Capítulo 1

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•Ahí va la niña por el boulevard
llorando el mes de enero
llego el invierno como un criminal
robando su deseo
Ay! Ella esta cansada de disimular
Llego del pueblo hacia la gran ciudad•

De nuevo la misma escena de todos los días.

Miro mi cara al espejo, las marcas aparecieron en mi rostro, la sangre esta sobre toda mi boca, me lavo rápidamente y busco una crema para evitar la inflamación, la coloco suavemente sobre mi rostro y cuerpo, maldito bastardo.

¿Qué impresión daría mañana ante mi nuevo jefe? Mi cuerpo esta adolorido y tengo impotencia de no hacer nada.

Mi nombre es Alice Hill.

Vivo en New York, una de las ciudades mas emocionantes del mundo, mi vida era tranquila, en un pequeño pueblo de Texas hasta el día que decidí mudarme. Pensé que seria una gran aventura, lo fue los primeros meses pero todo cambio hace un año cuando lo conocí.

Solía ser tierno y dulce pero de pronto se volvió agresivo y salvaje. Cada día mis manos tiemblan por temor, lo único que recibo son golpes y abusos.

Mañana comenzaría a trabajar en un nuevo lugar, renuncie a mi trabajo antiguo por el estúpido de mi novio, por desgracia, sus celos hacia mis compañeros de trabajo era la causa de unas largas horas de golpes, decidí cambiar de trabajo, conseguí uno en una de las mejores empresas de esta cuidad, Seymour Enterprises.

Primer día y lastimada, genial, me coloco mi pijama y con muecas de dolor puedo relajar mi cuerpo sobre la cama, suspiro y cierro mis ojos, mi cuerpo estaba devastado, el ruido del trafico y los gritos de personas por las calles era lo único que podía escuchar.

Era lo único que acompañaba mis lagrimas...

Dormir en toda la noche fue algo imposible, miro las grandes bolsas debajo de mis ojos y suspiro, termino de pasar maquillaje sobre los moretones y camino hacia el closet para buscar la ropa de trabajo, mi cuerpo sigue adolorido y me cuesta un poco caminar, al sacarme la pijama la suave tela roza mi piel y eso hace que un escalofrío me corra por todo el cuerpo.

Subo de a poco la falda negra recta, para nada llamativa y meto dentro de esta la camisa blanca a tono con mis tacones.

Una vez lista me miro de nuevo en el espejo, trato de hacer una sonrisa falsa la cual llevaría todo el día. Se lo que me espera en la noche.

Ya se va a cumplir un año, un año donde me oculto de la gente, ya no soy la misma, antes solía ser segura de mi misma y alegre pero ahora todo se cayo en miles de pedazos.

Bajo por el elevador y saludo a la señora de recepción, ella es muy amable conmigo y dudo que no sepa sobre mis maltratos, es imposible no saberlo, trato de no gritar mucho cuando el me golpea pero es inevitable, el dolor me traiciona.

Al llegar a la calle como era de esperar en New York la gente camina apurada, puedo sentir los diferentes olores y los gritos de personas, antes amaba poder ser parte de ellos, poder ser libre, tener una vida como una neoyorquina pero ahora es algo imposible.

Después de ver el gran trafico y ningún taxi vació decido ir caminando hacia mi trabajo.

Mantengo mi paso acelerado, ya es tarde y las reglas de esta empresa son bien claras.

Al caminar o mejor dicho correr unas quince cuadras llego a un gran edificio, puedo ver a lo alto un gran cartel metalizado con las letras de "Seymour".
No puedo seguir observando ya que mis pies me llevan a la gran entrada, después de mostrarles una tarjeta de identificación a los grandes hombres de seguridad, me encuentro en una gran sala.

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora