Capítulo 31

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Sentí como el avión se elevaba cada vez mas hasta que estuvimos en el aire, mire a mi lado y Alec me dedico una sonrisa, yo simplemente se la devolví y gire mi cabeza nuevamente para mirar a través de la ventana.

La noche pasada, luego de la larga platica, Alec me guió hacia una habitación de huéspedes, llore una vez, solo una vez, necesitaba seguir sacando mis penas, trato de poder pensar en positivo pero lo único que tengo en mente es a Steven, su cambio de actitud y su comportamiento. ¿Que sentido tenia desecharme como basura y luego correr detrás de mi?. Solo se que sus palabras me dolieron, sentía que habíamos formado una relación.

Pero sin embargo cosas mas importantes deben ocupar mi mente ahora mismo, necesito un trabajo urgente, necesito recuperar algunas de mis pertenencias ya que la mayoría de mi ropa está en casa de Steven, me refiero a la ropa que tenia en mi apartamento y Steven las mando a buscar mientras yo estaba en el hospital, quiero devolverle el celular que me regalo y sobre todo no quiero nada que me recuerde a el, eso solo me lastima.

El viaje fue como un abrir y cerrar de ojos o solo será que estuve tan metida en mis pensamientos todo el tiempo, el día estaba muy nublado y caía una leve llovizna, Alec llevaba su maleta a la rastra y yo solo tenia mi bolso, subimos rápidamente a un taxi y le dicte mi dirección.

-Menudo día- dijo Alec secando las gotas que me caían por el rostro.

-Aja- solo pude articular.

-¿Te ocurre algo?-

En mis adentros sonreí irónicamente ¿ocurrirme algo? sí y mucho, pero recordé que gracias a el ahora mismo estoy aquí, por recuperar lo poco que queda de mi vida, entonces solo decidí ser sincera.

-Solo me preocupa que me quedé sin trabajo-

-De eso no te preocupes, te ayudare a conseguir uno nuevo-

-Gracias, enserio, esto significa mucho para mi-

-No es nada-

El taxi freno frente al edificio que se me es tan familiar, quería estar sola, quería acomodar mis ideas, pero no quería ser descortés con Alec.

-¿Quieres pasar?- pregunté.

-No, esta bien, tengo que hacer algunas llamadas, mañana vendré-

Yo creo que solo eran excusas y el me conoce lo suficiente para saber que necesito soledad, le di un beso en la mejilla y salí rápidamente del taxi y corrí hacia el edificio, ya que la lluvia había empezado a aumentar.

En recepción pedí una llave, ya que no tenia ni siquiera una de las dos que me dieron, subi por el elevador y camine por el largo pasillo hacia mi apartamento.

Al abrir la puerta todo estaba en silencio, pero con algunas diferencias, lo podía notar.

Prendí las luces y me quede paralizada, todo había desaparecido y ahora habían cosas mas modernas y mejores, sin duda, mis viejos sillones ahora fueron remplazados por unos sillones negros de cuero con almohadones tallados a mano en negro y blanco, donde se encontraba mi pequeño televisor ahora había otro pero mucho mas grande y sobre la pared, de los modernos, la alfombra que antes tenia algunas manchas de sangre desapareció y ahora cubre todo el suelo una blanca y bastante costosa, los muebles fueron cambiados por otros, a tono con toda la decoración, mi viejo horno desapareció y ahora hay uno muy nuevo, la vieja barra de madera ahora es una de mármol y sobre el hay un microondas, solo mire las cosas importantes, pero todo tipo de detalles hay por todos lados, camine hacia mi habitación y me quede sin aire, lo que antes era una gran habitación con solo un mueble, escasa ropa y una solitaria cama en el medio con una mesita y un velador, ahora era completamente diferente, una gran cama se encuentra en el medio con un hermoso acolchado, hay dos mesitas a cada lado con un velador en cada una, sobre otro costado hay una pequeña biblioteca repleta de libros, al lado hay un pequeño sillón rojo, pero lo mas raro fue la sorpresa que me di al abrir mi armario que remplaza al antiguo, mis viejas ropas están colgadas incluyendo la mayoría de las ropas que Steven había comprado o por lo menos tenia en el gran vestidor, mire al costado y vi otro mueble pero mas pequeño, donde estaban todos los zapatos de diversos colores.

Mire por todos lados para encontrar alguna carta o alguna explicación pero no había nada, corrí hacia la cocina y abrí el refrigerador, dentro estaba repleto de comida, suspire y deje el bolso sobre un perchero, que por cierto es nuevo, corrí escaleras abajo y fui a recepción y vi a Ana, la mujer de recepción.

Como estaba hablando por teléfono me puse a esperarla mordiendo mis uñas por los nervios.

Luego de unos quince minutos ella colgó y se dio vuelta para mirarme sonriente.

-¿Puedo ayudarte en algo?-

-Si, se que sonara raro, pero he estado fuera del estado y ahora que volví note que habían muebles nuevos, yo no he dado el permiso para eso-

-Oh Alice lo siento, ayer llego un camión con todas las cosas y tenían una orden de su pareja, dijeron que usted estaba al tanto de todo, hasta hable con un tal Señor Seymour por teléfono, realmente lo lamento mucho-

Sonaba muy apenada pero yo estaba muy confundida,solo asentí.

-Esta bien no se preocupe-

Antes de dejar que diga algo mas me di media vuelta y entre en uno de los elevadores, al entrar nuevamente a mi apartamento, busque mi celular y mande un mensaje al numero desconocido, cuando comenzó a sonar inmediatamente atendí.

-¿Cuándo?- mi voz sonó mas dura de lo normal.

Pude sentir una risa y luego una voz distorsionada comenzó a hablar.

-Sabia que llamarías- pude apenas distinguir, era como si esa persona hablara desde el fondo del mar con una tormenta de por medio.

-Solo dime cuando-

Pero luego de unos minutos de sentir su respiración, la llamada se corto mire incrédula al celular, pero volvió a sonar, era un mensaje.

"Mañana al medio día, Fulton Street, 525".

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora