19. Mitos arcanos

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¿A dónde se ha ido mi hija?
¿En qué momento se ha ahogado mi amor?
Quien reza de noche en el agua
Algún día encontrará el horror.
De ser una dama del lago, convertirse en cosa feroz...

Autor desconocido.


Desde la Antigüedad la creencia de que el río Auria está  repleto de fantasmas es muy extendida. Desde que Soros se volvió nación, los cuentos sobre las fechorías del señor del río eran asombrosos. Niños, hombres y mujeres era engañados y hundidos. Es bien sabido que todos los que son atraídos por el río se convierten en súbditos eternos del semidiós Andreas. Se quedan atorados a medio camino entre la vida y la muerte, haciendo imposible que el mismísimo dios Extraño recupere sus almas para el Bosque de los Susurros.

Crecí escuchando los relatos sobre las brinias, esas criaturas hermosas que atraen a los hombres para ahogarlos en el río al puro estilo de las sirenas del mar. Sabía sobre el hombre sapo, el espectro acuático que sale cuando el río crece y devora el ganado. Y ni hablar de la chica que dio el nombre al Auria, cuyo reflejo agonizante se puede ver en las noches de luna llena mientras espera que otra ingenua ocupe su lugar. 

Sin embargo, ni en la peor de mis pesadillas imaginé que un espectro pudiera parecer tan real. La anciana parecía de carne y sangre caliente, no un alma condenada a la esclavitud.

Diábolo—digo todavía impactada—. La próxima vez solo di “espectro de río” y me alejaré igual que una gata a la que han arrojado agua.

El rey luce preocupado. Recordando lo que acaba de pasar, el fantasma le amenazó. 

—Con ella no hubiera servido de mucho—se cuestiona entre dientes.

¿Qué dijo la aparición?

Devuelve el poder que tu familia robó”.

¿Qué tiene que ver la herencia benigna en todo esto? Y está el hecho de que Arián la llamó “Tía”.

—La has llamado Tía—digo curiosa.

La afirmación lo pilla desprevenido. Sus ojos, más brillantes y azules de lo que recordaba, se abren con inquietud.

—Lo es—responde críptico.

La idea encaja de golpe en mi cerebro. En efecto, Arián tiene una tía que con toda seguridad está pagando su deuda con el Río. ¿Soy idiota? Edelmira Soros estaba envenenada peleando con el Señor del Río, es su sierva. Quiero preguntar si estoy en lo correcto. Lástima que mi primer compromiso con el dios de los muertos sea guardar silencio. Me felicito de todos modos.

El agua de Soros arrastra el poder de los dioses de la misma forma en que vuelve poderoso al rey.

¿En qué momento me olvidé de que vivía en una tierra mágica?

—¿Recuerdas lo que sucede en el relato de Andreas?

Quién no lo sabría. En el mito, el semidiós Andreas se enamora de un joven y, temiendo la futura muerte de su amante, pide consejos al dios Extraño para hacerlo inmortal. Una petición sobre la que el dios de los muertos advierte que es posible pero, como siempre en sus tratos, el precio es demasiado elevado para justificar el hecho. Andreas, desesperado, acepta el riesgo.

El ritual consistía en que el semidiós tenía que sacrificar lo más valioso que poseía.  Creyendo que era su poder divino, intenta ceder un poco a su amante como antaño hizo su padre con Helena. Sin embargo, no pierde poder, sino su libre albedrío volviéndose una marioneta de su amante, hecho aún peor considerando que el Extraño no mintió y el chico logró hacerse inmortal.

La herencia benignaWhere stories live. Discover now