Capítulo 2

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Su madre es una mujer triste.

Desde temprana edad, Aemond fue consciente de la sombra de soledad y desesperanza que se cierne sobre Alicent Hightower. Tal vez por eso siempre buscó complacerla y nunca sumar a la carga tan pesada que ya tenía con Aegon y su padre.

Pero más que eso, su madre fue siempre su única aliada. La única constante en su vida, la única que lo defendió fervientemente cuando perdió el ojo, la única que parece amarlo incondicionalmente.

Y Aemond haría cualquier cosa por su madre.

Por eso cuando nota la expresión de preocupación en su hermoso rostro, su primer instinto es solucionar lo que sea que la está molestando.

"Un cuervo llegó. Rhaenyra vendrá a Desembarco del Rey para defender la posición de Lucerys como heredero de Marcaderiva"

Aemond entiende su turbación de inmediato. La última vez que su madre y su media hermana estuvieron en la misma habitación la situación se había tornado muy volátil. Aquella había sido la única vez que Aemond había visto a Alicent perder el control de su temperamento.

Y había sido por su causa.

"Creí que el abuelo y tú habían acordado que sir Vaemond es la mejor opción para ocupar el lugar de lord Corlys"

Aunque Aemond no asistía a las reuniones del consejo privado, Alicent lo mantenía informado de los asuntos más relevantes del reino. Así que el joven príncipe tenía conocimiento de la situación delicada provocada por la herida que había recibido la serpiente marina.

"Es lo mejor para el reino" responde Alicent, "Pero esta visita es de lo más inconveniente. El príncipe Daemon seguramente causará problemas, y necesitaré que tu hermano esté a la altura"

"Me aseguraré de mantener a Aegon a raya" Aemond sostiene la mano de su madre, quien le otorga una breve sonrisa antes de que sus ojos revoloteen a la cicatriz que ahora oculta con un parche.

Aemond lo usa desde hace ya algunos años para evitar el escrutinio odioso de las damas de la corte. Aunque al inicio le costó acostumbrarse al parche, ahora la sensación del cuero sobre la cicatriz es una como una segunda piel. Además, le otorga una apariencia intimidante que él disfruta proyectando sobre los cortesanos. Y de vez en cuando sobre su hermano mayor.

"Esta visita será difícil para todos nosotros" sigue su madre, "Con Viserys tan enfermo y la situación tan delicada que será discutida. Aemond, probablemente sientas la presencia de tus sobrinos como una provocación, pero..."

"¿Rhaenyra viene con sus hijos?" pregunta Aemond y su madre asiente

"La familia en pleno", Alicent suspira.

Pero lo que continúa diciendo, Aemond no lo escucha.

No puede escucharlo porque el interior de su cabeza solo grita un nombre.

Alyssa Velaryon.

Aemond no ha visto a su sobrina en años. No ha sabido prácticamente nada de ella desde aquella fatídica noche en Marcaderiva, desde su última desastrosa conversación donde se había dejado llevar por la rabia y resentimiento que sentía...

Sabía que en algún punto sus caminos volverían a encontrarse porque, después de todo, pertenecen a la misma familia. Pero Aemond no estaba preparado para la oleada de turbación que recorre su cuerpo ante la idea de volver a ver a Alyssa.

Porque no sería su Alyssa. No la niña que comía pasteles junto a él bajo el arciano. Si no una Alyssa Velaryon diferente, tal vez hasta opuesta.

Deseo y Pecado [COMPLETA]Where stories live. Discover now