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Ese abrazo duró varios segundos, fue reconfortante para él, y lejos de que ella sintiera lástima como él dijo, sintió empatía por lo que él había pasado, de alguna forma encontraba cierta similitud entre las vivencias de sus infancias y adolescencias.
—Eres muy fuerte Rindou —habló ella acariciando delicadamente la cabellera del chico, quien se encontraba abrazado al abdomen de la mujer, mientras aún sollozaba—. Sabes, conforme fuí creciendo, siempre me sentí inferior a los demás, incluso cuando comprendí lo que planeaban hacer conmigo aún siendo una niña, y el hecho de sentirme como el remplazo de la hija muerta de mi padre, siempre me consideré un objeto y creí que los demás me veían de esa misma forma, así que comencé a tratar a los demás como tal. Me resultaba irrelevante lo que sucedía con las personas ajenas a mí, y al llegar a la adolescencia, me refugie en cosas que terminaron por dañarme a mí y a otras personas.
Rindou volteó la mirada topándose con un reloj de pared, el cual ya marcaba las 2:49 a.m. Sarka se percató de la mirada del hombre y su mirada también se posó en el reloj.
—¿Quieres irte a dormir, ya? —preguntó separando su cuerpo del contrario, mirándolo directamente a la cara, sin terminar lo que anteriormente quería decir.
Él solo negó con la cabeza y volvió a posicionar esta sobre el vientre de la chica.
Luego de haber compartido sus penas más internas, había una conexión que ahora ambos sentían, esa sensación de confianza y tranquilidad que puedes sentir con muy pocas personas.
—Sigue contándome de esas cosas que hiciste en tu adolescencia —la voz del chico salió casi en un susurro, ahora tenía los ojos cerrados, después de todo parecía que si quería dormir.
—Ahm, bien —tragó saliva, su boca estaba seca—. Cerca de los dieciséis o diecisiete años probé por primera vez el Gallyut. Estaba buscando algo que consumir sin que mi padre se diera cuenta y encontré en internet un artículo sobre alucinógenos y eso, así fue como lo descubrí, tiempo después se le presenté a mi padre luego de pasarlo por el laboratorio y perfeccionarlo. En Rusia fue un éxito, así que lo exportamos a otros países.
—¿Qué más sucedió? —preguntó Rindou aún con los ojos cerrados. Habían pasado unos segundos desde que Sarka había terminado de hablar.
—¿Aún sigues despierto? —rió Sarka, quien pensaba que este ya estaba dormido—. Bueno, a esa edad también comencé a ir a centros nocturnos, como te dije, siempre tuve ese sentimiento de ser utilizada, así que pensé que al acostarme con cualquiera o con quien yo quisiera, sería yo quien estaba utilizando a esa persona. Ahora que lo pienso es bastante tonto —frunció ligeramente la naríz al recordar eso.
—¿Y ya no lo haces? —preguntó Rindou.
—¿A qué te refieres? —cuestionó ella de regreso.
—A acostarte con quien sea —soltó sin abrir los ojos o separarse del cuerpo de Sarka.
—No, últimamente he tenido mucho trabajo, además tengo a mi perro guardián, como le dice Serguéi.
—¿El señor Smirnov? —preguntó Rindou nuevamente.
—Si —soltó una risita—. Es como mi guardia en cada fiesta que vamos, limita la cantidad de alcohol que bebo y a quien me acerco. Incluso, el día que nos encontramos en el club fue la primera salida que tenía sin Kirda. A diferencia de él, Serguéi siempre ha sido más comprensible conmigo, aunque, sé que Kirda actúa de esa forma para cuidarme —su mirada se tornó triste al recordar su discusión de hace unas horas.
—Es curioso —mencionó Rindou.
—¿Qué lo es? —cuestionó ella.
—Ambos cargamos con el sentimiento de ser usados, pero a diferencia de ti, yo nunca pude acostarme con nadie, aunque lo intentara nunca pude —desde hace varios minutos que sus sollozos ya habían cesado—. Incluso Sanzu creyó que soy gay al nunca haberme visto con alguna chica. Nos conocemos desde muy jóvenes, y el hecho de que nunca me ha visto con una lo ha hecho llamarme virgen —rió sin gracia.
El sonido de un bostezo proveniente de Sarka lo hizo levantar la cabeza en dirección a ella nuevamente.
—¿Ya tienes sueño? —le preguntó al ver cómo sus párpados se cerraban por instantes.
Sarka solo negó con la cabeza, pero era más que obvio que ambos iban a caer dormidos en cualquier instante, y así sucedió.
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OTRA VEZ ACTUALIZANDO TARDE, LO SIENTO...
¡AAAAAAHHHHHHH! ODIO RELEER LOS CAPÍTULOS ANTERIORES Y ENCONTRAR FALTAS DE ORTOGRAFÍA QUE SEGÚN YO NO HABÍAN. PERDÓN POR ESO TAMBIÉN.
