3.1

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- ¿Dónde demonios éstas? – a penas conteste el teléfono escucho su molesta voz. Se que esta molesto y sé tambien el por qué, tuvo que esperar a que su clase terminará, y después, ok solo ignore sus llamadas mientras compraba las cosas más lindas de la tienda. Quizás lo ignore por un par de horas más mientras elegia una cama y un nuevo colchón, media docena de sabanas nuevas; pero no estoy feliz, Nop no me dejo comprar un nuevo armario "Vegas dijo que el armario viejo se debe quedar", ¿Nop de que lado estas?

- en el centro comercial, te lo dije esta mañana – sujeté el teléfono entre mi oreja y el hombro para sacar a Venecia del carrito.

- ¡Pete! – escucho gritar mi nombre, a veces quisiera patearlo hasta que...

- Tranquila no llores bebe... - tengo que ponerme de pie y mecer a Venecia para que se tranquilice, la voz de Vegas se escucha aun lejos del teléfono y eso la ha asustado.

- ¿Por qué fuiste solo? No te dije que llevaras...

-No estoy solo! – tengo que interrumpir el regaño, quizás más tarde me castigue por gritarle, pero es necesario.

- Claro llevaste al demonio contigo... ¡Pete! – no escucho lo que dice pues mi hija a empezado a llorar, debo colgar.

Suspiro profundamente, se que no esta contento y va a desquitar su furia conmigo, pero extrañamente, eso es lo que quiero.

Termino mi comida y voy directo a la tienda que es mi objetivo. Si, además de muebles nuevos para la habitación y accesorios para Venecia, hay una tienda que siempre me ha causado curiosidad, realmente no, pero esto es culpa del bastardo.

Lo que quiero de esa tienda no lo tiene que saber nadie, excepto Nop, el sabe cosas, siento mis mejillas arder solo de pensar en entrar ahí. Solo de pensarlo me congelo, estoy a punto de dar media vuelta, pero Nop me empuja levemente, se esta burlando de mi.

- no me escape – murmuro una vez que me doy cuenta de que he llegado al frente de la tienda con Nop siguiéndome de cerca, no, no escape, simplemente sugerí que cualquier guardia o escolta que se atreviera a seguirme ese día terminaría muy mal, además Sali de casa con permiso de Vegas, así que no escape. Seguro que alguno de ellos fue a contarle a Vegas que los amenace. ¡ah! Tal vez es por eso por lo que Vegas esta enojado. Se que Nop, tarde o temprano tambien se lo dirá a Vegas, siempre le dice lo que hago a cada hora, pero no me preocupa, siempre que se lo diga después de que yo hable con el. Por alguna razón, aunque muero de vergüenza, no me importa que Nop sepa lo que voy a comprar, digo, el hacia guardia fuera de la habitación cuando estaba encadenado dentro, reviso mis manos, las marcas ya casi no se ven. Not sabe perfectamente lo que sea que tenga que saber. Suspiro de nuevo tratando de dispersar la bruma de mi cabeza, estoy listo para entrar, pero siento tanta vergüenza. Nop ha entrado primero para revisar, ¿Qué peligros puede haber en una tienda para adultos? Cuando sale le entrego el carrito de Venecia, reunió todo el valor que puedo y entro a paso firme. Me arrepiento al instante.

Todo esto es muy aterrador, cubro mis ojos con mis manos y quiero salir corriendo de aquí; pero si salgo de aquí con las manos vacías, todo el circo que hice en casa y el castigo que me dará Vegas habrán sido en vano. Camino rápido entre los pasillos, tratando de encontrar rápidamente mi objetivo, pero todo lo que encuentro es perturbador, ¿eso es un...? Me duele el estomago y quiero vomitar.

- Bienvenido, ¿puedo ayudarlo? – una voz dulce y estridente me sobresalta, haciendo que suelte un pequeño grito. - ¿se encuentra bien?

Pase saliva con dificultad, no esperaba interactuar con la gente, será mejor que acepte su ayuda y salga de aquí cuanto antes. Saco mi teléfono y le muestro las fotografías de lo que busco. La sigo por los pasillos y trato de no mirar nada, todo esto es muy... perverso. Se detiene junto a una gran estantería donde están colgadas algunas de las cosas que busco, la chica toma una pequeña y sencilla, comienza a describir sus características, golpea suavemente su brazo a modo de demostración. Sacudo la cabeza en negación, y tomo rápidamente una pieza que he visto antes en algún video porno. Aquella joven me muestra tres objetos similares, elijo uno con tiras de cuero delgadas y suaves, temo que si elijo el de tiras rígidas lo lamentare después. Caminamos por otro pasillo y observo varias cajas con aquello que me causa mas deseo. La joven me muestra varias cajas algunas son de cuero y otras parecen de juguete con todo ese afelpado. No me interesa que sean suaves, aunque la textura del cuero es agradable, tomo un par de cada uno, ¿será una mala broma si escojo las de peluche rosa? Antes de dejar el pasillo observe una caja un poco más grande que las demás, son cuatro piezas unidas entre si con una cuerda bastante larga. Siento espasmos por la anticipación, me acerco a la caja a pagar, saco un fajo de dinero y pago en efectivo, si pagara con la tarjeta seguro que Vegas se dará cuenta antes de lo previsto. Cuando estoy listo para salir, tomo un par de cosas mas del mostrador, agradezco que la bolsa sea oscura y que no tenga grandes logotipos de la tienda. Cuando al fin estoy fuera de la tienda vuelvo a respirar con normalidad, Nop me mira preocupado.

Venecia se durmió de camino a casa, le encargo a la tía Pim que cuide de ella toda la noche, pues, aunque mi plan fracase, no estaré en condiciones de salir de la habitación. Espero que le guste al bastardo.

Saco las cosas que he comprado y las observo detenidamente, compruebo las sensaciones que provoca en mi piel aquel látigo de tiras delgadas, se me eriza todo el cuerpo, mejor lo dejo en la mesa de noche; reviso los demás productos, lubricante, condones texturizados, ok, estos fueron compras compulsivas; paso a los objetos que eran mi objetivo principal, unas esposas simples con llave y botón de seguridad, suspiro satisfecho cuando las esposas las puedo abrir aun cuando mis manos están sujetas por ellas, son simples, metálicas, muy similares a las que Vegas tenía guardadas, reviso tambien las esposas cubiertas de piel, se ven muy cómodas y seguras, suelto una carcajada cuando reviso las esposas de peluche rosa, ¿Por qué diablos compre esto? Las dejo en el cajón junto con las de cuero. Por fin, el paquete mas grande, y que mas me causa curiosidad, son cuatro esposas cubiertas de piel, unidas por una gran cuerda cruzada, reviso las instrucciones y observo la cama en la que estoy sentado, ¿Cómo diablos voy a ponerlas en su lugar si ese colchón es enorme?

-vamos Pete, no eres un debilucho – me animo a intentarlo. Retiro las sabanas, quito el colchón y procedo a colocar cada esposa en una esquina, cuando solo falta una, dos de las que ya he colocado salen de su lugar, grito frustrado. - ¡maldito Vegas! – lo maldigo solo por que estoy frustrado, necesito otro par de manos.

- Nop!! – grito su nombre sin pensarlo, se que esta en la puerta, el siempre esta ahí. Solo niega con la cabeza aguantando la risa.

- Te lo dije – susurra mientras colocamos el colchón en su lugar – Vegas logró que no pudieras vivir sin el.

- ¿de que estas hablando? – saco un nuevo juego de sabanas azul oscuro, estas me gustan, pensaba comprar unas sabanas con decorados de "Coco", mala broma para mi pobre corazón.

- ya no estas encadenado, pero no pudiste dejar la casa... - Nop salió de la habitación sin decirme más. Me siento en el suelo recargando mi espalda en la base de la nueva cama.

- ¿Qué me hiciste Vegas? – cubro mi rostro con mis manos. - ¡maldito bastardo! ¿a que hora vas a llegar? – decido por el bien de mi salud mental ignorar todo aquel pensamiento que perturbe mi buen humor.

Escuche la puerta abrirse y casi salto de alegría cuando vi que quien entro fue Vegas, parece cansado, se ve desarreglado y, ¿eso es sangre?

Escuche la puerta abrirse y casi salto de alegría cuando vi que quien entro fue Vegas, parece cansado, se ve desarreglado y, ¿eso es sangre?

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Unstoppable - VegasPeteWhere stories live. Discover now