Comprensión

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[ Capítulo 11 ]



Zhan abrió los ojos suavemente después de un tiempo incierto. Mientras salía de la bruma de lo que fue una excelente siesta, escuchaba el sonido de la televisión y sentía los cariñosos toques en su cuero cabelludo, también una manta sobre él que lo mantenía caliente al igual que el cuerpo que lo abrazaba desde la cintura.

Se removió un poco y sintió un beso en su mejilla, recobrando sus sentidos y volteando su cabeza hacia atrás, notando una sonrisa suave del castaño y su cabello desordenado.

- ¿Descansaste?

- Mn, muy bien - su voz salió algo rasposa y se volteó para quedar frente a frente con Yibo.- ¿Cuánto dormí?

- Casi dos horas.

- Umm, lo siento.

- No te disculpes, está bien. Pero igual quería preguntarte, ¿Por qué luces tan cansado? ¿Paso algo malo durante el tiempo que estuvimos separados?

Zhan tardó bastante tiempo en responder, pero lo hizo luego de lamerse los labios y carraspear - Pesadillas. Las tenía cuando era joven y no las había tenido desde mi último tratamiento, pero volvieron a los meses de que terminamos.

- ¿Pesadillas sobre qué?

- Sobre mi vida antes de ser parte de la familia Xiao.

Yibo lo miró y movió unos cabellos tras la oreja de Zhan - ¿No quieres hablarlo?

- Sinceramente, no.- suspiró - Es muy difícil para mi - bajó las pestañas un momento, mordió su labio y volvió a mirarlo - Solo... dame un poco de tiempo.

Yibo sonrió suavemente y besó la punta de su nariz - Todo el que necesites. No te sientas presionado, lo que menos quiero es que te sientas incomodo o sufras. Puedes tomarte tú tiempo y cuando estés listo, habla conmigo. Estaré aquí para ti, siempre.

Zhan tomó sus mejillas y lo besó - Eres realmente encantador, Wang Yibo.

- Solo para ti, bebé.

Zhan sonrió - Bésame.

- ¿Cómo?

- Como si ese estúpido voto de celibato que nos impusiste no existiera.

Yibo dio una carcajada y luego besó a Zhan dulcemente al comienzo. Zhan se aferró a su cuello y cerró los ojos, entregándose al cálido cuerpo del castaño que a cada segundo se juntaba más al suyo, pegando por completo sus pechos y abdómenes en un abrazo. Sus piernas y pies también comenzaron a enredarse, a rozarse y jugar.

Estuvieron así por largos minutos, hasta que se separaron lentamente, dejando sus rostros casi fundidos. Sin aliento y llenos de un calor insoportable por más.

- ¿Feliz? - bromeó Yibo.

- No. Solo seré feliz cuando me tomes de nuevo.

Yibo rió un momento y le besó suavemente - Me gustaría hacerlo, ¿Pero no desaparecerás cuando tengas lo que quieres de mi?

- Si fuera solo sexo lo que quiero de ti, no me habría avergonzado a mi mismo como lo hice al venir por ti y tratar de arreglar lo nuestro. Eso nunca había ido conmigo.

- Lo sé, porque eres demasiado terco y orgulloso.

- Sí lo sabes ya no desconfíes de mi. Estoy intentando esto en serio, quiero estar contigo como corresponde.- suspiró e hizo una mueca por lo que iba a decir a continuación - Y si quieres que seamos monjes abstemios por lo que queda de nuestra vida, me quedaré contigo de todas maneras.

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