☠Hopeless Romantics☠// Sung Jin-Woo [I]✔

Capítulo 31

Ignore las miradas de los cazadores rango S presentes, incluye do a los japoneses que entraban al sitio. Mi vista sólo estaba en Baek el cual me miraba con diversión.

- Tn, las instalaciones son para rango S- dijo uno de los cazadores presentes- baja tu nivel de poder y controlate.

- Tenía planeado hacerlo desde el principio- me gire en dirección al sujeto y sonreí dulcemente.

Me subí a la plataforma donde Baek me miraba cuán bestia a su contrincante. Sólo solté una risita viéndolo. Todos se acercaron para ver el combate.

- Ese sujeto no dudará ni dos segundos- dijo Koto, el cazador más fuerte de Japón mirándome.

A un costado las puertas fueron abiertas y dejaron pasar al presidente con Jin-Woo a su lado. Sentí la presencia conocida de alguien más, por lo que mire de reojo viendo a la rubia.

Suspire y volví mi concentración al mayor. Este esperaba algún movimiento de mi parte. Genere la guadaña en mi mano, todos me miraban con atención, en cambio la tiré fuera de la arena.

- Ahora si- mire con desinterés al contrario, sentí la tensión de todos los presentes al dejar salir mi energía de forma hostil- ataca.

El contrario no tardó en con entusiasmo venir en mi dirección, lanzó su puño en mi reacción a lo que rápidamente tomé este provocando una ráfaga de aire al detener el golpe.

- Admito que- lo mire con aburrimiento- eso fue decepcionante- no tarde en saltar girando en el aire de forma rápida y golpearle el rostro.

Fue más esquivar que otra cosa. Mi cuerpo era pequeño y más ligero a comparación del cuerpo de Baek. Me resultaba fácil escabullirme.

Me estaba cansando, era aburrido y la sensación en mi pecho seguido de las punzada en mi cabeza no ayudaban. Frunci el ceño y desapareci.

Mire el asombro de todos. Sólo algunos no estaban impresionados, era de tipo asesino, por lo que esconderme y ocultar mi presencia era lo más sencillo.

Aún así, me dieron ganas de dormir, me sentí cansada y sólo cerré los ojos por unos segundos, al abrirlos retrocedi asustada.

- ¿Tn?- pregunto el adolescente frente a mi.

- ¿Nico?- pregunté con impresión.

- Si tonta- dijo este con una sonrisa- ¿qué te pasa? Estabas bien hace unos segundos.

Negué con l cabeza y salí corriendo, estaba en un colegio, corrí algunas calles hasta frenar de golpe. Mire a mi alrededor con impresión. Los carteles de gran tamaño, las luces y los vehículos al igual que la cantidad de personas.

New York. Gire mi cuerpo y me encontré a mi, en el reflejo de las ventanas de un edificio. Mi cuerpo, ya no me veía de vienticuatro, volvía a tener trece años.

Retrocedi mié tras todo alrededor se volvía rojo. Las personas desaparecieron, los autos y las luces se apagaron. En cambio el suelo estaba rojo.

- Tn- escuche que me llamaban, comencé a cerrar los ojos y los abrí una vez más, encontrándose con aquellos ojos grises conocidos- ¿estas bien?- pregunto el pelinegro.

Mire alrededor, estaba en el medio de la arena y Baek estaba siendo ayudado a salir de unos escombros, mientras tanto otros me veían con asombro y en alerta.

- ¿Volvió a suceder?- pregunté en un susurro.

- Si- contesto- pero esta vez tu cabello cambio de color, por cierto, entre tanto blanco ahora tienes un mechón diferente- tomo una parte de mi cabello y me lo mostró.

- ¿Rojo?- pregunté. Este asintió con una sonrisa- ¿Hice mucho daño?- pregunté.

- Sólo lanzaste a tu ex líder fuera de la arena y te quedaste quieta en medio- tomo mi mano y nos hizo bajar. Varios me veían.

- Perdón por eso- dije y mire a Baek, este sólo soltó una risa.

- No te disculpes- hablo- fue lo más emocionante que haya sucedido en mi vida- sonreí y mire al resto.

Hae-In me veía, levanté la mano como saludo gesto que me devolvió. Baje mi vista a la mano del pelinegro en la cual se veía el anillo que le había dado. Enseguida me sonroje al recordar.

- ¿Era verdad no?- pregunto- lo de los anillos- espero unos segundos en silencio- sobre casarnos.

- Si lo era- sonreí- no mentiría con algo así- saque una pequeña cadena que tenía en el bolsillo, le quite el anillo con cuidado y lo coloque en esta- para que no se pierda y... puedas esconderlo hasta que...

- ¿Le diga al mundo que eres mía?- pregunto con diversión colocándose el collar y escondiendo la joya en su ropa. Me sonroje al escucharlo, mas de la cuenta.

- No soy tuya- dije en un susurro, este tomo mi mentón con su mano y me hizo mirarlo.

- Aún- se acercó y beso mi mejilla. Había alguna que otra persona curiosa viendo la escena, pero no me importaba- créeme que cuando lo seas, siempre estaremos conectados.

- Idiota no digas eso- dije saliendo de su agarre, el contrario sólo me miró divertido.

Nos alejamos del otro, mire al cazador Koto el cual al parecer estaba esperando para hablar conmigo. Me acerqué y me coloque a su lado.

- Desde que me viste se que quieres decirme algo- le dije en japonés. Este sabía que hablaba el idioma, ya habíamos cruzado palabras en otras ocasiones.

- Eres cercana al cazador- dijo serio.

- Es mi mejor amigo- dije sin mucha importancia.

- Pero es el cazador por el cual me rechazaste- dijo mirándome, suspire.

- Nunca íbamos a llegar a ningún punto- dije frunciendo el ceño- además, eres demasiado... Te gusta tener todo bajo control y yo no soy alguien a quien puedas controlar a tu antojo.

- ¿Quién crees que ganaría?- pregunto el contrario- ¿Yo o ese sujeto?- pregunto de forma amenazadora.

- Si te atreves a tocarlo- lo mire con enojo, la sed de sangre comenzó a salir haciendo que absolutamente todos dirigirán su vista a mi- eres hombre muerto- sonreí con gentileza- y me importa una mierda quien seas.

Nadie se movió ni dos centímetros, la mayoría no podía hacerlo por el dominio que había creado al infligir miedo en ellos.

Tal vez sean rango S, pero era más fuerte, por el momento. Mire a Jin-Woo quien esperaba alguna señal para acercarse. Suspire y deje de soltar energía, di media vuelta con la intención de irme.

- ¿No te quedarás?- pregunto el pelinegro llegando a mi lado. Mire a los presentes y luego sus ojos.

- Sólo necesito un respiro- mire al contrario- no hagas nada estúpido hasta que vuelva- le advertí.

- Si te sigue viendo de esa forma, no prometo nada- solté una risita al ver su mueca en el rostro. Bese su mejilla y me aleje.

- Enserio Jin- le advertí para luego salir.