Capítulo 7_ El dragón más grande.

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El muchacho leía un papel que tenía en la mano, a su lado un enorme cuervo negro lo observaba detenidamente.

Heometh tenía el ceño ligeramente fruncido, su hermana quién también estaba allí lo estudiaba atentamente esperando que hablara.

—¿Var har du mer?
(¿Qué más tienes?)

Demandó al cuervo, éste soltó un graznido batiendo sus alas. Héoleth, quién aún estudiaba la Verdadera Lengua no pudo comprender demasiado lo que el cuervo le transmitía a su hermano. Heometh con un semblante  serio, guardó entonces el mensaje y se giró hacia el Maestre asegurándole que luego enviaría su respuesta. Salió de allí con la pequeña siguiendo sus pasos.

—¿Sucedió algo malo?

Preguntó Héoleth una vez fuera.

—Han tenido dificultades en la frontera este, bandidos han intentado ingresar por ella.

Contó el príncipe. La pequeña abrió sus ojos, preocupada.

—¿Madre y padre están bien?

—No te preocupes, lo están.

Por los Dioses, esperaba que nada malo le pasara a sus padres. A pesar que en los últimos años su hogar se había vuelto un sitio un tanto inseguro, la princesa no veía la hora de volver a estar allí.

—Extraño estar en casa, storebror. Incluso Deva lo hace.

—Lo sé, también yo. Pero en la carta padre nos aconseja quedarnos un tiempo más. Por el momento estamos seguros aquí.

—¿Qué ha dicho el cuervo?

Demandó curiosa, dando un suspiro resignada.

—Han enviado a nuestros primos al norte. A un lugar llamado Invernalia.

Héoleth abrió sus ojos nuevamente, preocupada.

—¿Qué lugar es ése? ¿Estarán seguros? ¿Deleth estará bien?

Interrogó apresurada. Heometh miró hacia su hermana y le sonrió con picardía.

—Eres una pilla, Heli.

Estiró una de sus manos y revolvió el cabello de Héoleth mientras se reía. La niña se lo sacó de encima a regañadientes. Bufó mientras formaba un puchero. Su hermano había arruinado el bello peinado que sus concubinas le habían hecho en la mañana.

—Storebror

Heometh pegó una risita más, mofándose de la mejillas sonrosadas de la menor.

—Estarán bien. Saben cuidarse, sobretodo Deleth. Deja de preocuparte tanto Heli, te harás vieja muy pronto.

—¿Cómo sabes que así será? No conocen ése sitio. Puede suceder lo mismo con la gente que padre envió  hace tiempo. ¿Cómo sabemos que Invernalia es de fiar? No soportaría perder a más de nuestra gente…

—La diferencia con ellos es que no nos tienen miedo cómo la mayoría. Están sumamente interesados en nuestras habilidades.

—Como los Targaryen, es lo único por lo que nos tienen aquí.

Heometh paró de golpe y se acercó a su hermana, miró hacia todos lados asegurándose que no hubiese quién lo escuche.

—Pero nos protegen. Y no nos quieren ver en hogueras como la mayoría  en Westeros. Necesitamos aliados así, Heli. Nuestros primos harán su parte en el norte, nosotros aquí.

La niña no contestó, aunque su mirada aún abatida decía mucho.

—Entiendo que estar lejos de casa puede ser difícil, aún más para ambos. — continuó su hermano. —Pero debemos hacerlo, ayudar en la causa. No importa si tan sólo somos unos niños, nuestra casa nos necesita. ¿Comprendes pequeña?

𝕽𝖊𝖉 𝕮𝖗𝖔𝖜 || Aemond Targaryen (EDITANDO)Where stories live. Discover now