CAPITULO 2

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Soda al volver a su habitación, agarró el peluche de perro, lo llevó hasta su pecho y lo abrazo fuertemente. Aquel viejo peluche de perro estaba cosido una y otra vez, bastante estropeado, ya que, cada vez que Soda sentía dolor en su corazon aquel peluche le daba consuelo. El peluche que era burbujeante y suave ahora parecía solo un trapeador.

"Oh, estoy tan contento", dijo el joven, mientras rodaba por la cama abrazando el peluche.

La tía Niam vino a llamar al joven, por lo que, dejó el peluche sobre la cama y alegre fue a abrir la puerta.

"Sí."

"Oh, toda tu cara está roja, ¿que haces?", dijo la tía Niam, sacudiendo suavemente la cabeza.

"Ay tía, ¿Qué ocurre? ¿Quieres que te ayude a limpiar el inodoro?", preguntó Soda, preparándose para recoger el equipo. 

La tía Niam levantó la mano para disuadirlo.

"No. Khun Fai, quiere comer comida tailandesa. La señora ordenó hacer muchas cosas. Así que puedes venir a ayudar a lavar verduras..."

"Vamos".

Soda no esperó a que la amable ama de llaves terminara su discurso antes de envolver sus brazos alrededor de la cintura de la tía Niam y caminar con ella perezosamente hacia la cocina.

"Eh!! eso es todo", dijo la tía Niam.

El ama de llaves en su corazón tenía tanto afecto y lástima por un niño tan lindo como Soda. También le dolía demasiado que tuviera que enfrentar tantos problemas a una edad tan temprana.

Soda ayudo a la tía Niam y a las amas de llave de la casa a cocinar con mucha atención. Por supuesto lo hacía felizmente.

“¿Cuándo terminará Soda de desempacar los camarones?"

"Ya estoy en ello. Estoy lavando los camarones", dijo el joven, luego echo los camarones en la canasta por tercera vez.

"Es suficiente, todos los camarones ya están pálidos", dijo uno de los cocineros de la casa.

Soda le entregó una canasta de camarones con una sonrisa irónica. No quería que Khun Fai tuviera que comer camarones en mal estado.

"Vamos a sacar un plato y prepararlo. Niam ya está todo casi terminado", dijo el joven chef mientras salteaba las verduras en la sartén.

Cuando se dio la vuelta, la esbelta figura del joven había desaparecido, solo quedaban las amas de llaves.

"¿A dónde fue Soda?"

"Saliendo a servir agua", respondió la tía Niam, girando la cabeza hacia la despensa al lado de la gran cocina.

El joven estaba vertiendo agua mineral en una jarra para servir a Khun Fai, quien estaba sentado en una mesa afuera en el jardín. Soda respiro profundo y llevo una bandeja en sus delicadas manos. Lleno de nerviosismo se dirigía hasta donde estaba Khun Fai. A pesar de que Soda tiene un cuerpo delicado, es un hombre joven, sano y fuerte.

"Traje un poco de agua. Jah"

La oración salió de su boca roja brillante, cuando Khun Fai miró su delicada mano, le pareció algo débil.

"Esta bien", dijo Fai en voz baja e indiferente.

De hecho, estuvo a punto de decirle a Soda que cambiara el sufijo porque la palabra "jah" parecía informal.  Pero al ver las mejillas rojas de la persona que le estaba sirviendo, por lo que, no quiso ir demasiado lejos. Además Khun Fai llevaba solo una camiseta y unos pantalones de chandal se veía bastante bien e informal.

PLAYING WITH FIREWhere stories live. Discover now