PLAYING WITH FIRE

CAPÍTULO 27

"¡Estás poseida por fantasmas! ¡Poseída por el diablo! ¡Fantasmas.. fantasmas!"

"Uhhh"

La chica en uniforme escolar se tumbó en el suelo sollozando en voz alta, con ambas manos levantadas para sostener su cabeza. No se atrevía a mirar al grupo de estudiantes que cogidas de la mano corrían a su alrededor, mientras gritaban esas palabras calumniosas.

Desde la escuela primaria, Fon siempre fue intimidada por sus amigas. No entendía por qué  a los niños no les gustaba jugar con ella. Acaso era porque es más alta que todas las chicas de su edad o simplemente porque era tímida y rara vez discutía con alguien.

Hoy, sus compañeros de clases la invitaron al huerto de la escuela. Fon, sabía que iba a ser intimidada como de costumbre.  Pero trataba de ser paciente y actuar tranquila. No quería presentarse como de costumbre porque sabía que la intimidaban aún más.

"Oye, este repollo lo plantamos nosotros mismos. ¡Vamos a comerlo!" Una chica que era la líder del grupo sacó un repollo verde del suelo antes de apuntarlo frente a la chica delgada.

La chica observó que el repollo estaba sucio y era muy poco apetecible, por lo que, Fon dudó en comerlo. De pronto, fue sujetada por la cabeza por otro amigo que se acercó.

"¡Ah!", gritó Fon, sus hermosos ojos miraban a sus compañeros de clase que estaban de pie a su alrededor. El rostro burlón frente a ella estaba desprovisto de simpatía.

"Cometelo todo"

Las chicas compañeras de escuela alzaban la voz para animar a Fon a hacer lo que aquel chico quería. Algunas de las chicas tenían una expresión confusa, especialmente la dulce chica. Muchas de las estudiantes apoyaban aquel acto, no porque estuvieran de acuerdo y lo disfrutaran mas bien porque no querían convertirse en el próximo objetivo.

"¡Cómete el repollo idiota!"

El estudiante  sujetó fuertemente de la niña y luego la tomó por el cuello, por lo que, Fon solo pudo llorar y abrir lentamente la boca.

Las chicas vestidas de uniforme escolar, comenzaron a rociar con agua sucia a la tímida chica que ahora yacía en el suelo. Después de ello el grupo de estudiantes se desintegró, cuando se disponían a abandonarla allí en ese estado, pudieron notar el cuerpo de un adorable chico frente a ellos. Soda estaba de pie sosteniendo una gran manguera de goma, con su hermoso rostro lleno de frialdad.

"¿Qué estás haciendo? ¡detente!"

El líder del grupo gritó cuando el pequeño Soda roció agua hacia él, mientras Fon se animaba confiada en que su seguridad había llegado. En ese momento todos se apresuraron a escapar y Soda se quedó de pie junto a la frágil chica.

“Hoy estoy cuidando el huerto, así que he venido a regar las plantas”, respondió el dulce chico haciendo una mueca.

“Los bastardos no tienen ningún.....”.

El líder del grupo no pudo terminar la oración porque Sods le volvió a rociar agua por todo el cuerpo. Los compañeros que algunos allí seguían apoyando no tuvieron el coraje de ir en su ayuda, ya que, tenían miedo de que Soda también acabara con ellos.

"¿Quién echó estiércol en el huerto? ¡Apestas!".

Soda dijo y continuó rociando agua sin parar al lider, hasta mojarlo por completo y luego darle puñetazos. Cuando el chico pudo por fin escapar, a medida que iba corriendo se resbaló sobre la tierra mojada, dejando caer su rostro en la plantación de coliflor, la cual, estaba recién fertilizado con estiércol.

"Hugh.."

El chico lloró de vergüenza mientras escapó corriendo del huerto. Sus amigos en secreto se rieron de él, siguiéndolo por detrás, dejando en paz a Fon y a Soda.