El Infierno de un Ángel

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Rezagada en un rincón con poca iluminación observaba silenciosamente a los novios, de como una extraña luz los rodeaba - ¿así se ve la felicidad? – no se dio cuenta que una solitaria lagrima comenzó a rodar por su mejilla, ella jamás disfruto o supo a que sabe la felicidad, el día de su enlace matrimonial, fue un día gris un viento frio movía sus cabellos, iba sola en el carruaje rumbo a la capilla donde se realizaría el enlace creía que podría quizás obtener algo de felicidad, quizás hijos, pero solo obtuvo golpes y mucho, mucho dolor, se toco el pecho al sentir una punzada de dolor de envidia quizás, porque a pesar de que ambos novios ya no eran uno jovencitos volvían a tener entre sus manos felicidad un sollozo de profundo dolor se escapo de su garganta y varias lagrimas cayeron de sus ojos derramándose dentro del vaso de jugo que sostenía en su mano – es evidente que la felicidad no esta dentro de mi destino – escucho una voz a su espalda y se volvió algo asustada, no podía ver el rostro de quien le hablaba porque estaba en las sombras

- Tranquila – le sonrió – el dolor ha vivido dentro de tu alma hasta el punto de sentir que es parte de ella, pero no te equivoques conocerás la felicidad, aquella que ha sido tan esquiva para ti, abraza tu vida y jamás te va abandonar ... tu serias feliz como te dije que lo serias

- Dis...disculpe – se trató de acercar y verificar de quien era aquella voz que le resultaba quizás hasta familiar, pero al hacerlo aquella presencia se desvaneció, no sintió miedo, sino que le causo un gran paz y no por las palabras que le dijo, sino por el aura que proyectaba - ¿Dónde está? – susurro y salió hacia el exterior comenzó a caminar con algo de prisa para tratar de localizarla aunque en el fonde de su ser sabia que no estaría, pero deseaba encontrarla y preguntarle a que se refería con eso de que sería feliz iba tan absorta en sus pensamientos que no se percató de que el piso estaba algo congelado y con escarcha y por ende muy resbaladizo; solo se dio cuenta que se iba a caer al sentir como cuerpo se iba cayendo de espalda y se golpeaba fuertemente la espalda, de su boca salió un quejido suave porque el aire se fue de sus pulmones, cerro los ojos y trato de llevar aire a sus pulmones antes de tratar de ponerse de pie – me duele mucho – susurro , se trato de poner de pie, pero el dolor en su pie y mano al tratar de apoyarla fueron muy fuertes y se volvió a dejar caer en el suelo y comenzó a llorar de dolor, de vergüenza y de pena, por su enorme soledad, no supo cuentos minutos se quedó ahí tirada sola en la oscuridad hasta que sintió que unos fuertes brazos la tomaban entre ellos y la levantaban, ella de forma automática se puso tensa al ser llevada quien sabe dónde, pero también estaba muy sombrada que él la pudiese levantar en vilo y no presentar signo de debilidad o que hiciese un gran esfuerzo.

La vio caer desde el gran ventanal del salón azul, se había encerrado ahí, tras seguir a Leonore, quería tener la oportunidad poder hablar con ella a solas, pero debía pensar antes de actuar, debía calmar su rabia y odio o podría causar algún pequeño escandalo en la boda de su abuelo y es lo menos que quería en aquellos instantes, pero al verla salir al jardín trasero, tan desconcertada y después al verla caer y no poder levantarse por causa del dolor, decidió salir y ayudarla, después de todo era un caballero, su abuelo lo crio con esos valores; aunque en algunas ocasiones lo olvidase, la vocecilla de su conciencia le dijo que olvidada su lado caballeroso solamente con aquella mala mujer; camino rápidamente para quedar de pie al lado de ella y levantarla entre sus brazos y sacarla de ahí para que no fuese vista por los invitados - ¿se encuentra bien? ¿O solo desea llamar la atención?