Conociéndonos

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Mis padres eran... una pareja bastante única...

Mi madre era una ghoul japonesa originaria del distrito 13, mi padre fue un ghoul turco que nació en una de las comunidades cercanas a Estambul.

El nombre de mi madre era Umi, y su alías según la CCG (Comisión de Contramedidas Ghoul) era "Yun Shui", algo irónico porque las nubes están hechas de agua, supongo que su conducta tranquila y suave influyó en esto... aunque aún no entiendo por qué hicieron un expediente de ella, porque nunca había matado ni atacado a nadie en su vida, ni siquiera Palomas, agentes del CCG.

Los ghouls... los ghouls parecen seres humanos, pero no lo son, los ghouls tienen cuerpos diferentes, las armas comunes no los dañan, y para matarlos debes destruir el núcleo que tienen en alguna parte de su cuerpo, tienen sentidos más agudos, unas extensiones de sus cuerpos llamadas "kagune" que usan como armas, se regeneran de heridas mortales con facilidad y... comen humanos para sobrevivir.

Mi padre... no lo recuerdo mucho, su nombre era Mehmed hasta donde sé; ambos eran ghouls, aunque de diferentes países y religiones, recuerdo que mi madre tenía ojos rojos y cabello blanco, y mi padre tenía ojos y cabello azul cielo.

Mi madre me contó que se habían conocido en Estambul durante una primavera cuando ambos aún eran estudiantes, mi padre estaba estudiando astronomía y mi madre estudiaba arquitectura y artes visuales en la universidad de Tokio.

Se casaron después de un par de años de conocerse, y cuando nací yo me llamaron Júpiter, por el planeta y porque a mi mamá le gustaba el manga, así que... quien pagó el precio de sus gustos fui yo.

Cuando era pequeña, tal vez con cinco años, recuerdo que un día papá fue a trabajar, se despidió de mí y nunca más volvió a casa...

Mamá nunca me dijo la razón de esto, pero yo lo sabía, lo averigüé cuando era adolescente... mi padre había sido asesinado por ghouls con una creencia diferente a la de mis padres, un grupo ghoul llamado "El árbol del Aogiri".

Yo nací y crecí en Japón, en el distrito 10 en Tokio, pero debido a mí heterocromía me molestaban bastante seguido en la escuela (a diario, en realidad), así que nunca tuve amigos con los cuales hablar o salir a tiendas, cafeterías o centros comerciales.

No fue fácil ir a una escuela, porque la lengua de los ghouls funciona de una manera diferente a la humana, todo nos sabe viscoso a excepción de los humanos, así que no solía comer mucho en ningún lado, salvo un café ocasionalmente, es lo único que los ghouls podemos comer de comida humana.

Fue después de que cumplí los trece años, que el CCG hizo que mataran a mi madre por el simple hecho de ser una "ghoul"...

Después de su muerte, me escondí en el distrito 20 y me quedé sola... sin familia ni amigos no tenía a quién acudir, así que pasé unos meses en la calle, por fortuna conocí a otros ghouls que me ayudaron lo mejor posible a no tener que comer humanos... 

Ellos supieron de mis "problemas de alimentación" y lograban esconder bien el aroma de la sangre para que no me molestara, además de que sabían que yo nunca me había alimentado.

En cuanto obtuve condición física con entrenamientos y la ayuda del jefe, me volví una ghoul perseguida por el CCG (o Palomas, como los llamamos) y un objetivo a eliminar del árbol de Aogiri, atacando al Aogiri desde las sombras y a las Palomas por la espalda en un intento de buscar a quién había matado a mi madre y preguntarle por qué la había matado, si ella nunca había matado a nadie, ni siquiera ghouls que se lo merecían.

Desde los trece años, cuando llegué a Anteiku, empecé a entrenar y atacar ghouls del Aogiri, mi olfato era más fino que el de otros de mi especie y eso me daba varias ventajas para reconocerlos, mi visión también era mejor que la de otros, lo suficiente para incluso poder ver los más leves movimientos en el cuerpo, y en algunas ocasiones, los órganos internos de las personas.

El fénix y la rosaWhere stories live. Discover now