30. | Promesa cumplida

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Phoenix, Arizona
15 de febrero

Por un momento, Sienna ni siquiera fue capaz de reaccionar. Vió el cuerpo de Eren tirado en el piso, escuchó los gritos desesperados de Jean mientras volvía a ser atado, vió como Mikasa se debatía ensangrentada en en suelo.

Sangre, sangre y más sangre.

Sienna podía sentirse a sí misma quebrándose, podía sentirlo en el fondo de su ser, su mente como un vidrio en la presión del calor, a punto de romperse para siempre.

Volvieron a atarle las muñecas, la arrodillaron en el suelo para que solo pudiese ver a su hermana y Eren, sin poder hacer nada más.

Tampoco era como si se pudiera mover.

Levi estaba parado aún en medio del salón. Observaba a Mikasa con una muda expresión de horror, estaba inmóvil, la pistola en su mano había comenzado a temblar.

Sienna no sabía que hacer. No tenía idea de que podía hacer. Su mente gritaba, aullaba de terror. No había manera de huir. No había forma de escapar. ¿Cómo podrían huir con Mikasa y Eren en ese estado? No sabía dónde les había dado las balas, pero a juzgar por la cantidad de sangre.... No tenían mucho tiempo. No había tiempo.

Si no buscaban ayuda cuánto antes...
Entonces Mikasa y Eren....

— ¡TE DARÉ LO QUE QUIERAS! — la voz de Jean se escuchó llena de desesperación — ¡SOLO DEJA QUE VIVAN...!

Al parecer, él y Sienna habían llegado a la misma conclusión.

Los ojos de Sienna se llenaron de lágrimas en cuánto comprendió cuál era su única opción:

Rogar. Suplicar.
Humillarse por una esperanza.

No tenían a nadie, Kenny y sus hombres estaban muertos; Armin y los demás se habían ido el día anterior, Hange y Moblit habían sido capturados y quién sabe en qué estado estarían ahora. Nadie más sabía que estaban allí. Nadie iría a salvarlos.

Viese dónde viese, no había salida. Por primera vez en su historia, los Ackerman estaban acorralados. Los habían acorralado.

Sienna distinguió la sonrisa de Annie, incluso la de Pieck. Marcel parecía aburrido; y Porco seguía sobre el balcón.

Su mirada se encontró con la de Sienna. Ella tomó aire.

— ¡ÉRAMOS ALIADOS! — odió lo patética que sonó su voz — ¡¿COMO PUEDES?! — observó el cadaver de su tío, el rostro pálido de Mikasa, la sangre y el rostro contraído de dolor de Eren — ¡NO ERES MÁS QUE UNA ESCOR-!

— Fuiste tú la que rompió con nuestra alianza. — espetó Porco dirigiéndole una mirada cargada de rabia — ¿En serio creíste que después de eso les dejaría llevar a cabo un plan que fue idea mía? Por Dios, Sienna, no pensé que fueses tan estúpida. Incluso confiaste ciegamente en tu amiga. — negó con la cabeza, irónico — A la que no habías visto en meses....

Todo el interior de Sienna se retorció de rabia y dolor.

— No te atrevas a mencionarla...

— ¿A Ymir? — Porco rió — ¿Por qué no?Te prometí que la protegería, y en verdad lo hice. Verás, cuando la descubrió Marley lo iba a perder todo: a su amada Historia y a ustedes, tu familia al completo. Yo le ofrecí algo diferente: a Historia y perdonarles la vida a ustedes. Todo con la única condición de asesinar a cierto líder de los Jaeger. — resopló — Y ya habrás imaginado que eligió.

Sienna parpadeó una vez, no quería hablar de eso allí. No quería que Porco siquiera se atreviese a mencionar el nombre de Ymir.

Sin embargo...

blood wedding | eren jaegerWhere stories live. Discover now