☠Hopeless Romantics☠// Sung Jin-Woo [I]✔

Capitulo 41

Entre ambas comenzamos a limpiar, colocamos música y nos entretuvimos. Una vez todo limpio por lo que habíamos hecho, la rubia tomo sus cosas.

- Hae- llame cuando está estaba a punto de salir, se giró a verme- gracias- le sonreí, esta me devolvió el gesto.

- Suerte en tu cita- me guiño un ojo a lo que solté una risita. Sin más salió, mire alrededor y luego la ropa a un costado.

- Bien, a prepararme- tomé las cosas y me dirigí al baño, allí me duche, cambie y salí hacia la sala. Miraba mi reflejo en el espejo de cuerpo completo- ugh extraño mi cabello negro- murmure tomando un mechón blanco.

Con el pasar de los días este se decoloraba, no entendía el porque, era más notorio el cambio de todas formas cuando entraba a una mazmorra. Este cambiaba rápidamente y en más cantidad.

Suspire y me dispuse a ver mi cuerpo. Tal vez no era un vestido en si, pero a mi me gustaba, lo disimulaba bastante bien. (Multimedia)

Espere por varios minutos tratando de distraerme y que pase el tiempo, varios minutos despues la puerta fue tocada, me causó ya que el pelinegro tenía llave.

Sonreí y me dirigí a la puerta para abrirla, una vez que lo hice mire a al contrario, este me miró con cierta impresión al verme vestida así.

- Wow es...- sonrió un poco- te ves hermosa- asintió viéndome. Sonreí mientras lo analizaba.

Vestía una polera de manga larga color negro, esta era entre suelta y algo apretado lo cual se notaba comodidad, llevaba un saco negro y pantalones del mismo color. Típico suyo.

- Esto es para ti- tendió algo nervioso el pequeño ramo de flores, solté una risita y lo tome. Lo vi rascarse la nuca levemente.

- Gracias, son hermosas- mire al contrario- las dejaré adentro- así como dije las coloque en un jarrón para luego ambos salir- tu también te ves bien- sólo logre verlo sonreír un poco.

- Yo...- antes de que salgamos del ascensor me detuvo- puede que afuera haya algo de bullicio- advirtió.

- No me digas que...- este sonrió- Sung Jin-Woo- le regañe. Este soltó una risita y sólo salimos del ascensor.

Afuera como era de esperarse, había una linda cantidad de reporteros con cámaras. Estos ya nos habían visto por lo que el flash de las cámaras no tardó en aparecer.

- ¿Qué hiciste?- pregunté divertida- ahora todo el mundo estará pegado a nosotros.

- Sólo hice una llamada anónima anunciando que tal vez la Cazadora rango nacional, Park Tn y el cazador rango S, Sung Jin-Woo tendrían una cita romántica- golpee su brazo haciendo que riera.

- Estarán todo el día detrás nuestro y no se si más de una semana- murmure.

- Eso ya lo había pensado- me miró unos segundos- ¿y si les damos una historia que contar?- pregunto mientras abría la puerta del edificio para luego hacerse a un lado.

- Eres un posesivo y celoso, Sung Jin-Woo- le recrimine al pasar por su lado, este sólo me miró sutil y salimos.

Las preguntas no tardaron pero no les prestamos atención, sólo dejaríamos que cada uno especule. Nos subimos a la camioneta no sin antes Jin hacer una escena de caballero al abrir mi puerta.

La redes no tardaron en explotar por aquello. Cuando el se subió al vehículo, emprendidos viaje, fueron varios lugares, entre ellos un acuario donde no había absolutamente nadie, el pelinegro había pagado para que sólo estemos nosotros dos solos.

- ¿Te acuerdas de este lugar?- pregunto el contrario. Solté una risita y me acerqué a un sitio donde la enorme ventana que nos separaba del agua y peces se encontraba.

- Parecias un niño tartamudo- dije divertida, mire las paredes y sonreí- aquí me preguntaste si podíamos ser amigos- mire con melancolía alrededor.

- Tn- me llamo el contrario, di media vuelta y lo mire- se que ya lo habíamos planteado y que ambos aceptamos, pero quería hacerlo más formal- lo vi arrodillarse por lo que mi corazón dio un vuelco- Park Tn, ¿me harías el honor de ser mi esposa?

Saco una pequeña cajita donde había un pequeño anillo sencillo de plata. Asenti frenéticamente mientras pequeñas lágrimas de felicidad bajaban por mis ojos.

- ¡Si!-grite y me lancé a sus brazos. Nos abrazamos y este me colocó en anillo en el anular derecho.

- Los de tus padres son lo oficiales, este era sólo para proponertelo- dijo riendo. Solté una risita y tome su rostro para juntar sus labios con los míos.

Nos besamos por varios minutos en el suelo de aquel acuario. Nos separamos por falta de aire y juntamos nuestras frentes.

El resto la seguimos pasando bien. Fuimos a un restaurante donde hablamos un largo rato sobre diferentes temas, en su mayoría recordando algunas cosas sucedidos en la secundaria.

Cuando nos fuimos y llegamos al departamento, fue en silencio, nadie decía nada, pero aún así la tensión era mucha. Deje mi abrigo en el perchero y mire al contrario quien cerró la puerta principal.

Sólo eran nuestros cuerpos los que se acercaron al otro, se movían solos ante algo que ambos queríamos desde hace tiempo.

Los besos no tardaron. Primero habían sido tranquilos, pero con el pasar del tiempo fueron subiendo de tono. Las caricias y besos en otras zonas que no fueron los labios.

Nos entregamos al otro sin dudarlo siquiera, era algo que ambos queríamos, pertenecernos y marcarnos. Unir nuestros cuerpos y alma.

Algo tan natural para la mayoría de personas, pero tan especial y sincero entre ambos. Luego sólo dormimos abrazados hasta el día siguiente donde nuestras vidas seguirían corriendo.

Donde todo comenzaría a cambiar de forma drástica.