𖧷 Capítulo 3 𖧷

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Lumine se despidió del arconte haciendo una leve reverencia

-¡Nos vemos luego!- exclamó Lumine.

Por suerte el Banco del Reino del Norte se encontraba a una escalera de distancia. La viajera se dirigió a la puerta, allí se encontraba Vlad, el guardia Fatui del lugar.
Este le permitió el acceso y Lumine entro, hacia ya bastante tiempo que no entraba al Banco del Norte, también le sorprendió que existan habitaciones para huéspedes. Ella sabía que es un lugar completamente controlado por los Fatui.

Al final del camino, en el mostrador, se encontraba Ekaterina, que uno de sus roles en el lugar eran las tareas de recepción.
Lumine se acercó al lujoso mostrador.

-Buenas noches Ekaterina, necesito el acceso a la habitación de Tartaglia- dijo Lumine con una voz segura, aunque por dentro estaba llena de nervios.

-¿Perdona? ¿Quién te proporciono esa información del Heraldo?- exclamó la Fatui con un tono de desagradable.

- Vengo de parte de Zhongli. El me comentó que Tartaglia se encontraba aquí, y necesito... verlo. - Suspiró

Ekaterina se dió media vuelta, sin omitir palabra alguna. Se dirigió a la trastienda de la escalera ubicada en la derecha y subió al siguiente piso.

Al cabo de unos minutos, la Fatui bajo, y acercándose a Lumine, le pidió de una forma seca que la acompañe.

En el siguiente piso subiendo las escaleras al fondo del largo pasillo, Lumine se encontraba en frente de la puerta del Onceavo, Ekaterina se dió media vuelta y se marchó a su lugar.

Titubeando en frente de la gran puerta de madera, agarro la manija dorada dispuesta a entrar a la habitación.

La habitación era lujosa, digna de Tartaglia. Las paredes se teñian de un empapelado rojo. Había un ventanal grande con vistas hacia las montañas. En el medio se encontraba una cama matrimonial, con sábanas bordadas con arabescos marrones y dorados. La decoración combinaba con la fachada del banco.
Allí de frente a la puerta se encontraba el Onceavo de brazos cruzados, mirándola despectivamente de pies a cabeza.

- Hola princesa, es de muy mala educación aparecerte en la habitación de un Heraldo sin avisar- proclamó Tartaglia.

Tartaglia en este momento no parecía una amenaza, estaba con su uniforme de Fatui menos con la chaqueta gris, dejando ver la camisa bordo que llevaba debajo.

Lumine se acercó lentamente, y dirigiéndose a Tartaglia, se agachó hacia el suelo, cerca de sus pies haciéndole una reverencia.

- Por favor Tartaglia, necesito tu ayuda-

El heraldo quedó anonadado, el se esperaba que Lumine lo haya buscado para volver a pelear. El no entendía la situación, pero aún así se agachó, acercándose a la viajera y levantándole el mentón para verla a los ojos.

- Levántate princesa, solo te quiero ver en el suelo después de haber acabado contigo.

Lumine se levanto, sacudió su vestido y levantó su cabeza con el fin de parecer más segura y desafiante.

- Tartaglia, necesito que me des 133.000.000 millones de mora ya mismo-

Tartaglia abrió los ojos sorprendido y no pudo evitar largar una risa mientras se aferraba a su estómago. Risa de Tartaglia que Lumine ya había apreciado antes.

- Okay okay, perdona mi reacción, realmente no me lo esperaba, ¿quieres decirme porque necesitas esa suma de dinero?

- ¿Tengo que decirlo? ¿No puedes simplemente dármelo?

- Si no dices la verdad vete despidiendo de mi ayuda, y más te vale ser sincera, no te va a gustar hacerme enojar.

Lumine suspiró, tristemente tenía que contarle la verdad si quería tener esa cantidad en sus manos.

- Estoy en deuda y amenazada por Dottore-

La sonrisa de la cara de Tartaglia desapareció y agarró a Lumine por los hombros

- ¿Que paso? ¿Ese enfermo quiso usarte como un conejillo de indias verdad? ¿Como lo conociste?

Lumine empezó a contarle la historia a Tartaglia.

- Secuestro a un amigo mío de Inazuma de la visión de Geo. Pretendía experimentar con el. Pude encontrar el paradero de mi amigo gracias a la visión elemental. Sinceramente casi acaba conmigo, fue mucho más rápido y más fuerte que tú. En cuestión de segundos me tenía agarrada del cuello contra la pared cortándome el oxígeno. Pero se ve que tenía que irse rápido a otro sitio, pero no sin antes amenazarme diciéndome que si no le entregaba esa cantidad de dinero el iba a...- su relato fue parado por un dedo de Tartaglia que puso sobre los labios de Lumine para callarla.

- Ya está, no hace falta que me expliques más, a ese desquiciado es mejor tenerlo de amigo que de enemigo- confesó Tartaglia

- ¿Me ayudarás? - pregunto Lumine mirando al heraldo a los ojos.

- Me dejas sin muchas opciones, ese dinero no me hace ni más rico ni más pobre, supongo que no tengo otra opción que entregártelo -

Lumine suspiró de alivio, y volvió a mirar al Fatui a los ojos.

- Gracias Tartaglia, va a ser el único y último favor que te pida-

- Tranquila - exclamó Tartaglia con una voz dulce y acariciando a Lumine suavemente en la espalda para otorgarle ánimos - De todas formas, no sería divertido -

- ¿Que es lo que no sería divertido? - pregunto Lumine con un tono curioso.

- Que te mueras en otras manos que no sean las mías- confesó Tartaglia.


NADA ES GRATIS. - FanFic adulto Chilumi / Tartaglia /Lumine Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon