Capítulo 12_ Encuentros.

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—Su Majestad Ninthalor Midthunder de la casa Midthunder, Rey de Raven Fortress, señor de los cuervos. Su esposa, reina Erolith Midthunder e hijos: príncipe Emeth Midthunder y princesa Héoleth Midthunder.

Anunció un guardia en voz alta una vez que la carreta se detuvo. De ella bajaron los reyes Midthunder y Emeth. Minuto después Héoleth totalmente vestida de tonos azules tomó la mano de su hermano al bajar cuidadosamente del carruaje.

Levantó su azulina mirada para estudiar el castillo al que había visitado tiempo atrás, y aunque parecía ser el mismo, había algo en él que lucía diferente.

—Dime querida. —su padre se dirigió a ella, mirando el castillo de igual manera — ¿Lo recuerdas así?

Héoleth esbozó una mueca, dudosa.

—Para ser sincera, luce diferente...

Y aunque Emeth no lo decía, estaba segura que coincidían en aquello.

Un sonido de aleteos, y varios graznidos seguidos unos de otros se escuchó en lo alto. Una bandada de cuervos negros sobrevoló sobre sus cabezas, haciendo un círculo y luego se posaron en un paredón cercano. Héoleth los observó esbozando una media sonrisa.

Sus cuervos habían llegado sanos y salvos.

—Ojalá no hayas traído a tantos. —refunfuñó su madre desde un costado del Rey. Éste asintió dándole la razón.

La princesa se volvió sin expresión en el rostro y escudriñó con la mirada a sus padres.

A ninguno parecía hacerle gracia que su hija haya decidido traer a diez de sus mejores y más grandes cuervos a King's Landing, teniendo en cuenta el lamentable episodio sucedido en su última visita.

Pero Héoleth les había dejado en claro que sin ellos no saldría a ninguna parte. Si no podía decidir sobre querer viajar o no, al menos la que decidiría sobre las aves sería ella.

Así que a sus padres no les quedó otra opción más que aceptarlo.

—Pongámoslo así, es una entrada bastante épica para anunciar nuestra llegada.

Comentó Emeth luciendo orgulloso a lo que Héoleth sonrió aferrándose a su brazo.

De un momento se oyó un chirrido, seguido del anuncio de uno de los guardias y la enorme puerta principal del castillo se abrió.

De ésta aparecieron la Reina Alicent junto a su padre Otto Hightower. La Reina lucía igual de bella que la recordaba, a decir verdad ninguno de los dos parecía haber cambiado mucho.

Ambos caminaron hasta encontrarse con los cuatro miembros de la casa Midthunder.

—Disculpen la tardanza, había asuntos que resolver cuánto antes en la junta._ comenzó la Reina Alicent acercándose más a ellos. Saludó a sus padres de manera amable y respetuosa, y luego fue el turno de Emeth.

La reina lanzó una pequeña exclamación de sorpresa cuándo al fin se detuvo frente a la princesa. La observó un instante, pareciendo realmente sorprendida.

—¿Princesa Héoleth?

La joven asintió sin más e hizo una leve inclinación con el cuerpo. No quería verse descortés frente a ella, pero la reina le había demostrado una faceta muy desagradable la noche en que Aemond perdió su ojo.

El sólo pensamiento de aquel nombre le hizo arrugar la nariz.

—Majestad.

—Si que ha cambiado mucho princesa, está muy diferente. Puedo jurar que no he visto a una muchacha tan bella en lo que llevo de años.

𝕽𝖊𝖉 𝕮𝖗𝖔𝖜 || Aemond Targaryen (EDITANDO)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz