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— ¡Rosie unnie!— Gritó Lisa corriendo a la sala con una bandeja en sus manos.— ¡Aprendí a hacer natilla con un tutorial de YouTube!

— ¿En serio?— Rosé miró la natilla sorprendida.— Siempre que intento seguir algún tutorial de YouTube termino haciendo un desastre.

— Pensé que me pasaría eso pero salió bastante bien— Lisa dejó la bandeja con natilla sobre la mesa de la sala y la miró con una sonrisa orgullosa.— Ah, espera. Olvidé las cucharas— Lisa fue a la cocina un momento y volvió con un par de cucharas. Se sentó en el sofá y le entregó una a Rosé.

— Pero no tengo hambre, Lis— Mintió.

Lisa sabía que habían almorzado hace horas así que obviamente era una mentira.

— Déjame adivinar ¿Demasiado navideño para tu gusto, unnie?— Rosé se quedó en silencio un momento pero luego asintió levemente con la cabeza.— Tú te lo pierdes— Lisa comió un bocado de la natilla y sonrió.

Sabía delicioso.

Rosé tenía esa cara de siempre: medio enojada y medio triste.

— Anoche te vi sonriendo, cuando encendimos las velitas...— Recordó Lis.— Pero hoy ya tienes esa cara otra vez.

— ¿Cuál cara?— Preguntó indiferente.

— Esa cara que grita "odio la navidad"y "mátenme"al mismo
tiempo— Explicó Lis con tristeza.— ¿Por qué tienes esa cara desde que vives conmigo?

— No es por ti, Lis.. Es porque estamos en diciembre.

— Pero el pobre diciembre no tiene la culpa— Lisa comió otro
bocado de natilla.— Diciembre podría ser feliz... pero te la pasas ignorando la magia de la Navidad en vez de aceptarla.

— No estoy ignorando nada— Rosé se defendió algo enojada.— La Navidad no es mágica, solo es tediosa y trágica.

— ¡La navidad es muy mágica!— Exclamó Lis subiendo la voz de repente.— Pero claro ¿Cómo podrías saberlo si nunca has
querido hacer nada navideño conmigo?

— Sería inútil ¡Podría hacer un millón de cosas navideñas pero seguiría odiando la navidad tanto como ahora!

— ¿Has hablado con el Grinch? Ustedes dos se caerían muy bien, son almas gemelas— Lisa se cruzó de brazos. La actitud de Rosé comenzaba a molestarle.

— Mi plan no es arruinar la Navidad como el Grinch simplemente quiero ignorar su existencia y luego pretender que diciembre nunca ocurrio.

— Pues no lo permitiré— Afirmó Lisa poniéndose de pie.— Esta es mi casa y aquí se respira espíritu navideño. Si no quieres hacer nada navideño conmigo entonces más te vale encontrar otro lugar para vivir.

Rosé bajó la mirada. Sabia que había sido un asco de persona últimamente. Lo único que hacía Lisa era intentar que Roseanne disfrutara de la Navidad pero ella se la pasaba rechazando sus intentos una y otra y otra vez.

— Lo siento mucho, Lis— Habló mirando al piso, en verdad se sentía muy apenado He sido el peor huésped del mundo después de un momento se puso de pie y miró a Lisa  mientras intentaba sonreír.— ¿Qué cosa navideña quieres hacer?




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La nieve ☃❆ Chaelisa Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora