Sí.

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[ Capítulo 15 ]



Después de la conmoción, no dejó de llover en toda la noche y aquella mañana, Yibo despertó a eso de las nueve. Se estiró un poco y miró a su lado. Zhan no se encontraba ahí. Fue al baño e hizo sus necesidades antes de planear pasearse por el pent-house para buscarlo. Cuando lo hacia, escuchó un poco de música provenir de una de las habitaciones y la siguió, asomándose por el marco en donde lo vio.

Zhan tenía un mini-gimnasio dentro de su lujoso hogar, donde habían instrumentos variados para actividades físicas. En ese momento, él se encontraba en la maquina trotadora, con una camiseta musculosa, pantalón de deportes y zapatillas, corriendo sobre ella a buen ritmo mientras respiraba de forma continua.

Zhan había comenzado a ejercitarse luego de unas semanas de terapia, ya que anteriormente, solo hacia lo justo y necesario. Pero su psicóloga, le dijo que era una buena idea para descargarse y distraerse después de alguna pesadilla, por lo que hizo caso y lo intentó. Agarrándole gusto después de un tiempo.

Ahora solía correr diariamente y lo había hecho parte de su rutina.

Yibo lo miró recargado en el marco con sus manos en los bolsillos. Su novio lucia demasiado sexy cuando se ejercitaba. Podía ver esos músculos no tan pronunciados, pero marcados en sus brazos, el sudor también delineaba sus bonitas facciones, la línea de su mandíbula, bajando por su cuello largo y sus clavículas. Esa boca entre abierta por el jadeo y la respiración agitada, su cabello desordenado y un poco pegado a su frente.

Todo era una completa delicia para el castaño.

Después de unos minutos, Zhan detuvo la banda de la corredora y tomó la toalla sobre la barra, secando el sudor de su frente y cuello con ella. Llevó sus ojos a la entrada y al ver a Yibo sonrió suavemente.

- Buenos días, guapo.

- Buenos días - sonrió y se acercó.

- ¿Dormiste bien? - los dos se encontraron en medio de la habitación, cerca de unos caballetes para hacer gimnasia.

- Sí, ¿Y tú? - lo tomó de la cintura para darle un beso.

- Como un tronco. Suéltame, apesto a sudor.

- El sudor de Zhan-Ge es un afrodisiaco para mi - pasó su nariz por el cuello y besó ahí, luego lo miró fijamente. Analizándolo, buscando alguna brecha.

- ¿Qué?

- ¿No tuviste ningún sueño extraño anoche? ¿Algo memorable que recordar?

- No realmente.

- Ajá - arqueó una ceja y dudó un poco.

Zhan miró su expresión y sonrió, acariciando su cabello - Hubo un momento en donde te pedí que te casaras conmigo, pero aparate de eso...

- ¡No juegues conmigo así, Xiao Zhan! - reclamó.

Zhan rió y le dio unos besos, también le hizo un poco de cosquillas - ¿Y cómo quieres que juegue contigo, Mm?

- De cualquier otra manera, pero no así, niño malo - lo empujó hasta que llegaron al caballete de ejercicios y lo subió a él. Zhan enlazó sus brazos a ese cuello de inmediato y Yibo se metió entre sus piernas, acompañándolo con su lengua mientras se besaban, acariciando su cintura y espalda.

- Lo dije en serio - los dos se miraron fijamente - Me quiero casar contigo.

Yibo arqueó una ceja - ¿Por qué?

Behind the ShadowWhere stories live. Discover now