Capitulo 22

861 174 32
                                    

Una vez en el baño mire al pelinegro. Este justo cerró la canilla que había terminado de llenar la tina.

- Cuando hayas entrado, dime- dijo para luego ir hacia la puerta, en cambio lo detuve antes de dejarlo salir.

- No es necesario- hable bajito, caí en cuenta que íbamos a tomar un baño juntos- sólo... date vuelta.

Este así lo hizo. Me quite la ropa dejándola en el cesto de ropa sucia y entre en la bañera, la cual además de tener burbujas tapaba bien mi cuerpo estando sentada.

- Ya puedes- murmure y mire en dirección a la pared. También se desvistio y entró quedando sentado frente mío.

Entrábamos perfectamente y era cómodo. Nos miramos unos segundos sin decir nada, este sólo me sonrió para luego tirarme agua en la cara.

-¡Oye!- me queje, este soltó una risita.

- Perdón no me resisti- se excusó.

Ese fue el principal de una guerra de agua la cual gracias a el vidrio que separaba la bañera con la parte seca, hubiera sido un desastre.

No fue que terminamos hasta caer en cuenta de que nuestros cuerpos se habían acercado demasiado, quedando nuestros rostros a una distancia mínima.

No pudimos negarlo, la tensión era mucha entre ambos. Sin esperarlo junte sus labios con los míos. Sus manos me tomaron de la cintura haciendo que quedará a horcajadas suyo.

Rodee con mis manos su cuello acercándonos más. Nos separamos por falta de aire y nos quedamos allí, sin hacer más nada. Aún no era momento y eso ambos lo sabíamos.

-Date vuelta- me dijo. Así me coloque entre sus piernas de espalda y apoye mi espalda en su pecho. Jugamos con la espuma un rato y mirábamos nuestras manos entrelazadas.

- Su nombre es Thomas Andre- hable rompiendo el silencio, este escuchaba- un cazador de rango nacional y maestro del gremio Scavenger en Estados Unidos.

-¿Hace cuanto....

- Cababa de cumplir seis cuando el...- baje la mirada recordando como el hombre luego del entierro de mis padres se había encargado de criarme- nunca podría agradecerle tanto por lo que hizo por mi.

- Es como tu padre, ¿no?- pregunto. Sonreí y asenti.

- Así es- apoye mi cabeza en su hombro- me enseño todo lo que se, hasta pelear y defenderme de los hombres que quisieran propasarse conmigo- reí por eso.

- ¿Cómo terminaste en Corea?- pregunto.

Todo lo que le estaba contando, ni ha se lo había dicho a nadie, nunca me gustó hablarlo, y recién ahora tomaba el valor de decirle a Jin.

- Cumplí los trece años, como sabes yo soy de aquí, al igual que mi padre- hable- unos familiares decían que no era apropiado el que tenga como tutor a un cazador como él- murmure- hicieron un juicio y determinaron que lo más apropiado era volver a Corea. Luego, ya sabes el resto.

Nos quedamos en silencio por un rato. Nadie dijo nada y sólo mirábamos el agua. Sus manos más grandes a las mías, podían cubrirlas sin ningún problema.

Acariciaba estas y les daba masajes. El que hayan aparecido las mazmorras había cambiado mi vida por completo, llevándose a mis padres.

Algunos cayeron en el sueño eterno, otros en cambio no lo soportaron. Aveces me preguntaba como sería mi vida si no hubieran aparecido.

Seguramente me encontraría estudiando medicina para convertirme en médica forense. No hubiera viajado a Corea, no hubiera conocido a Sung Jin-Woo.

- Jin- llame en voz baja, este tarareo en respuesta a que yo siguiera- si llegara a suceder de que.. sientes atracción por otra persona, podrías decirme- solté tranquilamente. Mi corazón latía con miedo.

- ¿A qué te refieres?- pregunto sin entender.

- Me refiero, a que si te llegará gustar otra persona por más de estar tu conmigo, podríamos hablarlo y te dejaré seguir tus sentimientos- expliqué dándome la vuelta, lo mire a los ojos- se que nadie elije de quien enamorarse o cuando, y no te estoy diciendo que me enojare, todo lo contrario.

- Tn....

- Si, seguramente y es lo más probable que me duela mucho, pero no deseo atarte a mi para siempre en contra de tu voluntad, pero desearía que me dijeras o...- no pude terminar de hablar ya que me callo besandome. 

Se apartó soltando una risita y me miró a los ojos. Unió su frente con la mía y respiro con tranquilidad para luego volver a abrir los ojos y verme.

- Si lo dices por esa cazadora Cha Hae-In- hablo tranquilo sonriendo- no debes preocuparte Tn, no me gusta, además sólo cruzamos tres o cuatro palabras.

- Pero..- baje la mirada avergonzada y miedosa. Este tomo mi mentón y me hizo levantar la vista.

- Te elijo a ti Park Tn, lo haré siempre- susurro- Te amo con toda mi alma y nunca por mi cabeza se cruzó la idea de hacerte daño. No me lo perdonaría nunca.

No sabía en qué momento de mis ojos habían comenzado a bajar las lágrimas, el corazón me dolía y mordia mi labio para no soltar un sollozo.

- No llores bebé- susurro y limpio bajo mis ojos- enserio lo prometo- me abrazo contra su cuerpo- si llegara a hacerte daño, nunca sería a propia voluntad. Y te dejaría el camino libre para golpearme o que me odies con todas tus fuerzas.

- Jin siento que las cosas no mejorarán- susurre- todo irá peor.

- También lo siento- murmuró.

Quedamos abrazados, sin importar que nuestros cuerpos desnudos chocaron con el otro. No importaba, no había segundas intenciones y sabía que todo lo dicho era cierto.

Terminamos bañandonos para luego salir, cambiarnos y acostarnos en la cama con las cortinas abiertas dejando que la luna alambre la oscura habitación.

- Tu también deberías hacer la evaluación mañana- dijo este abrazandome desde atrás.

- ¿Por qué lo dices?- pregunté.

- Tu cabello ya se volvió completamente blanco- murmuró- y creo que ya todo tu poder salió a la luz.

- Perdón por la escena de celos que hice hoy- murmure bajito- necesitaba desquitarme- lo escuché soltar una risita.

- Siendo sincero, fue la mejor escena de celos que pude ver en mi vida- hablo este- no creo que esa cazadora haga una similar.

Me encogi en mi sitio tratando de ocultarme a lo que el pelinegro no me dejaba. Este en cambio hizo que me de la vuelta para verlo.

- También estoy seguro que ninguna otra chica se comportaría así- hablo- sólo mi hermosa y perfecta novia descuartizaria un orco por celos.

- Ya cállate- hable avergonzada undiendo mi rostro en su pecho el cual vibró por su risa.

- Tu eres mi reina de las sombras- hablo en voz baja- y eso nadie va a poder cambiarlo.

☠Hopeless Romantics☠// Sung Jin-Woo [I]✔Where stories live. Discover now