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Lisa sacó otras velas y las puso al lado de la velita blanca, formando una hilera.

— Esta es por mi hermana Jisoo... Esta es por mamá... Esta es por papá. Esta es por tener buena salud el próximo año... Esta es porque Twice gane el Daesang en los premios Melon...— Lisa iba explicando cada velita que encendía.

— No sabia que los deseos se decian en voz alta— Dijo Rosé.

— Siempre se dicen en la mente pero ya que es tu primer día de las velitas pensé que sería más divertido decirlo en voz alta— Explicó sonriendo. Luego le entregó el encendedor a Rosé. Ahora es tu turno, unnie.

— Pero no tengo ningún deseo Lis— Dijo devolviéndole el encendedor.

— Entonces enciende una velita por alguien— Lisa le volvió a entregar el encendedor.

— Pero...— Rosé se quedó en silencio un momento.— No sabría por quién.

— ¿No tienes algún familiar?— Preguntó Lisa sorprendida. Rosé negó con la cabeza. — ¿Algún amigo?— Rosé negó con la cabeza de nuevo.

Lisa tomó la bolsa con las velitas, sacó una de color amarillo y se la entregó a Roseanne.

— Entonces enciende una velita por mí, unnie.

Rosé recibió la velita con una leve sonrisa.

"¿Por qué no?" Pensó.

Tal y como había hecho Lisa: pegó la velita al piso, al lado de las
demás y luego la encendió.

Lisa sonrió más alegremente que nunca.

— Gracias, Rosie— Dijo abrazandola de repente.

— Feliz día de las velitas.

— Feliz día de las velitas, Lis—
Correspondió al abrazo y se sorprendió a si misma al darse cuenta de que estaba sonriendo.

Lisa y Rosé miraron alrededor. Afuera de cada casa habían familias y grupos de amigos encendiendo velitas. Toda la cuadra estaba decorada con velitas coloridas... algunas en las ventanas de las casas, otras en faroles y otras en el piso. La noche brillaba por las estrellas, las decoraciones navideñas y las velitas... Pero por desgracia habian dos casas sin ninguna vela. La de Rosé, que estaba al lado izquierdo de la casa de Lisa, y la de Bambam , que estaba justo al frente.

— Bam siempre es el primero en encender velitas cada 7 de diciembre... No sé qué ocurrió este año— Comentó Lisa con tristeza, mientras miraba la casa del frente.

Roseanne ni siquiera conocía a Bambam. La única vecina con la que hablaba era Lisa... y eso era porque la pelirosada le había hablado primero.

Después de un rato Bambam salió de su casa afanado. Llevaba una caja de fósforos en una mano y una bolsa con velitas en la otra.

— ¡Bambam!— Gritó Lisa levantando los brazos con emoción.— ¡Pensé que habías olvidado el día de las velitas!

— ¡Eso jamás!— Gritó Bam sonriendo desde el otro lado de la calle.— ¡Me quedé dormido por accidente!

— Ahh ¡Eso lo explica todo!— Gritó Lisa riendo.— ¡Feliz día de las velitas!

— ¡Lo mismo!— Gritó su vecino haciendo un corazón con sus brazos.

— Se me acaba de ocurrir otro deseo— Dijo Lisa sacando la penúltima velita que quedaba en su bolsa. La puso al lado de las demás y la encendió.— Esta velita es para que arreglen pronto tu techo unnie.

— A mí también se me acaba de ocurrir algo— Rosé tomó la última velita junto con el encendedor y la encendió al lado de las otras.— Esta velita es para que no vuelva a nevar en todo el invierno.

— ¡Oye!— Lisa se enojó y le pegó a Rosé en el brazo.— ¡La nieve es hermosa! Si no vuelve a nevar voy a llorar todo el invierno.

Rosé mojó sus dedos con saliva y luego apagó la velita que
acababa de encender para cancelar el deseo.

— Olvídalo, Lis. Esperemos que ese deseo no se cumpla.

— Y-yo... Gracias, unnie— Lisa sonrió conmovida.

— Prefiero aguantar el frío de la nieve que aguantar tus sollozos— Mintió. La verdad es que no soportaba siquiera imaginar a Lisa llorando.




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La nieve ☃❆ Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora