Capítulo 29

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Miraba por la ventana esperando. Seth se había ido con si padre por algunos asuntos del palacio, en cambio yo me tuve que quedar.

Las puertas se abrieron y dejaron ver al rey junto a sus dos hijos y Jin. Esil contaba entusiasmada todo lo que había hecho el pelinegro.

Me levanté y mire al pelinegro este no había apartado su vista de donde estaba. Levante mi mano en saludo y apreté los labios.

- Hola- salude. El contrario fruncio el ceño y se acercó a mi apresurado y encorbando su espalda para quedar más cerca de mi rostro.

-¿Estas bien?- pregunto con ambas de sus manos en mis mejillas. Solté una risita- no te rías, me preocupaste demasiado- dijo y me enredó en sus brazos.

- ¿Perdón?- pregunté, aún así también me disculpaba, aún que no sabía muy bien que me.habia sucedido.

- Conseguí el último componente para ...- no siguió hablando por lo que me aparte un poco y lo mire, tomé su rostro con mis manos.

- Tranquilo, esta bien- bese nariz y sonreí- aún así me molesta un poco el no poder haber ido- nos alejamos y miramos a los demonios.

- Gracias por ayudarnos- dijo el pelinegro. Aún que nosotros hayamos sido los encargados de destruir al resto de demonios, ellos ayudaron.

- Fue un placer- dijo el rey.

- Bien, nosotros nos vamos- dijo con una sonrisa Jin y se giró a verme, me acerqué tomando su mano.

Un cartel apareció, lo mire atenta leyendo la pregunta en este. Era específico como el de para entrar a la mazmorra. ¿Desean salir?

- Si, aceptamos- dije sonriendo. Mire a los demonios quienes se despedían aún que Esil tenía un rostro triste al ver nuestras manos juntas.

- No vayas a dejarla!- dijo Seth a Jin. El pelinegro lo miro sin entender en cambio el demonio sólo pudo verlo con valor y desicion- si llegas a lastimarla y dejarla, iré yo entre medio de todas las tinieblas para traerla a la luz!- grito.

Mire a Jin-Woo quien sonrió bajando la vista al suelo unos segundos, luego levantó la vista al demonio mirandolo divertido.

- Ten por seguro que eso no sucederá- giro su vista para verme- y en realidad...- se acercó acariciando mi mejilla derecha con dulzura- ella es quien me saca a mi de las Sombras.

Luego de eso, nuestros cuerpos no tardaron de desaparecer y volver a nuestro mundo. Miramos la camioneta, era de noche y ya habíamos tardado mucho.

- La pagarás tu- dije mientras sacaba el pequeño papel de la ventana. Una multa.

- De acuerdo- la tomo y nos subimos al vehículo- vamos primero a casa, quiero mostrarte algo que seguro te gustará.

No entendía que podría gustarme pero acepte. Llegamos luego de unos minutos y bajamos, el contrario me tomo de la mano y me arrastró hacia un callejón algo oscuro.

- ¿Jin?- pregunté al momento en el que con su brazo rodeó mi cintura acercandome. Este sonrió de lado viéndome.

- Kaisel- llamo. No lo espere y me sorprendí cuando un enorme dragón de sombra apareció frente nuestro- recuerdo que cuando teníamos quince me dijiste que ambas los dragones.

- Y los sigo Amando- dije con fascinación- anda ¡vamos!- empuje al contrario quien soltó una risita, rodeó mi cintura con sus manos y con facilidad me levanto, me senté arriba de la criatura y a los segundos siguió Jin quedando de pie en la espalda del animal.

No tardamos en despegar mientras el dragón se dirigía al hospital. Solté una risita y me acosté de espaldas mirando el cielo, aún que en su lugar mire al pelinegro.

Este con las manos en sus bolsillos miraba hacia el frente, su camisa negra algo abierta los primeros botones y las mangas arremangadas dejando ver sus brazos ahora trabajados.

- Jin- lo llame a lo que el contrario miró en mi dirección- si algún día te lo propusiera...¿te casarias conmigo?- pregunté.

Soltó una risita y se agachó, yo aún acostada podía verlo. Saque los anillos que alguna vez le pertenecieron a mis padres y se los mostré.

- Planeaba preguntartelo yo- dijo tranquilo.

- Prefiero el cliché en el cual la mujer pide matrimonio- dije entre risas. Me coloque frente suyo también de rodillas- ¿Sung Jin-Woo te casarias con tu mejor amiga?- pregunté.

- Claro que si, mi reina- me acerco uniendo sus labios con los míos. Solté una risita entre medio mientras me acercaba más a su cuerpo.

- Ten- le puse en su mano derecha el anillo que le perteneció a mi padre. El contrario agarro el otro y me lo colocó a mi- ¿sabes que estas rompiendo una tradición?- pregunté divertida.

- Si te refieres a la del hijo mayor que debe casarse con una chica de su país- me dio vuelta para que quedará acostada otra vez pero en sus brazos- tal vez no seas coreana pura, pero no me interesan las tradiciones cuando se trata de ti.

Sonreí y acaricie su mejilla para luego acercarme y dejar un breve beso en sus labios. Unimos nuestras frentes mientras nos sonreimos mutuamente.

-¿Hasta qué la muerte nos separe?- pregunté.

- No, incluso después de eso- respondió.

Nos quedamos un rato juntos mientras llegábamos al hospital. Allí el pelinegro nos llevó hasta la ventana de la habitación de su madre. El dragón desapareció y sólo quedaron un poco de rastros de una sombra.

Mire al pelinegro, este miraba a su madre en la camilla. Estaba dudando y eso lo sabía perfectamente por su vista decaida. Me acerqué abrazandolo por la espalda, bese su hombro y apoye mi frente en su espalda.

- Hasta el momento, sólo he visto milagros salir de este sistema- dije en un susurro- seguro tu viste muchos más- sonreí y cerré los ojos- no creo que sería malo confiar una vez más, ¿No lo crees?

El pelinegro le dio la posición a su madre luego de lo que dije. Esperamos por unos segundos, se notó que el color en el cuerpo recostado había vuelto.

El cuerpo del pelinegro temblaba y era por el miedo, no sabíamos si funcionaría y sabía que estaba ansioso e impaciente. Todo lo que había hecho, entrar en mazmorras, ir al peligro, subir de nivel, todo eso lo había hecho por ella.

Y sin duda para mi, era un acto de amor que nadie podría comparar.

Al cabo de unos minutos nada había sucedido. Jin se sentó en una silla frente a la camilla, me acerqué y este apoyo su cabeza en mi vientre mirando al suelo, en cambio acaricie sus cabellos negros.

- ¿Qué dicen los anillos?- pregunto Jin en un susurro- entendí la primera parte, lo que dice el mío, pero las palabras del tuyo eran confusas- solté una sonrisita viendo el anillo en mi mano derecha.

- We are and will be hopeless romantic- dije recordando lo que decían ambos anillos al juntarse- Somos y seremos románticos sin remedio.

☠Hopeless Romantics☠// Sung Jin-Woo [I]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora