2- Sober

10.2K 689 272
                                    


- ¿ya éstas vestido? -

- no quiero ir... -sigue acostado boca abajo en la cama con nada más que una toalla cubriendo sus caderas. Es tan tentador, su piel cubierta por una ligera capa de sudor, su cabello despeinado después de dos rondas de sexo. Fue él quien me pidió que saliéramos hoy, casi me rogo toda la semana para salir hoy. Pero ahora esta tirado en la cama y se niega a ducharse, de nuevo...

- ¿no quieres salir esta noche? Conseguí quien cuide de Venecia hoy, Pete... -me acerco a la cama y recorro su espalda desnuda con las yemas de mis dedos, siento su piel erizarse ante mi toque.

-Dije que quería una salida romántica, -gira para mirarme acusadoramente -no que quería ir a trabajar contigo...- escondió su cara en la almohada, antes de patalear; la toalla se deslizó por su cuerpo dejando a mi vista su trasero cubierto de mis marcas.

-Bien, si no quieres ir conmigo, ya encontrare a alguien... -terminaba de abotonar mi camisa, mientras salía de la habitación.

- ¡alto ahí! - me gire para enfrentar a Pete, estaba desnudo completamente, y me amenazaba con una almohada. – tu no vas a ir a ningún lado presumiendo de soltero- esquive la almohada y los dos libros que lanzó en mi dirección. – 20 minutos, no te atrevas a irte de mi. – aproveche que Pete entro al baño para afinar los detalles para esta misión.

Quince minutos después, Pete salió de la habitación usando un traje sencillo, un horrible traje que me hace querer llamarlo perro.

- ¿Por qué vistes como los perros del primer hermano? Ya no trabajas para el. Ve a cambiarte. – volví mi atención a la persona detrás del teléfono, no sin antes observar las muecas de Pete, no le gusta que lo llame así.

- No tengo nada más que ponerme, así que no iré. -Suspire cansado, ¿por qué esta siendo terco justo hoy?

– usa el traje negro, esta en el fondo del armario – colgué el teléfono para asegurarme que Pete se vista de acuerdo con su nueva posición, ya no es un guardaespaldas. – Pete...

- Es exactamente igual al que traía puesto, Vegas... - ambos conjuntos reposan sobre la cama, mientras da vueltas a la cama usando solo su ropa interior.

-Solo estas buscando un pretexto para no ir, ¿veras a alguien cuando me vaya? – le grite exasperado. – Sino estas abajo en 15 minutos, volveré por ti y no seré amable.- Tomé el traje viejo y la lance al cesto de basura. Sali de la habitación maldiciendo a todo el mundo.

Los hombres ya están listos, Macao pasara la noche jugando videojuegos con sus amigos, tía Pim cuidara de Venecia toda la noche, Pete no me dejo tocarlo después de eso, aunque fue idea de su abuela, pero después de probar la comida de la tía, Pete acepto rápidamente, con la condición de que solo se encargara de ella cuando Pete no pueda hacerlo. Diez minutos, recargado en el auto, casi se ocultado el sol, todos nos miramos en silencio, no es común que Pete haga estos berrinches, el es más de los que pelean conmigo, me maldice e insulta, tambien me arroja todo lo que este a su paso. Doce minutos, voy a ir por el y lo arrastrare hasta...

- Ya vámonos...- escuche su voz, gire para mirarlo atentamente, es hermoso, luce traje negro, pantalón, chaleco, camisa y corbata negras, el negro le sienta bien, acompañado con un saco azul marino. Esta haciendo berrinches, tuerce los labios en una mueca molesta, esta sentado a mi lado en el auto tratando de no mirarme.

- ¿Quieres cambiar esa cara? – palmee la pierna de Pete, e inmediatamente se alejo de mi, miro de reojo a los hombres que nos acompañaban.

- es la única que tengo, acostúmbrate o cómprate un perro. – suspire cansado, se supone que hoy debe reinar el amor ¿no? Eso dice la publicidad de esta fiesta de San Valentín.

Unstoppable - VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora