¿Podrá aquel caballero rescatar al Ángel del infierno?
Leonore tan solo conocía el dolor y jamás el amor, desde pequeña rechazada por su familia al no ser el deseado hijo varón; tan solo conocía el desamor y el repudio de todos quien la rodeaban.
Al...
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13
Al ingresar a su hogar le pregunto a su mayordomo por Leonore - ¿Dónde esta Lady Leonore?
- La Marquesa que encuentra en el salón gris
- ¿Aun sigue ahí? – arrugo el cejo, había escuchado de la boca de su ayuda de cámara que lleva días en ese lugar decorándolo, pero lo más extraño es que no le habían llegado facturas por ello; le entrego su sombrero y capa y salió en busca de ella; abrió despacio la puerta quería observarla unos minutos sin que ella se diese cuenta y lo logro, la vio sentada en medio de la habitación y su vestido gris formaba una especie de nube de días lluviosos alrededor de su cuerpo, tenia en su manos libros y unos jarrones. Al mirarla así en tan concentrada en lo que estaba realizando se apreciaba a un ser tranquilo, quizás a una niña que estaba rodeada de sus juguetes y no podía escoger uno solo, pero el sabia que aquella postura era una fallada
Leonore levanto la vista y miro a ambos lados porque percibió que alguien la observaba y no pudo seguir con su labor, se incorporo un poco más y se volteo y pudo observar a su esposo parado en la puerta observándola con sus fríos ojos azules, se piso de pie rápidamente e hizo una reverencia – mi lord – apretó su manos - ¿necesita algo?
- Veo que has seleccionado la sala gris para tu uso personal – ingreso lentamente la habitación y cerro la puerta tras de si y comenzó a observar los avances que ha hecho Leonore, se dio cuenta que la habitación había sido limpiada de forma muy prolija, que se cambiaron las cortinas y que algunos muebles también fueron movido de posición, por lo demás estaba como la recordaba, ya que aquella habitación la había ocupado su madre hace ya muchos años.
- Si, mi lord – cruzo sus manos y las apretó tratando de controlar sus nervios -¿no le molesta?, ¿debo seleccionar otra? – bajo la mirada con pesar realmente le gustaba aquella habitación por sus grandes ventanales que iluminaban todo, a ella le gustaba la luz, le tenia un enorme pánico a la oscuridad, miro a Dominick con nerviosismo y un pensamiento cruzo su cabeza ; quizás él había decidido enviarla al campo y aunque la idea no le desagradaba, extrañaría a los empleados de la residencia, porque ya los estimaba por su amabilidad - ¿me enviara al campo? Mi Lord
- Para tus preguntas la respuesta es no, paso e largo y se sento en un sillón de respaldo alto, el cual solía ocupar su padre cuando se sentaba a tomar el té junto a su padre – tan solo pensé que habías más cambias a la habitación después de todo es de un estilo anticuado.
- No ... yo – bajo la mirada – yo no sabia que podía disponer de dinero para esos menesteres mi lord – miro alrededor – pero a mi me gusta asi, con ese aire, me agrada
No supo porque diablos le agrado su respuesta, quizás porque no le desagradaba el gusto de su madre y al dejarlo así, el recuerdo de ella continuaría existiendo – pues pudes hacer lo que quieras – se puso de pie – a tu segundo pregunta, no, no te enviare aun al campo – sonrió de forma sínica – no te liberaras de mi aun, recuerda debes darme un heredero y ahora te podrás largar
