porque antes fui un Dios. - Zhongli le dió un breve golpe en la cabeza al Fatui. - Tus celos no tienen remedio, Childe.
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Esa misma noche, ambos recostados en la cama en pijama, Tartaglia y Lumine no paraban de hablar.
- Me gustaría hacer una reunión con todos mis amigos para celebrar, sé que todos estarán muy contentos. - Le comentaba Lumine.
- Entonces así será, los deseos de mi princesa son órdenes.
- Podemos hacerla aquí en Inazuma y que mis amigos de Liyue y Mondstadt vengan en barco.
- Perfecto, yo me encargaré de todos los gastos. No voy a invitarlos a la celebración de mi hijo y hacerles pagar los pasajes.
- Me haría ilusión que tu familia también venga.
- Van a venir. - Sonrió Tartaglia. - Tengo la esperanza de que mi padre se ablande conmigo al enterarse que va a tener a su primer nieto.
- ¡Entonces mañana mismo empiezo a escribir las cartas con la noticia y la invitación!
- Perfecto, les pediré a mis subordinados que las entreguen en mano.
- Mañana empiezo a escribir las cartas entonces. - Lumine se avalanzó lentamente encima del Fatui, quedando encima de él de forma sugestiva. - ¿Y si festejamos la gran noticia? Te extrañé estos días.
Lumine dirigió sus labios directamente al cuello del Fatui, deslizando su lengua lentamente por la zona, provocandole muchas cosquillas lujuriosas.
La viajera que estaba encima de el, podía notar como su entrepierna iba creciendo.
El Fatui la tomo del cuello.
- A partir de ahora voy a tener que cogerte despacito. No vaya a ser que despertemos a nuestro hijo. - Tartaglia al decir eso se quedó soprendido y pensativo. - Princesa, espera un momento.
- ¿Que sucede? - Lumine no entendía como Tartaglia paso de estar de una forma libidinosa a estar preocupado.
Tartaglia de los nervios se paró de la cama y empezó a caminar nervioso en círculos.
- No podemos tener sexo hasta tener asistencia médica. ¿Y si cuando estoy dentro tuyo lastimo a nuestro hijo?
Lumine casi se ahoga de la risa.
- Ajax, eso es imposible. - Lumine no paraba de reír.
- ¡No lo sabemos! No te olvides que tu eres muy bajita, tu canal vaginal debería ser más corto que uno de una mujer más alta. Y la mia mide 20cm. Eso sería un total de un 13,3% de tu cuerpo.
Lumine lo veía con mucha gracia, y mientras más incongruencias decía por preocupación de "herir" a su hijo, más y más se enamoraba de él.
- Está bien, vamos a un médico así nos quedamos tranquilos. Aunque sospecho que la doctora va a reírse de tí. - Lumine se puso de puntitas, tomándolo de las mejillas para darle un beso en los labios.
- Hasta no ir al médico no vamos a hacerlo. - Tartaglia estaba decidido a informarse antes de hacer cualquier movimiento.
Ambos volvieron a la cama, querían intentar dormir. Hoy fue un día lleno de emociones.
Los dos ya recostados, de costado, mirándose el uno al otro con amor.
- Te amo con cada parte de mi ser princesa, lo digo en serio, todo mi amor te pertenece. - Tartaglia acaricio su mejilla.
- Yo también te amo mucho Ajax... Digo... Nosotros también te amamos mucho.
Tartaglia al escuchar lo último que dijo Lumine, no pudo evitar volver a ponerse a llorar de felicidad.
La viajera se pasó la noche entera intentando consolar a Tartaglia para que pueda dormir.
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