PLAYING WITH FIRE

CAPÍTULO 18

El dulce joven sentado en la cama llevó sus manos al rostro para secarse las lágrimas, mientras miraba el teléfono en su mano. Luego se levantó para tomar una ducha y cambiarse de ropa.  Sin saber que hacer, envió un mensaje al gerente encargado del servicio de limpieza, a pesar de las altas horas de la noche. Afortunadamente, el gerente le respondió, Soda le preguntó si el ama de llaves que vino a limpiar la habitación, encontró su viejo perro de peluche. El dulce joven luego envió una foto del viejo perro, la cual, tenía guardada desde hace mucho en su teléfono. Soda espero por un rato y el gerente respondió que ya había consultado con el ama de llaves.

[Ya la he encontrado, estaba en la basura del dormitorio principal. El ama de llaves ya lo ha puesto en una bolsa negra.]

Soda cuando leyó el mensaje se sobresaltó. Volvió a llorar, su perro de peluche, el regalo que Khun Fai le dió desde pequeño, ahora se había ido. Soda preguntó porque el peluche estaba allí, en la basura y el gerente respondió que cuando el ama de llaves llegó, ya estaba allí.

Soda se quedó sin palabras, solo pudo inclinar la cabeza para enfrentar su destino.

Cuando Fai volvió a la habitación, vio la cena envuelta en plástico, colocada sobre la mesa del comedor, la persona que siempre lo esperaba sentado en el sofá había desaparecido. De pronto, su corazón dio un vuelco.  Pero cuando vio que los zapatos de Soda todavía estaban allí, trató de subir al segundo piso y abrió la puerta de su habitación, pero no pudo encontrar al dulce jóven acostado en la cama, por lo que, trató de ir a la pequeña habitación.

"Soda"

Soda yacía abrazado en el almohadón, llorando lastimosamente, apenas olió el perfume de Fai, abrió lentamente sus ojos rojos e hinchados.

"¿Por qué estás llorando?"

La pregunta de Fai hizo que Soda actuara indiferente, ya que, Fai no entendía lo qué ese muñeco significara para él.

"Vamos a la cama."

Fai le dijo a Soda que volviera a acostarse en la habitación principal, pero el dulce joven no se levantó, solo levantó la manta para cubrirse. Fai al ver la expresión de mal humor del joven, no podía entender cómo podía estar actuando de ese modo... actuando como un pequeño niño.

“Entonces, solo quédate e aquí.”

El comentario de Fai hizo que Soda sollozara aún más. Los ojos agudos de Fai miraban fijamente a la pequeña figura temblorosa debajo de las mantas, luego de abrió la puerta y se dispuso a salir de la habitación.

'Extraño mi casa....'

El pequeño chico estaba sentado junto a la ventana en el dormitorio de Niam, el ama de llaves principal de la mansión a la que acababa de mudarse hace unos años. Soda no podía recordar cómo era su casa, su verdadero hogar, solo podía recordar la sensación cuando vivía allí..... solo podía recordar que sus padres lo amaban mucho.

Pero ahora se han ido.....

“El cielo está hermoso, ¿no?”, dijo el niño, mirando hacia el cielo nocturno. Los adultos de la mansión siempre le decían a Soda que sus padres se habían ido al cielo. Pero él se preguntaba por qué, ¿por qué se quedó solo?

“Soda.”

Sollozaba el niño de mejillas rojas antes de recoger el osito de peluche que le había dado Khun Fai y lo abrazó fuerte contra su pecho. Al menos ese regalo había curado un poco su solitario corazoncito.

                             ....................

"Aah.."

Soda se despertó temprano a la mañana siguiente, levantó una pequeña mano y se frotó los ojos con su mente mareada al recordar que había llorado hasta quedarse dormido. Había soñado con su infancia llena de soledad, cuando acababa de mudarse a una gran mansión. Sus pequeñas manitos se apresuraron a encontrar un osito de peluche para abrazarlo como si se hubieran convertido en un hábito.  Pero cuando se dio cuenta de que la razón por la que había llorado era porque un ama de llaves tiró el muñeco de peluche a la basura. Sus lágrimas volvieron a caer, sin duda, el viejo peluche ya estaba convertido solo un trapo viejo.