ACLARACIÓN: es un fanfic del LIBRO KinnPorshe, no es de la serie.
Pete esta adaptándose a su nuevo hogar y a su nueva familia. Vegas esta adaptándose a su nuevo yo. Aun tienen mucho que arreglar para tener la familia que ambos desean. Incluye el esp...
NOTA:1, este pequeño especial no corresponde a la línea temporal. Solo disfrutenlo. 2, ya he aclarado antes que el usó de la palabra "esposa" no es peyorativo ni con afán de ofender, así aparece en la novela original, es parte del contexto cultural del país, y a Pete (el personaje) parece no importarle. 3, Este es solo un bocadillo antes de la cena, seguiré escribiendo, pero un poco más lento, lo siento.
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Las reuniones de trabajo son lo más aburrido que tengo que hacer esta noche, últimamente Pete a venido conmigo al casino, creo que sin el acoso del loco los días de mi esposa son un poco más aburridos. Mientras los italianos siguen hablando de los negocios no puedo hacer más que recordar lo que acabamos de hacer hace unos minutos.
Hay una habitación pequeña detrás de mi oficina en uno de los casinos, sonrío imaginando a Pete despertando recién desnudo y sin encontrar su ropa, no es como si escondiera su ropa con toda la intención. Cuando se enteró que tendría una reunión con algunos de los ex socios de mi padre Pete amenazó con volver a casa. No podría enfrentarme de nuevo a estos bastardos sin su apoyo, a dos de estos asquerosos tipos tuve que... ahora siento tanto asco.
Golpeó la mesa de café con fuerza dejando mi vaso en el centro. Este es trabajo de Porsche, cuando repartimos los negocios de la segunda familia acordamos que él se encargaría de los italianos, pero en lugar de estar aquí trabajando esta de viaje con el tonto de Kinn.
– ¡Vegas! ¡Bastardo hijo de...! – me muerdo los labios para no reír a carcajadas, de los cinco hombres sentados a mi alrededor tres de ellos y los guardias que los acompañan desviaron la mirada, no creí que Pete saldría de la habitación usando únicamente una camisa que apenas le cubre la mitad de las piernas. Siento mi sangre hervir, no todos los hombres presentes saben respetar la propiedad privada. Pete está parado detrás de mí por lo que puedo ver perfectamente al Sr. Bianchi como se lame los labios sin despegar la mirada de mi Pete. Tal vez deba enseñarle una lección al viejo pervertido este, y también a Pete; se quedó ahí de pie con los ojos muy abiertos intentando cubrir inútilmente sus piernas, mostrándole a todo el mundo lo lindo que se ve cuando se sonroja o avergüenza. – Yo... lo siento, no quise interrumpir– dio un par de pasos torpes hacia atrás.
– Ven aquí Pete, – doy un par de golpecitos en el sofá a lado de mi.
–¿Estás loco? sólo dame mi ropa, volveré a casa... ustedes continúen...– hizo una reverencia sonriente. ¡Esa sonrisa es mía, nadie tiene derecho a verla! ¿es que Pete no puede ver como provoca a estos pervertidos?
–Pete, voy a contar...
–No voy a hacerlo, estás loco... – levantó las manos al aire haciendo que la camisa se levantará.
"Muy linda mascota..." escuché los murmullos de los futuros cadáveres.
–Uno... – pellizqué el puente de mi nariz, Pete bajo las manos de nuevo cubriéndose otra vez, intentando huir lentamente hacia la habitación. –Dos...
