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El agotamiento había hecho presa de su cuerpo y mente, estaba realmente agotado, sus parpados se cerraban solos, paso toda la noche leyendo el diario de Celesthe conociendo su verdadera esencia, su real alma y pudo ver a una mujer que jamás lo amo...

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El agotamiento había hecho presa de su cuerpo y mente, estaba realmente agotado, sus parpados se cerraban solos, paso toda la noche leyendo el diario de Celesthe conociendo su verdadera esencia, su real alma y pudo ver a una mujer que jamás lo amo, que estaba movida únicamente por la codicia y ambición y que su ultimo año de vida al ver que la muerte venia por ella se aferro a él como si se tratara de una tabla de salvación, pero no aquella tabla que los marinos se aferran con uñas y dientes para sobrevivir, no él era tan solo la tabla de salvación para redimir sus pecados, pero eran tantos que sabia que estaría condenada y buscaba una forma de espiarse de ellos al revelar la verdad de ella y de Alberth, pero la cobardía y comodidad la sostuvo hasta después de muerta, porque solo revelo todo al momento de que Leonore y él estaban casados - antes debió ser antes - tomo el diario y lo miro - esto debió llegar a mi antes, antes de también condenar mi alma por todo el daño que le he causado a un ser indefenso y puro, que soporto el real infierno en la tierra al ingresar a aquella familia - deseabas tu salvación, pero también dejaste que yo me condenara - soltó un bostezo y los ojos se le cerraron arrastrandolo al mundo de los sueños.

- Dominick, levántate, hoy es la boda de mi hermano

Abrió los ojos y miro a todos lados, se tallo los ojos tratando de despejar su mente del sueño - ¿boda? - pero si Leonore no tiene hermanos, pensó ¿de que hermano hablaría?, se sentó en la cama y miro a todos lados tratando de buscar a su ...esposs... - ¿Celesthe? - su corazón se acelero, vio en su habitación a Celesthe, estaba ahí parada en medio de su habitación ¡viva!

- Querido - se volteo y le sonrió - por fin has despertado, levantate para que te alistes, hoy es la boda de Armand

- ¿Armand contrae nupcias? - esto no era lógico, aquella mujer llevaba años muerta, sufrió su perdida, odio por la misma y acaba de descubrir sus más oscuros secretos

- Claro - rio bajito - hoy se casa con...

- ¿Qué haces tu aquí? - se puso de pie y se acerco a ella y no podía sentir el olor que recordaba de ella, no sentía nada, al contrario sentía un especie de frio que lo envolvía

- ¿Qué? ... soy tu esposa claro que debo estar aquí - sonrió -

- No... no - la miro directo a los ojos - sabes que eso no es así, Leonore es mi esposa - la vio reír y mirarlo como si estuviese loco - ella será la esposa de mi hermano hoy, tu no fuiste capaz de hacerla feliz, tu la lastimaste mucho... recuerdas

El frio que sentía creció aun mas congelando sus fuerzas - sabes que no es asi... en tu diario aceptas esta unión - miro por todos lados y vio el diario en la cama, camino hasta ella y lo tomo en su mano - aquí - lo movió frente a los ojos de ella - aquí me dices tus verdades, aquí me cuentas tus motivos reales... jamás me amaste solo era tu forma de huir del infierno que representaba tu hermano, aquel malnacido

- Como puedes decir eso de mi - Alberth apareció a su lado de la nada - yo te amo - levanto la mano para tocar su rostro - yo dejé viva a la estúpida de Leonore, por ti, porque tú me lo pediste y mi hermano la acepto como su esposa,

El Infierno de un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora