11. | Rabia y sangre

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(Advertencia: Contenido sensible, un poco de gore, muerte, sangre, leer con precaución)

Llegaron a la mansión Ackerman alrededor de la 11 de la noche.
Kenny y Levi los esperaban en la entrada de la mansión ambos con expresiones igual de tensas.

Eren condujo hasta las puertas de la mansión, Sienna bajó primero. Casi al instante, una mujer castaña con lentes se apareció antes ella dándole un fuerte abrazo mientras le formulaba un montón de preguntas. Sienna le dió una leve sonrisa intentando tranquilizarla mientras ambas se dirigían hacia las escaleras, donde estaban Kenny y Levi.

Eren bajó después. Un tanto cohibido.

— ¡Sienna, linda! — una mujer pelirroja se acercó a ella tomándola por los hombros con preocupación, un hombre rubio iba a su lado — ¿Te hicieron daño? ¡Estábamos tan preocupados!

Eren recordaba vagamente haberlos visto en la boda.
Sienna les dió una sonrisa.

— Isabel, Farlan —  dijo a modo de saludo — que sorpresa verlos por aquí.

— Levi nos contó lo que sucedió. — dijo el hombre, Farlan, dándole un par de palmadas en la cabeza a Sienna — Vinimos tan pronto como pudimos.

Ella asintió imperceptiblemente, mientras alzaba su mirada hacia su hermano y tío, que aún estaban en lo alto de las escaleras.

Eren se dirigió vacilante hacia ellos también. A él nadie le daba la bienvenida ni decía que estaba feliz por verlo, pero no le importaba. Tampoco esperaba que lo hicieran. Sin embargo sentía una extraña sensación en el pecho.

Tristeza.

Siempre había visto a los Ackerman como inhumanos, por sus conductas y costumbres tan sangrientas. Degradándolos a algo peor que escorias. Sin embargo en aquel momento, no pudo evitar pensar, que si él se hubiera encontrado en una situación similar en Alemania, los únicos preocupados por él en verdad habrían sido su madre y Armin.

Siempre lo había atribuido a que era así porque pertenecían a una mafia, y ahí la ley de vida era que cada uno debía salvarse su propio pellejo.
Pero al ver a los Ackerman, lo unidos y leales que eran aún con todo el poder que tenían, no pudo evitar darse cuenta que no en todo lugar era así.
Incluso una familia como aquella se preocupaba por los suyos.

Su padre y Zeke jamás se habían interesado minimamente en él hasta que lo nombraron heredero. Y aún así, ambos lo habían buscado con la finalidad de que trabaje para ellos. Ordenándole lo que debía hacer, casarse con Sienna, unirse a los Ackerman, asesinar a Sienna, traicionar a los Ackerman. Daba lo mismo, ambos sólo lo utilizaban para sus objetivos, sin importarles su seguridad.

Hasta el mismo Zeke, que había creído que era su mejor opción, lo había dejado tirado con una bomba en su mansión sin decirle absolutamente nada excepto a la hora que detonaría.
Y ni siquiera había sido específico con eso.

Se obligó a apartarse de sus pensamientos, él y Sienna ya habían llegado a lo alto de las escaleras. Kenny y Levi estaban frente a ellos.

— Sienna... — Kenny murmuró su nombre casi dando un suspiro de alivio.

Se acercó un tanto incómodo a su sobrina. La rodeó con un leve abrazo.
El ambiente se silenció por un momento, Eren no podía creer lo que veía. ¿En verdad aquel era Kenny Ackerman?

Sienna y él se mantenían tensos mientras se abrazaban, pero sin lugar a dudas, era un abrazo sincero.
Por las expresiones del resto de la "familia" podía notar que ellos tampoco estaban acostumbrados a ese tipo de situaciones.
Hange y un hombre castaño que acababa de llegar, estaban boquiabiertos, Isabel y Farlan también estaban sorprendidos, Eren pudo notar como la pelirroja sacaba discretamente su móvil tomando una foto a la escena con una expresión burlona.

blood wedding | eren jaegerWhere stories live. Discover now