Unstoppable - VegasPete

1. Unstoppable

Vegas esta completamente recuperado, desde hace 5 días esta de vuelta en casa, me ha jaloneado, gritado, insultado y empujado cada vez que quiere mi atención y termino eligiendo a Venecia. Parece un niño pequeño, cuando vuelvo a su habitación después de media noche cuando mi niña se ha dormido finalmente, Vegas esta acurrucado en el sillón, solo lleva los pantalones de la pijama, y tiene un libro en el pecho. Es mas que obvio que no esta dormido. Tome la manta del armario y la coloqué sobre el, di un paso atrás rápidamente, el bastardo dejo caer su brazo y casi me toma por el brazo. Reí sínicamente antes de correr a la cama, esta loco si cree que voy a caer de nuevo en sus encantos, digo, en sus brazos. 

Lo escucho gruñir y patalear mientras me acurruco entre las suaves y esponjosas sabanas. Respire profundo, cada noche pasa lo mismo, vamos a la cama juntos, me asfixia con sus brazos hasta dormirnos profundamente, y justo a media noche la casa retumba con el llanto de Venecia, seguido del berrinche de Vegas,  voy por el pasillo llevando el biberon que han preparado para ella, y encuentro a media docena de hombres en pijama y armados hasta los dientes montando guardia en la puerta de su habitación. Solo tiene unos días de vida, y estos matones ya giran al rededor de sus diminutos dedos meñiques, cuando se ha dormido, vuelvo a la habitación de Vegas, pero ya no es lo mismo.

Me escondo entre las mantas cada vez más, buscando alivio, Vegas duerme en el sofá y me ha dejado de nuevo solo en la cama, donde siento una mezcla extraña de comodidad y miedo. Fue en esta cama donde... 

Mientras Vegas estuvo hospitalizado, volví varias veces a esta casa, pero no había entrado de nuevo a esta habitación, hasta el día que Vegas volvió. Tan pronto como puso un pie en la casa, me quito a Venecia de los brazos y la dejo a cargo de los empleados, me arrastro escaleras arriba, no fue nada sutil, me lanzo con fuerza sobre el sofá, creí que pelearía contra el, que me defendería por instinto cuando levanto su mano frente a mi mejilla; pero no fue así, tan pronto como su mano se estrello en mi rostro mi cuerpo se erizo por completo, gemí con fuerza cuando su mano se posó en mi cuello, mis manos temblorosas se movieron solas sobre mi cabeza, dejando que Vegas hiciera conmigo lo que se le antojara, necesitaba sentir su fuerza contra mi. Grite de place al sentir sus dientes enterrándose en mi piel, levante mi cadera buscando el mayor contacto posible con su cuerpo.

Mi pecho se inundo de frustración cuando el bastardo de alejo de mi rápidamente para contestar su maldito teléfono. Me senté en el sofá, esperando que volteara a mirarme. El cretino que amo habría contestado el teléfono mientras seguía torturándome, habría dejado que escucharan como suplicaba por más, la bestia de la que me enamore no es el mismo hombre que duerme conmigo cada noche desde hace una semana. Desde aquel día cuando me dejo encendido en el sofá, no ha vuelto a tocarme, tampoco a besarme. ¿Será que se ha aburrido de mi? ¿Cómo esos maridos que desprecian a su esposa cuando tienen hijos? ¿quizás esta pensando en conseguir un amante que no tenga hijos? si es así, ¡juro que te castrare maldito!

Dos semanas, dos malditas semanas, y la única tortura que he tenido es al señor Khun acosándome para conocer a mi hija. Si, ayer Vegas me entrego los papeles, aunque el apellido de Venecia es el mismo que el de Vegas, en los documentos donde ponen el nombre del padre esta el mío. Quise gritar de felicidad, aunque eso me obliga a quedarme en casa de esta loca familia de por vida.