Capítulo 21

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Harrenhal es un lugar monstruoso.

Llegar hasta la una vez majestuosa fortaleza les toma casi tres semanas, con el ejército avanzando lenta y penosamente a través del Camino Real en pleno invierno.

Aemond sobrevuela las numerosas filas de los hombres bajo su mando, intentando no alejarse demasiado de ellos, estando siempre atento a cualquier amenaza que pueda surcar los cielos o algún ejército cercano listo para atacarlos. Nada de eso sucede, sin embargo, y finalmente toman el castillo de los Strong sin demasiados problemas.

Vhagar se posa sobre una de las almenas semidestruidas y que, a pesar de todos los años transcurridos, todavía muestra vestigios del fuego dragón. Aemond desciende de su montura encontrando apenas unos cuantos guardias mientras se dirige hacia el salón principal del castillo. Es sabio de su parte no oponer resistencia, sería una batalla perdida considerando la dragona colosal y el ejército a sus espaldas. Están atrapados y lo saben.

"Es usted consciente, ser Simon, que la casa Strong es una aliada del legítimo reinado de mi hermano Aegon"

El castellano, sus nietos, Criston Cole y otros guardias de confianza se encuentran en el patio del castillo, todos centrados en Aemond.

"Por supuesto, mi príncipe", dice el hombre con voz temblorosa

"Aún así," Aemond da unos pasos hacia el hombre, "No opuso usted resistencia y rindió el castillo para mi tío Daemon. Harrenhal se convirtió en un bastión de la causa de mi media hermana, afectando directamente a su legítimo rey"

"No había nada que pudiera hacer," ser Simon parece a punto de llorar, "El dragón... el príncipe Daemon y su dragón eran una gran amenaza, no podía..."

"Debió ser valiente y resistir," lo corta, "Mejor ser prisionero que ser traidor"

"No soy un traidor, mi príncipe, lo juro."

Su tono y apariencia lastimera consiguen molestarlo tremendamente. Por supuesto que están perdiendo la guerra, piensa, si hombres tan pusilánimes como Simon Strong son sus aliados. Aemond cierra sus manos en puños y la rabia, que ha estado luchando por contener las últimas semanas, fluye libremente por su cuerpo. Su temperamento siempre ha sido su mayor debilidad, pero ahora puede dejarse llevar sin ningún problema. Hay un traidor frente a él que necesita castigo.

"Los dioses decidirán su inocencia," responde y mira a Cole, "Denle una espada. Me batiré en duelo con ser Simon," se vuelve hacia el hombre y sonríe de lado, "Si su causa es justa, los dioses le darán la victoria"

El hombre sabe que es una causa perdida, su rostro refleja su terror. Criston prácticamente coloca la espada en su mano y Aemond espera por dos largos minutos hasta que el hombre lo ataque. Cuando no sucede, empieza él con la lucha.

El duelo es bastante corto, el viejo castellano Strong no es ningún rival para Aemond. Aun así, la lucha lo ayuda a liberar su frustración y a dar un mensaje a las personas de Harrenhal. Son ahora ellos los que mandan, será mejor que obedezcan sus órdenes o acabarán como ser Simon.

Aemond levanta la mirada hacia el cielo y Vhagar ruge, "Lleven el cuerpo a las afueras del castillo. Mi dragona se encargará de él"

"¿Qué hacemos con los nietos de ser Simon?" pregunta Cole

"Llévenlos a los calabozos," responde

Aemond se instala en la Torre de la Pira Real, asombrándose cuando descubre que las habitaciones están mejor equipadas de lo que imagina. Una criada le prepara el baño y después continúa con su exploración del castillo.

Deseo y Pecado [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora