ACLARACIÓN: es un fanfic del LIBRO KinnPorshe, no es de la serie.
Pete esta adaptándose a su nuevo hogar y a su nueva familia. Vegas esta adaptándose a su nuevo yo. Aun tienen mucho que arreglar para tener la familia que ambos desean. Incluye el esp...
– ¡Nop, Trunk! – El grito demandante de Pete se escucha a través del pasillo. No es común ver a Pete tan alterado, molesto, se queda corto para describirlo, se respira miedo a su alrededor.
– ¿Si Khun Pete? – los hombres que llegaron a su encuentro parecen un tanto asustados.
–Consigan combustible y fósforos...
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Un par de horas después...
– ¿Khun Pete por qué no practicamos primero con los rifles? – exclamó uno de los novatos que Pete entrena, el tipo de complexión robusta mencionó señalando las armas delante de Pete.
– ¡Si Khun Pete! – exclamó otro novato – queremos iniciar primero con las armas grandes; ¿O es algo que Khun Pete no puede enseñarnos? – un sujeto alto de aspecto tosco, en su voz se nota cierto tono de ironía; pues desde la semana que empezó el entrenamiento dentro de la casa jamás han visto a Pete empuñar un arma y aunque están enterados de la posición de Pete en esta casa, como su jefe, no solo porque a donde quiera que vaya lo sigue Nop su guardaespaldas como una sombra que jamás se aleja, la mayoría de veces lo ven cargando a su hija Venice. casualmente los novatos estaban en entrenamiento. Verlo de esa manera tan apacible y paternal, no solo con la niña, también con Khun Macao, genera que quien lo conoce por primera vez subestime sus habilidades; justo como los nuevos guardaespaldas que recién han contratado. La mayoría ha llegado por recomendación de otros subordinados; otros más movidos por la popularidad del apellido Theerapanyakul ante la promesa de un nuevo liderazgo, el de Khun Vegas por supuesto.
– ¡Basta todo el mundo! – gruñó Pete frunciendo su sien y levantando la mano ante los comentarios de los hombres – deben saber que el tipo de arma no define sus habilidades como tirador.. ¡Sigan practicando! – no está de buen humor, después de quemar los osos de peluche le tomó un poco recuperar la calma. En lugar de regresar con su familia para disfrutar el resto del día, se dirigió al patio trasero, donde estaban entrenando los novatos.
El entrenamiento de hoy es al aire libre y no es con siluetas de papel, Pak, uno de los guardias de mayor antigüedad, había propuesto que a una distancia de 15 metros sobre 8 cajas, se coloquen sobre cada una, 2 botellas, una color rojo y otra azul. La azul representa a quien deben proteger, la roja es el objetivo a derribar.
Uno a uno los novatos han intentado derribar las botellas rojas, alguno ha logrado darle a las cajas haciendo que ambas botellas caigan. – ¡Felicidades! Mataste a tu protegido – uno de los viejos guardias que vigilan el perímetro se burla del novato. La aparente dificultad está en la distancia poco favorable y el diminuto tamaño del objetivo. Desde lo alto del tejado a una mayor distancia que los novatos, aquel hombre que se burla de ellos hace un disparo exacto a una de las botellas rojas. Pete asiente con la cabeza satisfecho con la puntería de Passit, ya un hombre mayor y aún así se mantiene activo y en forma. Ante tal aprobación el hombre suelta una rafaga de disparos a los pies del grupo de guardias que aún menosprecian a la "esposa" del jefe.
