Capítulo 15_ Volando.

1.6K 134 62
                                    


—¡Emeth! ¡Emeth! 

El joven pelirrojo giró la cabeza y vio a su hermana atravesar el pasillo corriendo para llegar hasta él. No tuvo tiempo de prepararse para el impacto, pues ya tenía a la joven a unos pocos metros de distancia.

En efecto, Héoleth se lanzó a sus brazos y si Emeth no hubiese estado bien parado, los habría tirado a ambos al suelo. 
Él bufó sorprendido, se tambaleó perdiendo el equilibrio pero pudo sostenerse a tiempo. Sostuvo a su eufórica hermana por unos segundos  y luego con cuidado la dejó en la superficie.

—¿Qué demonios te sucede, Heli? 

—He oído fantásticas noticias. — respondió ella, su cara iluminada. —La Princesa Rhaenyra y sus hijos vendrán pronto a King's Landing.

Emeth dudó un segundo, pero luego sus cejas se fruncieron en un gesto de incredulidad.

—¿Es por eso que casi me aplastas hace segundos?

Un golpe de Héoleth en el brazo lo hizo callarse de golpe. Quiso protestar pero la mirada de advertencia que le envió la joven no se lo permitió, así que sólo se sobó a la altura del golpe maldiciendo por lo bajo.

—¿Qué no lo entiendes? Pronto veré a Jace y Luke. —bufó, su euforia pareciendo desaparecer de repente. —Deberías estar feliz por mí.

—Lo estaría sino estuvieses pegándome siempre que puedes.

La joven puso los ojos en blanco y aprovechando eso, Emeth le pellizcó el brazo con fuerza.

—¡Ay! —Héoleth lo fulminó con la mirada mientras se frotaba la zona adolorida. —No es justo, el mío no fue tan fuerte.

El príncipe levantó las manos en modo de rendición.

—Ya, estamos a mano. Pero ahora dime  ¿Dónde escuchaste eso? No he oído tal noticia. —indagó Emeth y entornó los ojos, desconfiado. —¿ Has enviado a tus cuervos a espiar?

—Claro que no... —bufó Héoleth. —Por casualidad mientras daba una caminata, he escuchado a la Reina Alicent comentárselo a uno de sus guardias. Al parecer, en unos días el palacio tendrá más invitados a parte de nosotros y los Baratheon.

Emeth la observó como si no le creyera pero luego ablandó su mirada.

—Perfecto. Al menos gracias a ésta noticia  puedo verte de nuevo por los pasillos.

La joven estuvo a punto de rodar los ojos pero no lo hizo.  Al fin y al cabo su hermano estaba en lo correcto.

Los últimos días la princesa había permanecido en sus aposentos y no salió de allí excepto para ver a sus cuervos, pasear un poco siendo rodeada por las aves y Madroc.

Si tanto Aemond, Aegon o la bruja de Maris Baratheon se atrevían a acercársele, las aves tenían órdenes de no dejar que lo hicieran.

Y por su bien no lo harían.

Esperaba con todas sus fuerzas largarse de King's Landing pero sabía que hasta que los asuntos de sus padres y los reyes no fuesen resueltos, ella permanecería en aquella cárcel temporal por al menos un tiempo.

No había sabido mucho de los hermanos Targaryen. Lo poco que escuchó de parte de Milufer y de las casuales visitas de la princesa Helaena, era que Aegon había estado sumamente interesado en saber los motivos de su ausencia en los almuerzos o las cenas. Mientras que Aemond sólo había permanecido más callado de lo habitual.

De Lady Maris no había oído nada, a parte de que seguía en el castillo junto a su padre y hermanas. Y que continuaba detrás del príncipe tuerto.

—¿Me dirás el motivo por el que decidiste ausentarte éstos días? —dijo con voz calma. —Heli, sé que no soy Heometh. Pero sabes que puedes confiar en mí.

𝕽𝖊𝖉 𝕮𝖗𝖔𝖜 || Aemond Targaryen (EDITANDO)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن