Capítulo 35 | Borrador SP

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―¡Un brindis por la cumpleañera! ―gritó Alice con la copa de champán en lo alto

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―¡Un brindis por la cumpleañera! ―gritó Alice con la copa de champán en lo alto.

Se alzó un coro de «salud» que invadió hasta el rincón más pequeño del salón. Anna olvidó levantar la suya, así que observó confundida como el resto de su familia se bebía de un solo golpe el contenido de sus copas. Mirando la que tenía en su mano derecha, frunció el ceño y después desvío los ojos hacia Charles.

―Me cambiaste el champán por agua ―le recriminó.

Él sonrió sin despegar los labios de la copa.

―Soy una mujer adulta y puedo tomar si es lo que yo quiero ―gruñó.

―Te he visto ebria una sola vez y fue más que suficiente. Creo que hasta los cachorros manejarían el alcohol mejor que tú.

―Ellos son menores de edad. No pueden tomar. Yo sí.

―Solo agua, jugos o refrescos. Es todo lo que tendrás.

―Aun así puedo decidir si tomar o no ¡Tengo oficialmente veinticinco años!

Él puso los ojos en blanco y le cedió su copa.

―Un trago. Es todo.

Anna le dio la suya y, sonriéndole, dio un largo trago de champán hasta dejar la copa completamente vacía.

―Oh, querido Señor ―dijo él, suspirando―. Me voy a arrepentir tanto por esto.

Anna arrugó un poco la nariz.

―Hace cosquillas en la garganta ―deslizó la lengua por los labios aún pintados de amarillo―. Se siente como pequeñas burbujitas.

―Eso no puede ser bueno.

―Quiero otra copa.

―Oh, Dios mío.

Anna lo ignoró, dándose la vuelta hacia la mesa de las bebidas. Él, por su parte, decidió dirigirse hacia su padre, quien tomaba de su copa de agua mientras platicaba animosamente con Tessie.

A diferencia del resto de los invitados, él no llevaba ningún disfraz. Desde luego, el rey no necesitaba de uno. Un rey siempre será un rey. Tessie tampoco llevaba disfraz, solo un elegante vestido color perla hasta las rodillas y un par de tacones.

―¿Disfrutando de tu brindis con agua fresca? ―se burló Charles.

Edward soltó una carcajada.

―Está bien para mí. Además, no puedo tomar.

―Lo sé, por eso hemos puesto una gran variedad de bebidas.

―Lo que, por cierto, me pareció interesante. Usualmente solo ofreces alcohol en una fiesta.

―Hay que variar un poco, supongo.

El rey miró a su hijo detenidamente.

―Te ves muy bien, Charles.

Un príncipe en apuros (PARTE 1 Y 2) - SLC | YA EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora