Capítulo XVI: Segunda Cita

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Mis días transcurrieron rápidamente, aún no había vuelto a ver a Jerónimo desde nuestra cita hace unas semanas.

La convivencia con Renata marchaba increíble, ella era genial. Adoraba a esa chica,  excepto el día después de mi cita con Jerónimo cuando fue a despertarme y caí de cara al suelo. Ese día quise golpearla pero luego lo olvidé cuando dijo que había preparado chocolate caliente para mi. 

En realidad fue una excusa para que le contara absolutamente todo sobre mi cita pero igualmente aproveché mi chocolate mientras relataba todo lo sucedido con Jerónimo y a demás de decirme que debía conocerlo para advertirle lo que le sucedería a sus bolas si llegaba a romper mi corazón.

Realmente había estado tan ocupada con el trabajo, que por lo tanto solo habíamos mandado textos o hecho alguna llamada con Jerónimo.

La buena noticia era que mi jefe me había seleccionado para dar un seminario sobre uno de mis trabajos en una universidad.  Cuando me lo comentó literalmente grité de emoción y lo abracé mientras el reía de mi entusiasmo. Aunque para ser sincera Hugo ya no se sorprendía de saber que no estaba tan cuerda pero que era la mejor en mi trabajo.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

—Adelante —expresé con la vista en mi portátil.

Sarah , nuestra secretaria y encargada de los recados, ingresó a mi oficina con un ramo de flores en sus manos.

—Señorita Williams han deja... —levanté mi mano en gesto para que se detuviera.

—Sophia, ya te he mencionado que me llames Sophia —dije antes de que continúe hablando Sarah.

—Lo siento, Sophia. Un mensajero ha dejado esto para ti en la entrada.

—¿Para mí? —expresé sorprendida.

—Tu nombre está en la tarjeta y eres la única persona cuyo nombre es Sophia Williams, que trabaja aquí, así que supongo que eres tú—dicho eso lo dejó sobre mi escritorio.

Me puse de pie y tomé la tarjeta para leerla.

You're beautiful
Tú y yo esta noche
Segunda cita preciosa
Paso por ti a las siete.

Jerónimo Cromwell

Sonreí como idiota y volví a leer la tarjeta varias veces mientras Sarah me observaba.

—Puedes retirarte Sarah, gracias —expresé aun con mi vista en la tarjeta.

Me senté frente a mi escritorio y continué observando las flores con una sonrisa idiota en mi cara. Realmente me había sorprendido con el detalle y debía admitir que no me lo esperaba, resultó tierno y romántico de su parte.

No lograba dejar de sonreír parecía una adolescente. Tendríamos nuestra segunda cita esa noche, me sentía realmente feliz. 

Aunque, en ese instante no imaginaba que, Jerónimo Cromwell aparecería en mi vida como un maldito tornado arrasando todo a su paso.

❀❀❀

Llegué a mi nuevo apartamento, me dirigí a mi habitación y entré al cuarto de baño. Necesitaba ducharme. 

Unos minutos después salí envuelta en una toalla y con otra en la cabeza, mientras buscaba algo que ponerme.

Luego de vestirme, tomé mi bolso y bajé por las hermosas escaleras, "noten mi sarcasmo", pero los ascensores y yo no teníamos buena relación.

Una parte de Mi (Libro 1)Where stories live. Discover now