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[Día siguiente]

— ¡Hola! Tú debes ser Lisa, ¿Verdad?— Saludó Jennie extendiendo la mano.

— Nop, soy Roseanne Park. Lisa está enferma así que se quedó en su casa— Explicó.

Ambas se dieron un apretón de manos.

— Aah, verdad. Sí recuerdo su estornudo de ayer— Dijo Jennie
sonriendo.— ¿Cómo se siente salir con una gatita?

— Es linda. Incluso cuando está enferma sigue siendo tan tierna
como siempre— Contó Rosé sonriendo.

— Salir con una gatita: Un sueño para muchos, una realidad para Roseanne Park.

— Cuida lo que dices, Jennie. Lisa es mi gatita y no será de nadie más— Afirmó Rosé molestándose.

— No dije que estuviera interesada en Lisa, solo me interesan los gatos en general— Explicó Jennie riendo.— Pero ya tengo 3 gatitos en casa, estoy bien así.

— ¿3 gatos?... Impresionante.

— Lo sé— Dijo Jennie fingiendo un tono arrogante. Luego volvió a reír.— ¿O sea que está es tu casa?— Preguntó señalando la casa que tenían en frente.

— Así es. Como puedes observar casi todo el techo se
cayó— Señaló hacia el techo destrozado de la casa.

— Qué catástrofe. Me imagino que tu casa debe estar llena de nieve por dentro.

— Así es— Afirmó Rosé con frustración.— Pero por suerte tiene un pequeño ático así que toda la nieve debe estar ahí.

— El techo es igual al de la casa de Jinyoung, también está hecho en tejas de arcilla... Así que sí sé cómo repararlo— Anunció Jennie. Pero cuando reparé el techo de Jinnie lo hicimos los dos juntos... La verdad no creo que pueda reparar un techo yo
sola— Jennie se llevó una mano a la nuca.— ¿Podrias ayudarme Rosé?

— Oh por supuesto. Será un trabajo en equipo. Tú dime qué hacer y te ayudo con gusto— Dijo mientras asentía varias veces con la cabeza. Obviamente iba a ayudara arreglar su propio techo.

— Está bien— Aceptó Jennie sonriendo.— Podemos comenzar
Cuando quieras.

— De verdad muchas gracias, Jennie. Pensé que nunca conseguiría a alguien que pudiera reparar mi techo— Rosé también sonrió.— Emm... Si tienes tiempo podemos empezar ahora.

— Entonces comencemos. Lo primero que tenemos que hacer es medir el techo para saber cuantas tejas hay que comprar— Explicó señalando hacia el techo.— ¿Tienes una escalera?

— Sip. Cuando me mude a esta casa venía con una escalera plegable— Contó Rosé riendo.— De seguro sabian que el techo estaba dañado y tendría que arreglarlo en algún momento.




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La nieve ☃❆ Chaelisa Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang