37

312 45 3
                                    

Lisa abrió los párpados lentamente, bostezó mientras frotaba sus ojos y luego una sonrisa inevitable apareció en sus labios. Frente a ella estaba Rosé, durmiendo en plena tranquilidad, con su cabello desordenado cubriendo su frente y con su mejilla recostada sobre una de sus manos.

Era imposible no sonreír al despertar con esa vista.

Lisa analizó cada rasgo de su novia con gran esmero, como si fuera una artista tratando de pintarla. Era una escena demasiado hermosa, Lisa quería recordar cada pequeño detalle de Rosie. Desde el tierno lunar bajo el labio hasta la forma en que sus largas pestañas descansaban al borde de sus ojitos cerrados.

Cuando Lisa había logrado guardar una imagen mental perfecta del angel que veía frente a ella, decidió que era hora de despertarla... Pero quería hacerlo de la forma más tierna posible, así que se acercó a Rosé con suavidad y dejó un beso en su mejilla. Pero ella no reaccionó, seguía profundamente dormida.

— Buenos días~— Susurró Lisa a su oído, para luego dejar otro beso en su mejilla. Seguido de otro beso y otro más.— Hora de despertar— Susurró de nuevo. Continuó besando su mejilla y luego siguió bajando por su rostro.

Rosé por fin despertó al sentir los labios de Lisa dejando besitos sobre su cuello. Pero no abrió los ojos de golpe, en cambio despertó lentamente mientras una sonrisa florecía en su rostro. Lisa paró con los besos cuando notó que su novia estaba despierta.

— Buenos días~— Repitió Lisa aún susurrando. Ambas se miraban sonriendo con ternura— ¿Cómo amaneciste amor?

— Mejor que nunca— Respondió Rosé aumentando su sonrisa ligeramente.— Que lindo es despertar así.

— Pareces un angel cuando duermes — Confesó Lisa.— Se me ocurrió no despertarte nunca para poder mirarte por toda la eternidad pero por suerte luego cambié de opinión— Bromeó.

—¿Ah sí? — Dijo riendo.— ¿Y qué te hizo cambiar de opinión?

— Esos ojos luminosos— Explicó. — Si te dejara durmiendo para siempre nunca volvería a verlos... Y apuesto a que todo el planeta estaría en las tinieblas sin tus ojos luminosos.

— Basta. Andas muy romántica hoy Lili— Sonrió pero cubrió su cara con vergüenza al mismo tiempo.

— Lo siento, lo siento, lo siento— Se disculpó Lisa rápidamente.— Es que nunca habíamos dormido juntas y verte frente a mí al despertar fue como vivir una escena de película— Confesó con pena.

— No pidas perdón, eres adorable— Respondió dejando de cubrir su rostro―. Es solo que aún no me acostumbro a tener a la novia más bonita del mundo.

Lisa respondió con una sonrisa silenciosa y ambas juntaron sus labios en un pequeño beso matutino.

— Y bueno ¿Ya viste la fecha?— Preguntó Lisa con su emoción festiva de siempre.— ¡Es víspera de navidad!

Rosé dejó de sonreír inmediatamente. Toda la alegría del momento se vino abajo. Fue como si una avalancha de tristeza hubiera caído encima de ella y era demasiado pesada para moverla.

— Todo... Todo estaba bien hasta que dijiste eso— Dijo Rosé con una voz casi rota.




¡Gracias por leer!

La nieve ☃❆ Chaelisa Where stories live. Discover now