Epílogo

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Luego de unas semanas merecidas de descanso, donde habíamos pasados unos días increíbles entre amigos llegó la hora de volver al trabajo. 

Me levanté de mi cama y me dirigí al baño, tomé una ducha, me vestí y salí de mi habitación.

Entré en la cocina y mamá estaba desayunando junto con papá.

—Buenos días —saludé.

—Buen día cariño —dijeron al unísono.

—Quería hablar con ustedes sobre algo —hablé de repente llamando su atención.

Mi padre dejó el periódico y posó toda su atención en mi. 

Mi madre dejó su móvil y asintió.

—Dinos cariño.

—Estuve pensando últimamente y... — carraspee—, he decido buscar un piso para mi sola y mudar... mudarme.

—Oh... ¿es lo que deseas cariño? —preguntó papá

—¿Nos dejarás otra vez? —murmuró mi madre con lágrimas en los ojos.

Entendía su sentimiento por mi partida, pero jamás dejaría de visitarla.
Pero, necesitaba estar sola y tener mí propio espacio.

—Mamá solo no viviré aquí, pero vendré a verte siempre. Ya lo hemos hecho.

—Tiene razón cielo —expresó papá tomando la mano de mamá.

Se miraron con amor, ese que seguía intacto después de casi treinta años juntos.
Lo que me llevaba a preguntarme si algun día tendré esa suerte de encontrar un amor como el de mis padres.

—Lo siento, tienes razón, es que mis bebés ya crecieron y toman sus propias decisiones.

—Además aún tengo que buscar un lugar que me agrade, todavía no me iré. Solo quería que supieran sobre mis planes.

—Está bien, cariño. Sabes que ayudaremos en lo que necesites —expresó mi padre.

—Siempre estaremos para ti —continuó mamá.

—Lo sé y los amo por eso—Me puse de pie y me acerqué a ellos para abrazarlos.
 
No sé que sería de mi sin ellos, sin mis hermanos. 

❀❀❀

Luego de desayunar salí de la casa, subí al auto y conduje hacia el trabajo. Iba cantando una canción mientras conducía, podría decir que mi animo había mejorado de manera considerable.

Bajé del auto y comencé a avanzar hacia el edificio, iba caminando con la vista en mi móvil riendo de los mensajes del grupo que teníamos con mis amigas, cuando de repente choqué de frente con alguien. 

Mierda, otra vez, quizás necesite lentes. Lo peor de todo era que habían volcado un café entero sobre mi y estaba caliente.

—¡Mierda, mierda! Dios... ¡quema! —me expresé sintiendo como el café quemaba mi piel.

—¡Mierda! mí camisa... — oí a alguien hablar.

Alcé la vista hacia la persona que estaba frente a mi.
 
—¡¿Por qué no tienes mas cuidado idiota?! —expresé furiosa.

—¿Por qué tu no te fijas tú por dónde caminas? O acaso eres ciega —habló secamente el hombre que se encontraba frente a mí.

A decir verdad comenzaba a sospechar que no estaba viendo bien. Igual ese no era el caso, no era la única que debía prestar atención al caminar.

—Tu deberías hacer lo mismo si no, no me hubieras chocado.

—La luz del sol me nubló la vista y yo no iba con el móvil en la mano —replicó.

—Si, claro, ahora es mi culpa. Sabes que hazme un favor y desaparece de mi vista maldito idiota —lo empujé o eso intente con mi hombro al pasar.

Comencé a subir las escaleras maldiciendo en el camino, miré la hora en mi móvil y maldije. Llegaría tarde a la reunión con el equipo porque tendría que cambiarme.

Por suerte siempre solía tener ropa en mi oficina.

Ingresé a ella y comencé a quitarme la ropa mojada con café.

—Que asco, odio el café —murmuré para mí.

Unos golpes se escucharon en la puerta.

—Adelante —expresé.

—¿Por qué golpeas? —arqueé mi ceja hacia Sanem.

—No lo sé —se encogió de hombros—. ¿Qué te sucedió? —preguntó observando mi ropa.

—Un idiota me chocó en la entrada del edificio y volcó todo su estúpido café sobre mí —bufé—. Ahora debo cambiarme y llegaré tarde a la reunión con el jefe.
 
Sanem comenzó a reírse de mí.

—¿De qué mierda te ríes? —interrogué.

—De que odias el café —continuó riendo.

Lo odiaba si y eso era lo que me irritaba. No soportaba el olor horrible a café y lo peor de la situación era que había arruinado mi ropa por completo.

—No es gracioso —arrojé un bolígrafo hacia ella—. Deja de reír.

—Bien, bien tranquila —levantó sus manos en forma de paz—. Ya no me reir, te veo en la reunión.

Salió de la oficina y continúe con lo mio.
Maldiciendo el día que nació ese idiota.

❀❀❀

Luego de cambiarme la ropa y ponerme algo de perfume para contrarrestar solo un poco el olor a café, salí de mi oficina dirigiéndome a la reunión.

Di dos suaves golpes en la puerta.

—Adelante —expresó la voz de mi jefe.

Abrí la puerta con la vista en mi camisa, tratando de arreglar las pocas arrugas que tenía, lo cual era imposible.

Mí día no podía ir peor...

Me rendí y levanté mi vista hacia las personas presentes.

Sanem estaba sentada en uno de los sofás. Thomas junto a ella en el apoya brazos, el jefe detrás de su escritorio y frente a él un hombre vestido de traje dándome la espalda.

—Siento la tardanza —comencé a hablar—. Tuve un pequeño inconveniente en la entrada, un idiota que quizás necesite gafas chocó conmigo y volcó todo su estúpido café sobre mí —dije.

>> Todos saben que odio el café, tuve que subir a mi oficina y cambiarme la ropa, casualmente siempre suelo tener una prenda extra aquí y...

El hombre que se encontraba frente a mi jefe se giró lentamente hacia mi y lo reconocí. Era él, el idiota del café con una sonrisa estúpida en su rostro, no llevaba la misma ropa de hace un momento, así que suponía que se había cambiado de atuendo.

—Eros —comenzó a hablar mi jefe—ella es Sophia Williams, arqueóloga y jefa de investigación. Sophia el es mí sobrino Eros —habló señalando a idiota—, trabajará con nosotros como jefe a tu lado.

—Vaya mala suerte —oí a Sanem reír.
 
¿Cómo jefe a mi lado dijo?
Mi día acababa de ponerse peor...

El susodicho extendió su mano hacia mi.
 
—Un gusto Sophia, soy Eros Finnegan el idiota del café.

Me quedé estática un momento intentando comprender toda la situación, parpadee volviendo a la realidad y tomé su mano, algo que provocó cosas en mí que nunca había sentido. 

—Sophia Williams —logré pronunciar. 

Mierda, mi intuición me decía a gritos, que el idiota del café traería problemas a mi tranquila vida.

Una parte de Mi (Libro 1)Where stories live. Discover now