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Un par de semanas después, el Gallyut fue finalmente comercializado en Tokyo.
Sarka estaba segura de que sería un éxito y así fue, las píldoras se vendían como agua, eran las más solicitadas, las compraban por montones.
Las reuniones con Bonten eran cada vez más frecuentes, llegando a ser de entre dos y cuatro veces a la semana.
El acuerdo al que habían llegado con la alianza de los grupos, era que Arkhangely le vendería las sustancias a Bonten, si el producto resultaba un éxito, Bonten pagaría por ello, pero si fracasaba, el Gallyut sería devuelto a Rusia y tendrían que entregarles otro tipo de sustancia para seguir comercializando.
Al haber sido un rotundo éxito, era hora de pagar.
La pelirroja se encontraba caminando por un largo corredor en el restaurante donde había acordado de encontrarse con Bonten.
Era seguida de un par de sus guardaespaldas. En los últimos días ni Kirda ni Serguéi pasaban mucho tiempo con ella, y menos en casa. Salían muy temprano y regresaban tarde, mientras estaban en casa solo dormían y comían, por lo que no tenía oportunidad de preguntarles en que andaban.
Llegó a la recepción, donde un hostess la esperaba.
—Buenos días. Es la señorita Volkova, ¿cierto? —preguntó el chico con amabilidad.
—Así es —respondió la pelirroja asintiendo con la cabeza. Acomodó las delgadas mangas de su camisa y caminó tras el hombre quien le había indicado que lo siguiera.
Conforme caminaban, se percató que el lugar estaba vacío. Era gigantesco, pero no había nadie. Sus socios habían reservado el restaurante completo para ellos.
Llegaron a una amplia mesa, donde pudo observar a algunos de los hombres con quienes se reuniría. El recepcionista dio una reverencia y se marchó.
—Buenos días —saludó. Rápidamente recibió una respuesta de los presentes.
Se sentó en unos de los lugares vacíos que encontró más cerca de ella, tomando lugar a lado de Kakucho y Ran, por lo que éste último no dudó en comenzar una conversación con ella. Faltaban veinte minutos para cumplir la hora en la que debían reunirse, por lo que era bastante temprano. Sanzu, Mikey y Kokonoi aún no estaban presentes.
La confianza entre Ran y Sarka había aumentado considerablemente, al ser Ran tan hablador, también lograba sacar un lado conversador de ella, incluso ya se llamaban por sus nombres, eso poco después del día en que bebieron juntos en el club.
